Determinación del sexo fetal en el primer trimestre de la gestación
Este trabajo presenta los resultados de un estudio prospectivo cuyo objetivo es valorar la precisión de la determinación ecográfica del sexo fetal entre las 11 y las 14 semanas en una cohorte no seleccionada de gestantes en las cuales se realizó un estudio ultrasonográfico de rutina en el primer trimestre. Se evaluaron 636 gestaciones en las que se examinó la región genital del feto en un plano medio-sagital, visualizando el «signo sagital» y la dirección en la que apunta el tubérculo genital (craneal en los varones, caudal en las mujeres) ambos indicadores del sexo fetal.
La evaluación de los resultados se realizó con la posterior confirmación clínica del sexo fetal una vez ocurrido el parto por confirmación telefónica, o por el cariotipo en casos con amniocentesis por indicaciones convencionales.
Este estudio demostró una correcta determinación del sexo fetal en el 86,3% de los fetos, con mayor precisión de la asignación ecográfica del sexo fetal para el caso de sexo masculino en comparación con el femenino (el 90,6% de los varones fueron asignados correctamente vs el 83,1% de las mujeres, p<0,05) con una diferencia estadísticamente significativa. El estudio concluye que la determinación ecográfica del sexo fetal tiene una elevada tasa de precisión a partir de las 13 semanas, lo que sugiere que las pruebas invasivas para la exclusión de enfermedades ligadas al X podrían obviarse cuando se identifica un feto varón a esta edad gestacional. Sin embargo, en fetos identificados como mujeres esta decisión deberá posponerse hasta una edad gestacional más avanzada. En 40 casos (6,2%) no se logró una asignación de género debido a posición fetal desfavorable, obesidad materna o a la visualización de un ángulo intermedio del tubérculo genital. En los restantes 607 fetos, la confirmación del sexo fetal fue posible en 598 casos (98,5%). La edad gestacional media fue de 12+4 semanas.
La determinación del sexo fetal por ultrasonido se realiza habitualmente en el segundo trimestre con la demostración del pene y escroto en el feto varón y de los labios mayores y menores en el feto mujer. Sin embargo, en edades gestacionales más precoces estos signos no son útiles ya que no existe diferencia significativa en el tamaño del pene o del clítoris antes de la semana 14. Por este motivo se ha sugerido que la determinación del sexo fetal durante el primer trimestre podría realizarse en la dirección en la que apunta el tubérculo genital, siendo esta craneal en los varones y caudal en las mujeres o en la identificación del «signo sagital» que determina la presencia de una escotadura caudal en las mujeres o craneal en los varones, cuando se estudia el plano medio-sagital.
Esto puede lograrse gracias a la mejora en la definición de los equipos más modernos de ultrasonido. El interés de esta detección más temprana del sexo fetal radica en la oportunidad de evitar procedimientos invasivos en pacientes con riesgo de enfermedades ligadas al cromosoma X, tales como hemofilia o distrofia muscular de Duchene, ya que estos últimos se indican en embarazos portadores de fetos masculinos.
Este estudio aporta información valiosa a considerar dado la escasa publicación al respecto.
En cuanto al estudio, se trata de un estudio prospectivo en el que se incluyen 636 gestaciones entre las 11 y 14 semanas, incluyendo embarazos gemelares por lo que finalmente se estudiaron 647 fetos. El estudio planeado es el estudio de rutina en el primer trimestre. Participaron 6 ecografistas diferentes, realizando el estudio por la vía que fuera de su preferencia, realizándose un 82,4% por vía transabdominal y 17,6% de los estudios por vía transvaginal.
La región genital fetal se exploró en un plano mediosagital con el feto en posición neutral (ni flexionada ni extendida) con el fin de determinar la dirección del tubérculo genital (craneal para varones y caudal para mujeres). El «signo sagital» fue valorado de acuerdo con lo descrito por Emerson y cols., siguiendo el contorno de la nalga de dorsal a ventral para descubrir una protrusión focal que representa el pene o el clítoris. Un ángulo o escotadura caudal entre el eje de la superficie ventral y el eje del tubérculo indica genitales femeninos, mientras que un ángulo o escotadura craneal indica genitales masculinos.
Como conclusión considero que se trata de un estudio con buena calidad metodológica que incluye un número considerable de casos y que permite demostrar la posibilidad de determinar el sexo fetal en el primer trimestre considerando determinados signos visualizados al ultrasonido. En su análisis agrega un análisis de la precisión del método considerando la edad gestacional, el sexo final del feto y la longitud céfalo-caudal del mismo. Si bien en muchos casos la determinación del sexo fetal se considera de interés particular para los padres, esta determinación puede tener una repercusión médica para los casos mencionados de enfermedades ligadas al “X” que obligan a la realización de estudios invasivos y que podrían eventualmente descartarse de utilizar esta metodología con el entrenamiento adecuado.
Artículo escrito por la Dra. María Lucia Acevedo Saladino