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Diferentes trimestres del embarazo

PRIMER TRIMESTRE

  • La principal utilidad del estudio ultrasonográfico del primer trimestre es el cálculo de la edad gestacional. La gran precisión en el cálculo de la misma permite establecer la fecha probable de parto y evaluar el crecimiento del feto en los dos trimestres siguientes.
  • Se debe establecer primero si existe embarazo o no y la localización del mismo, es decir, si es intra o extrauterino.
  • Se demuestra la vitalidad del embrión y su dinámica cardiaca y en su caso la presencia de aborto.
  • Debe descartarse la complicación de gestación anembriónica así como el diagnóstico del embarazo múltiple, en términos generales.
  • Deben descartarse alteraciones asociadas al embarazo tales como miomatosis uterina, la presencia de quistes anexiales o patología no estrictamente ginecológica como litiasis vesicular, alteración en los riñones maternos, etc.

Si sólo se puede realizar un sólo ultrasonido quizá el más importante sea el del primer trimestre.

Si la paciente puede realizarse un segundo ultrasonido es recomendable entre las 30 y 33 semanas de gestación como información útil para la resolución del embarazo. Aunque esta misma información puede obtenerse por ejemplo a las 38 semanas, es más difícil la valoración de las estructuras por el gran tamaño del feto y la disminución relativa del líquido amniótico, que es precisamente el transmisor de las ondas de ultrasonido.

Ultrasonografía en el segundo trimestre:

  • Las estructuras fetales ya perfectamente formadas, son claramente valorables por la abundancia relativa del líquido amniótico.
  • Los datos que se obtienen en el ultrasonido del segundo trimestre están dirigidos a determinar la normalidad estructural del feto, el número de fetos, su vitalidad y la normalidad de las diferentes estructuras anatómicas para descartar malformaciones.
  • También se estima la placenta en cuanto a su posición y maduración así como el volumen y aspecto del líquido amniótico.
  • El cérvix es posible evaluarlo.
  • Se realizan las diferentes mediciones universalmente aprobadas como útiles tales como el diámetro biparietal, la circunferencia abdominal y la longitud del fémur así como la proporción entre la cabeza y el tronco del feto.
  • En el embarazo múltiple la evaluación de la placenta o las placentas en su caso, el número de sacos y la estimación del líquido amniótico en cada uno de los sacos amnióticos.
  • Se puede evaluar el sexo fetal.

Tercer trimestre

  • Tiene como objeto predominantemente descartar malformaciones tardías no visibles en los trimestres previos tales como la hidronefrosis fetal que en ocasiones solamente es posible diagnosticar después de los 7 meses (31 semanas) de edad gestacional.
  • De gran importancia es también demostrar el crecimiento normal del feto. El retraso en el crecimiento intrauterino se podrá estimar al encontrar un crecimiento por debajo de lo esperado o por desproporción en el crecimiento del cráneo y el abdomen (retraso asimétrico en el crecimiento intrauterino).

En la ultrasonografía del primer trimestre, la evolución morfológica es aproximadamente la siguiente:

  • Entre la cuarta y la quinta semanas de edad gestacional, en una revisión con transductor abdominal, se observa heterogeneidad de la ecogenicidad en el centro del útero donde empiezan los cambios relacionados con la reacción decidual.
  • A las cinco semanas de edad gestacional es posible observar un saco a manera de un pequeño quiste ecolúcido, diáfano, central en el útero rodeado de reacción decidual y que aparece en forma de un halo hiperecogénico que rodea al saco gestacional. En este momento aún no es posible visualizar los ecos embrionarios.
  • En la sexta semana se logran ver el saco gestacional y la reacción decidual más prominentes y la presencia de ecos en el interior del saco gestacional que representan al embrión. En esta edad gestacional, sin embargo, no se logra observar el latido cardíaco embrionario.
  • En la séptima semana se ven las estructuras ya descritas, aún más prominentes y la presencia de latido cardíaco en el tórax del embrión.

A la exploración intravaginal pueden acortarse los lapsos de detección de estas estructuras en siete – diez días aproximadamente.

No se debe concluir el diagnóstico de gestación normal si no se demuestra el latido cardiaco embrionario.

Es recomendable que en los casos de ultrasonidos donde aún no se observa latido cardíaco se realice un estudio de seguimiento hasta demostrar con claridad esta información.

Artículo escrito por el Dr. Oscar Zamora

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