Técnica ecográfica de la glándula tiroides
TÉCNICA:
- El estudio se hará siempre con sonda lineal de alta frecuencia (mínimo de 7,5 MHz)
- La prueba ser hará de forma sistemática, e incluirá tanto el tiroides completo como los diferentes compartimentos cervicales (posibles adenopatías).
- Las imágenes que se recogerán serán, como mínimo: Cortes longitudinales y axiales de ambos lóbulos tiroideos, con las medidas correspondientes. Corte axial que incluya la zona del istmo tiroideo, con medida del diámetro AP del istmo.
- Imágenes de todas las lesiones nodulares focales. Estas imágenes han de ser representativas de la naturaleza del nódulo (por ejemplo, su porcentaje de componente quístico o sólido).
- En los casos con varias lesiones nodulares se recomienda enumerarlas, con una numeración coherente y que queda bien clara en el informe asociado de la prueba.
- Todas las anomalías cervicales extratiroideas, con especial énfasis en las adenopatías.
- En caso de existir adenopatías, las imágenes recogerán sus diámetros (preferentemente el diámetro menor).
- Las imágenes deben incluir una referencia anatómica que permita localizar el corte (preferentemente con los dibujos que incluye la máquina, y en donde se puede señalar la localización de la sonda).
- Aunque todos los estudios deberían incluir ecografía Doppler, ésta es imprescindible en las lesiones nodulares y en las adenopatías.
- Todas las lesiones focales deben ir acompañadas de su correspondiente imagen con ecografía Doppler.
- Cualquier hallazgo inesperado (como una ateromatosis calcificada severa) debe ir registrada con imagen y referenciada en el informe.
- En el caso de la ecografía tiroidea, los objetivos son responder a las preguntas clínicas y que en este caso concreto suelen ser: – ¿La anormalidad palpable corresponde verdaderamente a un nódulo tiroideo? – ¿La parte quística es mayor de un 50% del total? – ¿Está el nódulo localizado posteriormente?
- El informe deberá, así, incluir la siguiente información: – Localización, dimensiones y aspecto ecográfico de la glándula tiroidea. – Descripción de las lesiones focales:
- Aspecto ecográfico ecogenicidad
- Presencia de calcificaciones (tipo y cantidad)
- Porcentaje de componente sólido y quístico
- Morfología (ovoideo / redondeado)
- Contornos (lisos / espiculados)
- Dimensiones
- Comportamiento en el estudio Doppler
- Descripción de las adenopatías
- Número y localización (compartimentos cervicales)
La glándula tiroides puede ser estudiada con diversas técnicas imageneológicas como cintigrafía, tomografía computada (TC) y resonancia magnética (RM)(1). Sin embargo, el método más utilizado es el ultrasonido (US); técnica de primera línea que permite la evaluación morfológica y vascular.
Además permite la ubicación intraoperatoria de lesiones y sirve como guía en procedimientos invasivos. El resultado del US determina conductas de diagnóstico, terapéuticas o ambas en un 63% de los pacientes con nódulos palpables. La cintigrafía tiroidea con Tc-99 es un método muy sensible para determinar la funcionalidad de un nódulo.
Sin embargo, mención merece el hecho de que un nódulo no captante o “frío” puede corresponder indistintamente a un adenoma, quiste, carcinoma o tiroiditis focal, entre otros.
Artículo escrito por la Dra. Martha Alejandra Eusebio Hernández