PÁNCREAS
El páncreas es un órgano retroperitoneal no encapsulado que se encuentra en el espacio para-renal entre el asa del duodeno y el hilio esplénico, con una longitud de 12.5 a 15 cms.
Se distiguen las siguientes partes: cabeza, proceso uncinado, cuello, cuerpo y cola; los vasos mesentérico superiores siguen un trayecto posterior a la cabeza y separan la cabeza del cuerpo. La arteria hepático y el conducto biliar se ven anteriores a la vena porta y cefálicos a la cabeza del páncreas, a este nivel también pueden verse el píloro y la primera porción del duodeno llenos de aire ó líquido.
El páncreas normal es homogéneo, comparado con el hígado la mayor parte de veces es hiperecogénico, a veces con aspecto moteado, de contornos lisos y bien delimitados.
Las dimensiones del páncreas en su proyección céfalo-caudal a nivel de cabeza son de 2.01 – 0.36 cms. El conducto pancreático puede verse en el 86% de los pacientes al menos parcialmente; su diámetro aproximado es de 3 mm en la cabeza, 2.1 mm en cuerpo y 1.6mm en la cola.
Debido a que el páncreas es un órgano retroperitoneal, su visualización ofrece las dificultades técnicas de la grasa y el gas digestivo, lo cual hace que tengamos en cuenta los siguientes aspectos técnicos:
- a) Se puede movilizar al paciente en diversas posiciones que incluyen la bipedestación, decúbito supino, proyecciones oblicuas, decúbitos laterales e incluso decúbito prono.
- b) Utilizar los mecanismos de la respiración como la inspiración, espiración e incluso la maniobra de valsalva pueden ser de mucha ayuda.
- c) Dar de beber líquido al paciente puede ayudar cuando hay gran cantidad de aire, de esta manera convertimos al estómago en una ventana acústica.
- d) Se han propuesto algunos medicamentos como la metoclopramida ó la simeticona para mejorar las limitaciones que supone el gas digestivo, pero en la práctica clínica generalmente no son necesarios.
La exploración del páncreas se inicia con el paciente en bipedestación, colocando el transductor justo por debajo del apéndice xifoides y utilizando las marcas vasculares para identificar al páncreas; la angulación del transductor en dirección céfalo-caudal desde la proyección de la vena esplénica puede ser adecuada en la mayoría de los pacientes.
Malformaciones Congénitas
Los quistes congénitos pueden llegar a medir 3 – 5 cm, asociados a enfermedad quística del hígado, bazo y riñones.
La fibrosis quística, se caracteriza por secreciones viscosas y disfunción de múltiples glándulas que incluyen al páncreas, el dato ultrasonográfico más importante es el aumento de su ecogenicidad producto de la fibrosis.
El páncreas dividido, consiste en la ausencia de fusión de los esbozos pancreáticos dorsal y ventral, ocurre en el 10% de la población; es muy difícil poder determinar por ultrasonido la ausencia de fusión de ambos conductos.
Pancreatitis Aguda
La función del ultrasonido en la pancreatitis aguda radica en la detección de cálculos biliares ó en el colédoco y en la detección de posibles complicaciones como líquido peripancreático.
Los hallazgos ecográficos en la pancreatitis aguda pueden ser focales ó difusos y por su gravedad leve, moderada ó grave.
La pancreatitis focal se manifiesta como un aumento del tamaño focal isoecógeno ó hipoecógeno generalmente de la cabeza, sin manifestaciones extrapancreáticas.
En la pancreatitis difusa el páncreas se vuelve cada vez más hipoecógeno en relación con el hígado y aumenta de tamaño, puede haber dilatación del conducto pancreático.
Las complicaciones de la pancreatitis aguda pueden ser:
- a) Seudoquistes, son acumulaciones de líquido que presentan una pared no epitelizada en respuesta a la extravasación de enzimas; ecográficamente puede verse una estructura esférica anecoica de paredes lisas bien delimitadas que tiene reforzamiento acústico. Ocurren en el 10 – 20% de los pacientes con pancreatitis aguda y generalmente asociados a etiología alcohólica ó biliar.
- b) Obstrucción del estómago, intestino (duodeno), colon y conductos biliares (ictericia obstructiva y colangitis).
- c) Hemorragia digestiva producto de la erosión directa de un seudoquiste al estómago ó várices por hipertensión secundaria a compresión de la vena porta ó trombosis de la vena esplénica.
- d) Abscesos pancreáticos, ecográficamente puede observarse una masa de pared gruesa, anecoica, que contiene detritus manifestado por ecos brillantes y burbujas de gas.
- e) Pancreatitis crónica, algunos datos ecográficos son: cambios en el tamaño y la ecotextura del páncreas, lesiones focales con aspecto de masa, calcificaciones, dilatación irregular del conducto y seudoquistes (25-40% de los pacientes).
Neoplasias
El adenocarcinoma generalmente afecta a la población mayor a 60 años, sus síntomas dependen de su localización; cuando se localiza en la cabeza puede manifestarse con obstrucción de la vía biliar e ictericia, cuando se localiza en cuerpo y cola los síntomas son más inespecíficos como dolor abdominal, vómitos y pérdida de peso.
La mayoría de las veces el adenocarcinoma se localiza en el cabeza (70%), seguido del cuerpo (15-20%), la cola (5%) y difusamente en toda la glándula (20%); en la ecografía se aprecia una masa hipoecoica heterogenea y mal definida. Al momento del diagnóstico por lo general los tumores son mayores a 2 cm y la vasculatura de la lesión se ve con poca frecuencia con el ultrasonido doppler convencional.
Los signos indirectos que pueden encontrarse son: a) dilatación tortuoso del conducto pancreático mayor a 3 mm, b) dilatación de la vía biliar (signo del doble conducto) y c) pancreatitis asociada.
Las neoplasias quísticas representan 10 – 15% de los quistes pancreáticos y 1% de los carcinomas pancreáticos; pueden ser micro ó macro quísticas, generalmente afecta a mujeres y ancianos. Las neoplasias microquísticas ó serosas generalmente son benignas con quistes entre 1 – 20 mm, 30% en cabeza, en la ecografía se observan lesiones heterogéneas sólidas con quistes. Las neoplasias macroquisticas tienen mayor riesgo de malignidad, en la ecografía se ven lesiones uni ó multiloculadas mayores a 2 cm, anecoicos, con detritus ecógenos internos, calcificaciones, vegetaciones murales ó de aspecto sólido.