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Ultrasonido de los Trimestre del Embarazo y Malformaciones Congénitas

El endometrio del útero es la estructura encargada de recibir al blastocisto para la implantación y crea el entorno adecuado para el desarrollo del embrión que posteriormente será el feto. Durante este proceso ocurren cambios en la anatomía del útero que son signos precoces de embarazo que el ultrasonografista puede usar para diagnosticar un embarazo.

A estos signos precoces que encontramos en el ultrasonido son la presencia del saco gestacional, el quiste de cuerpo lúteo que es una estructura necesaria para sostener el embarazo ya que secreta progesterona, hormona imprescindible en ola adecuada implantación del blastocisto, la reacción decidual es otro signo precoz de embarazo que lo podemos observar antes de poder ver el eco embrionario.

La vía endovaginal, con transductor de alta frecuencia, es la adecuada para visualizar las estructura ya mencionadas, porque la definición es más alta así mismo el detalle y el transductor está en  contacto directo con el útero.

De las 6 a 10 semanas de gestación se considera el periodo embrionario, en este periodo es necesario con firmar la vitalidad embrionaria por medio de la frecuencia cardíaca fetal que con transductor convexo se puede encontrar desde las 7 semanas de gestación, también debemos documentar el diámetro del saco gestacional, el diámetro del saco vitelino y la longitud céfalo caudal en plano longitudinal franco del embrión, esto último para determinar la edad gestacional y la fecha probable de parto. No se debe dejar de lado precisar la ubicación del embarazo ya que pueden ocurrir ectópicos en cualquier lugar del recorrido de los gametos y el cigoto, así como abdominal, cervical, ovárico; determinar el número de sacos gestacionales, embriones y placentas si fuera el caso de embarazo múltiple.

En este periodo es muy importante hacer mediciones de estructuras embrionarias como la traslucencia nucal, que al medir 3 mm o más indica la posibilidad de aneuploidias cromosómicas, en este caso se debe realizar cariotipo del líquido amniótico, de ser negativo para anomalías cromosómicas indica una alteración en el desarrollo de las cadenas ganglionares del embrión.

Durante el primer trimestre del embarazo se pueden dar hemorragias subcorionicas o retroplacentarias que son indicativos de estudio de ultrasonido, encontrando en muchos casos un embarazo normal con hemorragia retroplacentaria. Cuando el hematoma supera el 50% de ocupación de la placenta es un signo de mal pronóstico para la culminación del embarazo.

También se puede encontrar embarazos anembrionados o abortos pre términos donde al ultrasonido veremos la reacción decidual, la decidua o placenta sin embrión dependiendo de la edad gestacional al momento del estudio.

En el segundo trimestre del embarazo se estudia la anatomía fetal, en este periodo ya está formado el feto, en busca de malformaciones congénitas; también se realiza el estudio de la placenta y el líquido amniótico. En este periodo se puede evaluar el cérvix uterino materno. Se realizan las mediciones fetales como diámetro biparietal, circunferencia abdominal, longitud del fémur y el examen exhaustivo de su morfología, es conveniente tener una lista de verificación de los órganos examinados para no dejar de lado ningún dato importante de la morfología fetal. El sexo fetal se puede estudiar en este periodo pero no es indispensable su conocimiento salvo en casos muy específicos.

En el tercer trimestre se estudian aspectos relacionados con la vía de finalización del embarazo y algunas malformaciones tardías como la hidronefrosis que se estudia luego de transcurridas 31 semanas de gestación.

En algunos estudios se encontraran malformaciones congénitas de manera incidental, pero siempre hay que sospecharlas en madres con antecedentes previos de productos con malformaciones y en aquellas madre con malformaciones propias y de su pareja.

Las malformaciones más comunes encontradas al ultrasonido en los diferentes sistemas fetales son: en el sistema nervioso, encefalocele, anencefalia, aumento de los ventrículos. En el sistema digestivo son atresia del duodeno y quiste del colédoco. En el sistema renal las agenesias renales y la hidronefrosis fetal. En la pared abdominal el onfalocele y gastroquisis. En la columna en teratoma sacrococcigeo y el meningocele.

La hidrocefalia se debe a la obstrucción del sistema ventricular puede cursar con aumento cefálico o sin este. Produce adelgazamiento de la corteza cerebral, pero las células más afectadas son las de sostén y en menor medida las neuronales.

El encefalocele se debe a la herniación en la línea media craneal de encéfalo que entra en contacto con el líquido amniótico.

La anencefalia se debe a la falta de cierre del neuroporo superior a las 10 semanas de gestación, al ultrasonido no se encontrara la calota ósea, para descartar esta malformación es necesario ver el perfil fetal.

El onfalocele es normal hasta las doce semanas de gestación luego es patológico, se define como la salida de asas intestinales y/o hígado por un defecto en la pared anterior del abdomen, en la línea media, involucra al cordón umbilical al estar este inserto en el vértice de la herniación, se asocia con anomalías cromosómicas cuando solo contiene asas intestinales y en menor grado cuando contiene hígado.

La gastroquisis es la herniación o salida de asas intestinales que flotan libres en el líquido amniótico por un defecto paraumblilical derecho en la pared abdominal, no está asociado a anomalías cromosómicas.

La atresia de duodeno es relativamente frecuente al ultrasonido encontraremos el signo de la doble burbuja patognomónico de esta patología, el polihidramnios sugiere esta patología, en los quistes del colédoco existen 5 tipos.

La agenesia renal unilateral, es compatible con la vida, para descartar este diagnóstico es necesario examinar bien el feto ya que podría encontrarse un riñón ectópico, incluso en tórax, la agenesia renal bilateral es incompatible con la vida, el signo confiable de esto es la vejiga vacía, el feto tendrá hipoplasia pulmonar que es la causa de muerte neonatal. La hidronefrosis fetal generalmente es unilateral pero en raros casos puede ser bilateral, se diagnostica cuando la pelvis renal ocupa 50% o más del diámetro anteroposterior del riñón. En la revisión del sistema renal fetal es de mucha importancia valorar la vejiga y el líquido amniótico ya que son indicadores directos de la adecuada función renal. La vejiga llena indica que al menos un riñón esta con función normal. El índice de líquido amniótico bajo u oligohidramnios es indicativo de anomalías renales, obstrucciones en las vías o agenesia renal bilateral.

El estudio del cordón umbilical es predictivo de una serie de malformaciones, el cordón con dos vasos es indicativo de que puede haber malformaciones en cualquier sistema del feto, es recomendable una radiografía completa del neonato en busca de anomalías.

El ultrasonido es el método indicado para el estudio del útero, anexos, embrión y morfología fetal, se debe considerar no tomar a la ligera ningún estudio obstétrico así evitar diagnostico errados, debe dedicarse tiempo suficiente a la paciente que tiene antecedentes de enfermedad trofoblastica gestacional, abortos, malformaciones congénitas propias y productos anteriores con malformaciones. Se debe hacer el escaneo exhaustivo del feto con el fin de detectarlas y al encontrar malformaciones siempre buscar otras concomitantes.

Artículo escrito por el Dr. Roberto Elvir

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