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El hígado (del latín iecur ficātum ‘hígado alimentado con higos’) es la más voluminosa de las vísceras y una de las más importantes por su actividad metabólica. Es un órgano glandular al que se adjudica funciones muy importantes, tales como la síntesis de proteínas plasmáticas, función desintoxicante, almacenaje de vitaminas y glucógeno, además de secreción de bilis, entre otras. También es el responsable de eliminar de la sangre las sustancias que puedan resultar nocivas para el organismo, convirtiéndolas en inocuas; está presente en el ser humano y se le puede hallar en vertebrados y algunas otras especies del reino animal.

Embriología

El hígado, surge como evaginación ventral de la porción caudal del intestino anterior al inicio de la cuarta semana. El divertículo hepático  (yema hepática) se extiende hacia el septum transversum, una masa de mesodermo esplácnico entre corazón e intestino medio en desarrollo. El septum transverso forma el tendón central del diafragma y el mesenterio ventral en esta región. El divertículo hepático crece con rapidez y se divide en dos partes conforme se desarrolla entre las hojas del mesenterio ventral. La porción craneal más grande del divertículo hepático es el primordios del hígado. Las células endodérmicas en proliferación originan cordones que se entrelazan de células hepáticas y el revestimiento epitelial de la porción intrahepática del aparato biliar. Los cordones hepáticos se anastomosan alrededor de espacios recubiertos de endotelio, que son los primordios de las sinusoides hepáticos. El tejido hematopoyético y fibroso y la células de Kupffer del hígado derivan del mesénquima del septum transversum.

El hígado crece con rapidez y llena una gran parte de la cavidad abdominal de la quinta a la décima semanas. La cantidad de sangre oxigenada que fluye desde la vena umbilical hacia el hígado determina la segmentación funcional y el desarrollo del órgano. Al principio los lóbulos derecho e izquierdo tienen casi el mismo tamaño, pero pronto crece más el derecho. La hematopoyesis se inicia durante la sexta semana, lo que proporciona al hígado un aspecto más brillante. Esta actividad hematopoyética es la principal responsable del tamaño hasta cierto punto grande del hígado entre las semanas séptima y novena del desarrollo. Hacia la novena semana, el hígado corresponde casi al 10% del peso total del feto.

Situación

El hígado se localiza en casi la totalidad de la región del hipocondrio derecho, el epigastrio (no sobrepasa el límite del reborde costal, salvo en un cuadro de hepatomegalia) y una porción del hipocondrio izquierdo, llenando el espacio de la cúpula diafragmática, donde puede alcanzar hasta la quinta costilla, y se relaciona con el corazón a través del centro frénico, a la derecha de la vena cava inferior. Estas tres regiones forman parte de la región toracoabdominal, la región intermedia entre el tórax y la cavidad abdominal propiamente dicha. El hígado situado debajo del diafragma comprende tres compartimientos peritoneales, llámense: compartimiento subfrénico derecho o hepático, compartimiento subfrénico izquierdo o esplénico, y compartimiento medio o celiaco. En algunos casos el hígado se encuentra en el lado opuesto al que debería de encontrase normalmente, esto se debe a diversas patologías que el individuo puede presentar al nacer.

Su consistencia es blanda y depresible, y está recubierto por una cápsula fibrosa, sobre la cual se aplica el peritoneo, parte de la superficie del hígado (excepto en el área desnuda del hígado, que corresponde a su superficie postero-superior).

Aspectos generales

Forma: se compara con la mitad superior del ovoide horizontal, de gran extremo derecho, alargado transversalmente.

Coloración: rojo pardo.

Consistencia: friable (desgarrable). Está constituido por un parénquima, rodeado por una fina cápsula fibrosa, llamada cápsula de Glisson.

Longitud: en el adulto mide aproximadamente 26 cm (horizontal) por 15 cm (vertical) en sentido anteroposterior, y 8 cm de espesor a nivel del lóbulo derecho.

Peso aproximado: 1,5 kg (Anatomía de Rouviere).

Está dividido en cuatro lóbulos:

Lóbulo derecho, situado a la derecha del ligamento falciforme;

Lóbulo izquierdo, extendido sobre el estómago y situado a la izquierda del ligamento falciforme;

Lóbulo cuadrado, visible solamente en la cara inferior del hígado; se encuentra limitado por el surco umbilical a la izquierda, el lecho vesicular a la derecha y el hilio del hígado por detrás;

lóbulo de Spiegel (lóbulo caudado), situado entre el borde posterior del hilio hepático por delante, la vena cava por detrás.

Clínicamente, y quirúrgicamente sobre todo, se emplea el concepto de segmento hepático, basándose en las divisiones arteriales y en el hecho de que haya pocas anastomosis entre segmentos. Si miramos por la cara anterosuperior del hígado, podemos distinguir de derecha a izquierda un segmento posterior, en el borde del lado derecho, seguido de un segmento anterior, un segmento medial y un segmento lateral que forma el límite izquierdo.

Artículo escrito por la Dra Susana Vargas Sosa

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