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Particularidades del absceso hepático amebiano en México

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Introducción
el hígado es el órgano intraabdominal donde con más frecuencia crecen abscesos; de la totalidad de colecciones intraabdominales, 25% son viscerales y cerca de la mitad hepáticas.
El absceso hepático amebiano es una enfermedad fácil de tratar y con resultados clínicos favorables; sin embargo, se estima que su tasa de mortalidad puede llegar a 10%2,3 derivada, principalmente, de pacientes con diagnóstico tardío y sin tratamiento, lo que favorece la rotura del absceso hacia el tejido circundante y la diseminación de su contenido por vía hematógena o por contigüidad con otros órganos.
En esta revisión
se busca documentar las principales características clínicas, de laboratorio y radiológicas de esos pacientes, con la finalidad de crear estadísticas propias de nuestro medio que sirvan para ofrecer mejor atención y como base para la futura realización de estudios prospectivos.

Metodología
estudio retrospectivo que consistió en la búsqueda de números de expedientes de pacientes egresados con diagnóstico de absceso hepático amebiano entre noviembre de 2005 y noviembre de 2007. Se obtuvieron 66 expedientes a través de la base de datos del programa hospitalario asiste de los que se descartaron siete por no haberse encontrado el expediente físico en los archivos del hospital, uno porque la información era insuficiente en los datos de laboratorio, dos por datos incompletos en el estudio de ultrasonido y
seis porque el diagnóstico final no fue absceso hepático amebiano. Sólo se incluyeron al análisis 50 expedientes.

Para fines de este estudio se estableció el diagnóstico de absceso hepático amebiano en los pacientes que
cumplieran los siguientes criterios:
1) síntomas y signos compatibles con el diagnóstico de absceso hepático amebiano
2) identificación de una lesión ocupante de espacio en hígado compatible con absceso hepático amebiano
3) respuesta clínica favorable al tratamiento con metronidazol,
4) falta de demostración del diagnóstico de absceso piógeno o fúngico, o ambos.

el diagnóstico de absceso hepático piógeno o fúngico se estableció como probable en los pacientes cuya
imagen ultrasonografía permitió la visualización de gas o de más de un absceso hepático, y se consideró diagnóstico definitivo sólo en quienes se obtuvo muestra del contenido del absceso y se aisló algún microorganismo mediante cultivo.

Los criterios de drenaje son los mismos que se registran en la bibliografía médica internacional 2,6-9 y se definieron mediante ultrasonografía:
1) absceso mayor de 10 cm de diámetro o con más de 500 ml de volumen,
2) localización en el lóbulo izquierdo,
3) localización a menos de 1 cm del diafragma o de la cápsula hepática, lo que se consideró: “riesgo de rotura inminente”.

Resultados
se analizaron 50 casos, 48 se clasificaron como absceso hepático amebiano y dos de ellos como absceso piógeno. La edad promedio al momento del diagnóstico fue de 40 años, y 78% de los pacientes eran de sexo masculino. La estancia media intrahospitalaria fue de 11 días, con desviación estándar de 8.17 días. Los principales diagnósticos diferenciales fueron: neumonía, derrame pleural y absceso piógeno. Se obtuvieron muestras para cultivo del contenido del absceso en 18 pacientes, de los que sólo en dos (11.11%) se identificó un agente bacteriano: en uno estreptococos sp y en otro enterococcus cloacae, ambos se diagnosticaron
como abscesos piógenos. otro paciente tuvo gas en el contenido del absceso visualizado por ultrasonido, pero no se logró identificar un agente microbiano causal, por lo que no pudo corroborarse el diagnóstico de absceso piógeno.

Se muestran los principales resultados obtenidos en las radiografías de tórax y abdomen, que no fueron de mucha utilidad para el diagnóstico.

el ultrasonograma de hígado reportó 38 de los abscesos (76%) como únicos: 28 (56%) se ubicaron en el lóbulo derecho, 4 (8%) en el lóbulo izquierdo, los seis restantes (12%) abarcaron ambos lóbulos. los otros 12 abscesos (24%) fueron múltiples; 9 (18%) se encontraron en el lóbulo derecho y 3 (6%) en ambos lóbulos de la glándula
hepática.

en los estudios de laboratorio se identificaron 18 pacientes (36%) con anemia, la mayoría grado i según la clasificación de la organización mundial de la salud 7 de los pacientes (14%) tuvieron transaminasemia, tres veces mayor de lo normal.
se realizó estudio coprológico en seis pacientes, y se encontró e. histolytica en dos de ellos.
en 35 pacientes (70%) se identificó etilismo, de ellos, 6 (12%) consumían alcohol diariamente desde hacía más se identificaron 27 pacientes que desde su ingreso tenían criterios ultrasonográficos para drenaje; sin embargo, sólo se realizó drenaje percutáneo a 8 de ellos (29.6%) y laparotomía exploradora a otros 3 (11.1%). quedaron 16 pacientes a los que no se les realizó drenaje de ningún tipo a su ingreso. de estos 16 pacientes, 8 (50%) se complicaron:
tres de ellos por rotura a peritoneo, cuatro hacia la pleura y uno hacia los bronquios. con todo esto, del total de pacientes con criterios de drenaje sólo se intervino al 40% a su ingreso. de los pacientes restantes a los que no se intervino, se complicó la mitad (50%). se reportaron cuatro pacientes que llegaron complicados al servicio de urgencias con rotura hacia el peritoneo y pasaron directamente a laparotomía exploradora debido al abdomen agudo antes de tener el diagnóstico de certeza, por lo que no se tomaron en cuenta para la estadística

discusión
a pesar de ser una enfermedad conocida desde antes de la época prehispánica,3 la mayor parte de la información de los abscesos hepáticos amebianos proviene de textos médicos clásicos, escritos en países donde la amebiasis no representa un problema de salud pública y donde las características clínicas y la evolución de los pacientes es diferente a la que observamos en nuestro país.

En nuestra investigación se delimitaron las principales características clínicas, laboratoriales, radiológicas, diagnósticos diferenciales y tratamiento en una cohorte de pacientes mexicanos con abscesos de probable etiología amebiana. Esto permite apreciar ciertas diferencias con respecto a pacientes con la misma afección en otros países.
En general, en nuestro estudio observamos a pacientes con abscesos de mayor tamaño, tasas de complicaciones más altas, tasas de recurrencia mayores y respuestas al tratamiento farmacológico menores que las reportadas en las poblaciones de otros países.

conclusiones
esta revisión buscó ampliar la información estadística local y nacional acerca de los abscesos hepáticos de probable causa amebiana, y motivar a otros médicos a seguir estudiando esta afección, que si bien no tiene tasas de mortalidad alta, sí tiene incidencia frecuente y comportamiento sui generis en México.

Comentarios
las cifras que menciona este artículo esperemos que sean las reales en estado de sonora, lo cual sería un impacto para México tener cifras así.
Bueno al respecto a la patología hepática vemos que es muy común en al sociedad tengan este padecimiento y que es muy útil la ultrasonografía para detectar a tiempo y no tenga complicaciones.
Lo cual nos indica que el lóbulo hepático derecho es más frecuente el absceso amebiano.
Que tenemos complicaciones con órganos continuos a esta patología pero se pueden prevenir, que tiene muchos factores de riesgo, pero sin duda es por la educación de los pacientes.

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