Ecografia Segundo trimestre
Desde la semana 14 a la 26, para este momento el bebé ya ha adquirido su forma humana definitiva y todos sus órganos están completamente formados, gracias al crecimiento de los órganos se puede completar el estudio anatómico de aquellas estructuras que por su pequeño tamaño no se podían ver con detalle. Este es el caso del corazón fetal, cuya evaluación temprana fue superficial e insuficiente.
Eco Anatómico de la semana 18-23: el esquema de evaluación propuesto por la Fundación de Medicina Fetal del Reino Unido. Este periodo tiene una serie de ventajas que permiten hacer un estudio que complemente o sustituya la evaluación genética del Primer Trimestre si esta no se pudo llevar a cabo en su momento. Desafortunadamente si hay problemas severos y el despistaje se hace hacia el final del período la posibilidad de practicar estudios diagnósticos como la amniocentesis se verá comprometida
Eco Genético de Segundo Trimestre: Entre las semanas 16 y 20 realizamos la evaluación genética del feto haciendo la pesquisa de múltiples marcadores de riesgo para enfermedad cromosómica, síndromes genéticos y anomalías congénitas si existen. Si hay marcadores de riesgo se sugerirá la realización de una Amniocentesis o procedimiento similar mientras que si logramos diagnosticar una enfermedad particular la paciente pasará a Asesoría Genética o Perinatológica para evaluar el pronóstico, tratamiento (si existe) y recurrencia futura de la condición detectada.
Tercer Trimestre D
Desde la semana 27 a la 40 (hasta la 42 según la OMS). La característica primordial de este período es el crecimiento y la maduración fetal y la aparición de enfermedades maternas como la Hipertensión Inducida por el Embarazo, Preeclampsia y Diabetes Gestacional, DG entre otras.
Ecografía
*posición fetal, determinación de sexo y la indemnidad del rostro para descartar hendiduras labiopalatinas, cantidad de líquido amniótico. Cabeza fetal y medimos sus dimensiones, descartar presencia de hidrocefalia. Evaluar presencia de 4 miembros con todos los huesos largos.
Realiza corte transversal en el abdomen fetal y medimos su circunferencia a la vez que evaluamos estómago, bazo, hígado, vesícula biliar, riñones, adrenales, intestinos y vejiga. Las dos mediciones nos aportan un dato extra: el peso fetal del momento.
Verificamos elementos anatómicos comenzando por la cabeza donde revisamos el perfil, las órbitas y ojos fetales (a veces en movimiento) y hacemos la medición de los huesos nasales (marcador conocido de Síndrome de Down cuando son muy pequeños o inexistentes).
Evaluamos la indemnidad de la columna vertebral desde la región cervical hasta el sacro, haciendo especial énfasis en la región lumbar por ser el sitio predilecto para la aparición de Espina Bífida. Se descarta también la presencia de encefalocele, otra forma de Defecto del Tubo Neural que incluye todas las variantes de defectos de cierra de la columna y el cráneo posterior.
En el tórax evaluamos la indemnidad de las costillas, las características pulmonares y hacemos énfasis en el corazón determinando datos de actividad, orientación, eje cardíaco 45 grados (VN 20-70 grados), presencia y calidad de las cuatro cámaras cardíacas y sus tabiques y la salida de los grandes vasos (aorta y pulmonar). La visión normal de las 4 cámaras descarta el 60% de las malformaciones cardiacas mayores.
Piernas y pies: Es muy importante evaluar la relación de la articulación del pie y la pierna para descartar trastornos y deformidades tipo pie equino. Aquí observamos una correcta alineación del pie y la pierna. No quise dejar de lado la foto de la planta del pie: se ve genial; además, sirve para detectar problemas del pie y detectar marcadores de aberraciones cromosómicas. Podríamos observar condiciones como el pie equino, deformidades posicionales del pie y la pierna, trastornos articulares y marcadores como el talón en mecedora (trisomía 18) y el signo de la sandalia (trisomía 21).
Dedos: La evaluación se hace detallada para determinar la presencia de 5 dedos en pies y manos y sus relaciones y características entre ellos, así como la presencia de las falanges de los dedos. La posición aberrante de los dedos, la forma del puño, el número de dedos, la secuencia de apertura y cierre de la mano son detalles de cuidadoso estudio ya que pueden indicar la presencia de condiciones anormales.
Evaluamos la placenta, su localización, aspecto, cambios estructurales y su grosor. Aquí se descarta placenta previa.
El cordón umbilical es evaluado para demostrar la presencia de sus tres componentes normales y lo seguimos en todo su trayecto hasta su origen en el feto, alrededor de la vejiga. En este caso lo verificamos usando el Doppler, véase las dos arterias.
Para descartar la presencia de «circulares de cordón» en el cuello fetal y la presencia de nudos verdaderos del cordón. Nos ayudamos con el Doppler color para obtener una mejor imagen del cordón.
Se practica la evaluación Doppler del cordón y de la Cerebral Media para determinar el adecuado funcionamiento de la placenta (oxigenación y nutrición fetal)
Doppler normal del Cordón Umbilical: la placenta funciona bien, esto se ha asociado directamente con la adecuada oxigenación fetal general
Se complementa el estudio verificando el patrón de flujo de la Arteria Cerebral Media, esto nos proporciona evidencia directa de la oxigenación cerebral. El estudio de ambas circulaciones nos proporciona el Patrón Cordón-Cerebral, índice que nos indica efectivamente el compromiso fetal progresivo.
Para finalizar la evaluación Doppler del bebé se estudia el patrón de flujo en las uterinas de la madre: esto nos permite predecir el riesgo de aparición materna de Preeclampsia.
Aun sin factores de riesgo para parto prematuro o cuando la paciente ha presentado contracciones o molestias uterinas se le practica una breve evaluación transvaginal del cuello uterino que nos aporta excelentes datos para la predicción de un nacimiento prematuro. Es rutina entre las semanas 20-24.
Artículo escrito por la Dra. Shantal Sierra Doroteo