Leiomiotosis del cuello del útero
El leiomioma del cuello uterino es poco común. La literatura mundial reportan una incidencia inferior a 1%, con una edad promedio de 42.4 años y 1.1 gestaciones, con menor incidencia y volumen del tumor en la postmenopausia, como es de esperarse, comparada con pacientes en la etapa fértil de esta patología en general, Cuando su localización es en el cuello del útero, tienden a ulcerarse, infectarse, y cuando su crecimiento supera la capacidad de riesgo sanguíneo, se necrosan.
La sintomatología es diversa y depende del tamaño del tumor, pues varía desde escaso sangrado hasta dolor pélvico por compresión de las vísceras adyacentes, flujo fétido, sangrado y salida de material purulento por vía vaginal.
El tratamiento depende del deseo de preservar la capacidad reproductiva y del tamaño del leiomioma, que cuando es de gran volumen y sintomático se opta por la histerectomía.
Paciente de 44 años de edad, en unión libre, bajo nivel socioeconómico, menarca 11 años, inicio de vida sexual a los 22 años, 1 pareja sexual, con 5 gestaciones, 4 partos a término (fecha del último a los 40 años) y 1 legrado uterino instrumental (a los 38 años por aborto incompleto), ciclo de 20 x 10; no recuerda su fecha de última menstruación y estudio de citología cervical realizado hace 4 años, del cual ignora su resultado. Sin antecedentes familiares y personales patológicos de importancia.
Ingresa a este hospital oncológico el día 18 de octubre del 2005, referida por otra institución de segundo nivel con diagnósticos de probable cáncer del cuello uterino, desnutrición, anemia, absceso pélvico y prolapso uterino.
COMENTARIO
Son poco frecuentes los leiomiomas del cuello uterino de estas dimensiones; la exploración ginecológica demostró una miomatosis de grandes dimensiones y se palpó en el fondo uterino una masa móvil que realmente correspondía al cuerpo uterino de dimensiones prácticamente normales.
La ecografía abdominal no fue concluyente, al igual que la tomografía, ya que ninguna de ellas se percató que el cuerpo uterino era independiente del tumor en cérvix.
Posteriormente, se solicitó al departamento de imagenología una tomografía de la pieza quirúrgica ya extirpada, donde se aprecia claramente el cuerpo uterino y su independencia de la gran masa ocupativa del cuello del útero.