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Biopsias de lesiones pélvicas de origen ginecológico guiadas por ultrasonido transrectal

 

 

El diagnóstico por imagen cada vez adquiere mayor sensibilidad y especificidad para distinguir lesiones pequeñas y diferenciar lesiones malignas de fibrosis. Sin embargo ninguna técnica por imagen está libre de falsos positivos o falsos negativos. Se requiere un diagnóstico citológico o histológico para empezar un tratamiento que tiene riesgos de morbilidad.

Las principales indicaciones para biopsia guiada por ultrasonido de tumoraciones pélvicas son: tumor pélvico inoperable y verificación histológica de enfermedad recurrente.  La biopsia por aspiración con aguja fina (BAAF) y la biopsia de corte (TRUCUT) tienen una sensibilidad alta para detectar la presencia de malignidad.1 Las muestras se reportan adecuadas en 70 a 92% con BAAF y 93 a 100% con TRUCUT; rangos diagnósticos de 54-67% y 82-100%, respectivamente.

Trabajos recientes han demostrado las ventajas del ultrasonido transrectal (USTR) por sobre el ultrasonido endovaginal (USTV) para la realización de biopsias guiadas. Utilizando un transductor endocavitario con aguja guiada las lesiones cervicales, de cúpula vaginal, parametrio y anexos son fácilmente accesibles.4 Se ha reportado que es posible biopsiar lesiones de hasta 5 mm.

Cuando el cáncer está confinado al cérvix no hay una distinción clara de separación con el tejido del estroma cervical normal. El tumor se va a observar hipo o isoecogénico con bordes mal definidos. Cuando está afectado el canal endocervical la línea hiperecogénica está alterada e incluso desaparece.

Cuando afecta el parametrio el área hipoecoica se extiende por continuidad del cérvix al parametrio. El componente vascular normal del parametrio es reemplazado por tejido parenquimatoso de iguales características que la neoplasia primaria.

En este artículo se realiza un estudio con 10 pacientes referidas del Instituto Nacional de Cancerología, entre los meses septiembre a noviembre de 2010, cuyas edades oscilaban entre 26-75 años de edad. Seis de estas pacientes contaban ya con un diagnóstico previo de cáncer cervicouterino (CaCU) tratado, en su mayoría, con quimioterapia y radioterapia (QT, RT); dos de ellas

presentaban un tumor pélvico desconocido, uno de partes blandas en glúteo y parametrio izquierdo y el otro en cúpula vaginal y periuretral; otras dos pacientes

contaban con un diagnóstico de cáncer de ovario, una de ellas ya diagnosticado como adenocarcinoma. Todas las pacientes contaban con estudios de imagen como tomografía y ultrasonido donde se evidenciaban tumores adyacentes al recto. Antes de realizar el procedimiento se administró ciprofloxacina, profilácticamente, en dosis de 500 mg vía oral (VO) 1 hora antes del procedimiento y 500 mg (también VO) 12 horas después. Como analgésico se utilizó acetaminofén: 500 mg VO 1 hora antes. Para realizar una limpieza intestinal completa previa al estudio las pacientes tomaron polietilenglicol por lo menos 4 horas antes del estudio acompañado de una dieta blanda. Previa colocación de anestesia local con xilocaína al 2% o sedación con midazolam y fentanil se realiza el procedimiento, guiando en todo momento la aguja de biopsia con el USG convencional y doppler.

De los 10 pacientes del estudio solo uno mantuvo el mismo manejo que antes del procedimiento. A cuatro pacientes se les ofreció tratamiento quirúrgico y dos pacientes se dieron de alta y se mantuvieron en vigilancia suspendiendo el tratamiento por la naturaleza benigna de sus lesiones. Debido a lo avanzado de la

enfermedad, una paciente fue enviada a cuidados paliativos. A una paciente que no recibía tratamiento alguno se le indicó quimioterapia y a otra se le suspendió la radioterapia para continuar con quimioterapia. Ninguna presentó complicaciones y en todas el procedimiento fue bien tolerado.

La biopsia guiada por USTR en tumores pélvicos es muy útil, segura y amerita consideración en la evaluación de posible recurrencia pélvica maligna y verificación histológica de un primario avanzado. Es rápida, no es necesario utilizar anestesia general, tiene un costo bajo y produce molestias mínimas a la paciente. Hay muy pocas complicaciones y evita la laparoscopia o la laparotomía.

CONCLUSIÓN:

El avance en los métodos diagnósticos para la detección oportuna de cáncer evoluciona cada vez con mayor rapidez. En esta ocasión, este artículo nos presenta el uso del USG para toma de biopsias en tumores de cavidad pélvica, obteniendo así datos con mayor confianza para poder estadificar y por lo tanto brindar una mejor opción terapéutica, comparado con aquellos pacientes a los que no se les realizó este tipo de biopsia guiada por USG. Es un método poco invasivo, de bajo costo, con pocas complicaciones y que arroja excelentes resultados.

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