Consejo mexicano de diagnóstico y manejo de carcinoma hepatocelular
Consejo mexicano de diagnóstico y manejo de carcinoma hepatocelular
En México ha aumentado la incidencia del carcinoma hepatocelular, y existe poca información sobre los tratamientos administrados y la supervivencia de los pacientes. Por ello, este artículo tiene como objetivo investigar y analizar la evidencia sobre el diagnóstico de carcinoma hepatocelular en la población mexicana.
Epidemiología
El cáncer primario de hígado representa el 4% de todos los nuevos cánceres diagnosticados a nivel mundial, siendo el carcinoma hepatocelular responsable del 90% de los casos. Esta neoplasia es la quinta más frecuente y la tercera causa de muerte. Se presenta con mayor frecuencia en mujeres (63%) que en hombres (31%), con una edad promedio de 55 años en ambos sexos. Según los certificados de defunción, se observó un incremento del 0.4% al 1.3% en 2008.
Los grupos de riesgo incluyen a individuos en la sexta década de la vida con hepatopatías subyacentes como cirrosis hepática, hepatitis B y C, hígado graso no alcohólico, obesidad, diabetes mellitus y dislipidemias.
Diagnóstico
- El ultrasonido abdominal es el estudio más utilizado, con una especificidad mayor al 90% y una sensibilidad de hasta el 80%. Se recomienda realizar este estudio, siendo necesario esperar de 4 a 12 meses para identificar lesiones de 2 cm o más. Posteriormente, se recomienda repetirlo cada 3 o 4 meses durante 18 a 24 meses. En caso de detectar cambios en la morfología, se sugiere utilizar tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM).
- Ecográficamente se observa un nódulo ecogénico rodeado de un halo hipoecogénico. Mediante el doppler se puede apreciar la vascularidad intratumoral.
- En la TC, se visualiza una lesión hipo/isodensa en la fase simple, principalmente en la fase arterial temprana.
- Es recomendable realizar biopsias guiadas por imagen y determinar los niveles séricos del marcador alfa feto proteína.
Tratamiento curativo
Dependiendo de la clasificación tumoral, las opciones de tratamiento incluyen resección hepática, trasplante hepático y ablación local. Para pacientes con un hígado sano, la resección hepática suele ser la mejor opción.
Terapia locorregional
Las terapias ablativas son una buena alternativa en individuos cirróticos con carcinoma hepatocelular en etapas tempranas, con nódulos únicos o múltiples de 3 cm o menos. Estas terapias consisten en la inyección de ácido acético y etanol, o la aplicación de láser o crioterapia en el tumor, lo que conduce a la necrosis tumoral.
Este artículo resalta la importancia de la vigilancia en pacientes en riesgo, detectando lesiones hepáticas mediante ultrasonografía y actuando rápidamente ante la confirmación de un nódulo para aplicar un tratamiento curativo.
Artículo escrito por la Dra. Vianey Posadas
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