Correlación ecográfica-laparoscópica e colecistitis crónica y aguda. Validación 10 años después
La litiasis vesicular es la enfermedad más prevalente de a vesícula biliar y es responsable de la indicación más frecuente de cirugía abdominal. La ecografía abdominal constituye el examen inicial en la patología vesicular.
El objetivo de este estudio fue validar 10 años después, la clasificación ecográfica y laparoscópica propuesta previamente.
Se realizó un estudio descriptivo-prospectivo, evaluando 336 pacientes operados con colecistitis crónica o aguda, por vía laparoscópica. El promedio de edad fue de 47 años, 228 mujeres y 108 hombres.
Todos los pacientes fueron estudiados con ecografía abdominal, al menos 7 días antes de la cirugía efectuada, por un radiólogo experto y cuyo informe fue analizado en conjunto, evaluándose parámetros como presencia o ausencia de Iumen, número y tamaño de los cálculos y grosor de la pared vesicular.
Tipo I: Lumen visible, pared delgada < 2mm. Cálculos visibles.
Tipo II: Vesícula distendida, lumen visible, cálculos visibles y pared engrosada > de 3mm, se dividieron en 2 grupos según el grosor de la pared: IIA grosor de pared > o = a 5mm y IIB grosor de la pared > 5m.
Tipo III: Lumen no visible, pared de grosor indeterminado, 1 o más cálculos son sombra acústica.
Los hallazgos laparoscópicos fueron caracterizados y clasificados según la clasificación propuesta en 1997, basados en la clasificación ecográfica:
Tipo I: Colecistitis crónica simple.
Tipo IIA: Colecistitis aguda con pared < o = a 5mm, edema leve, sin fibrosis, sin necrosis, ni áreas de hemorragia.
Tipo IIB: Colecistitis aguda con pared > 5mm, edema, fibrosis, necrosis, y/o áreas de hemorragia.
Tipo III: colecistitis crónica esclerotrófica.
En el 59-5% de las ecografías fueron tipo I, 17.3% Tipo IIA, 19.3% Tipo IIB y 3.9% tipo III. La correlación de los hallazgos ecográficos y laparoscópicos son los anteriormente ya mencionados. En los pacientes con ecografía tipo I la correlación fue de 87%, es decir cuando la ecografía sugería una colecistitis crónica o litiásica, el hallazgo laparoscópico era concordante.
La correlación entre los hallazgos laparoscópicos y problemas quirúrgicos intra y post operatorios se evidenció una buena correlación. Los pacientes tipo I tuvieron un bajo número de dificultades intraoperatorias, complicaciones post operatorias y necesidad de conversión con hallazgos tipo IIB Y III las complicaciones intraoperatorias fueron significativamente más frecuente. La mortalidad observada fue del 0%.
Ruptura vesicular y derrame de bilis. Pues incluso cálculos se observaron más frecuentemente en lo pacientes con colecistitis IIB. Las complicaciones post operatorias fueron infrecuentes en todos los tipos laparoscópicos.
Las principales causas de conversión a cirugía abierta fueron la anatomía difícil, seguida por el síndrome Mirizzi y la lesión de la vía biliar, todas mucho más frecuentes en pacientes con hallazgos laparoscópicos tipo IIB y III.
La correlación histológica en relación a los hallazgos laparoscópicos demostró que en los pacientes tipo I fue en donde se encontró la mayor correlación, siendo el grupo IIA los que presentaron menor correlación.
Al concluir esta serie se puede ver que los resultados apoyan los obtenidos en el trabajo publicado anteriormente, con algunas pequeñas diferencias. La correlación entre los hallazgos ecográficos y los hallazgos laparoscópicos es cuena siendo mejor en los pacientes tipo I.
Los pacientes en los grupos I, con colecistitis o colelitiasis crónica tienen un bajo porcentaje de dificultad, los que aumentan al presentar un cuadro agudo. En nuestra serie el sangrado del lecho vesicular se presentó en el 2.9% la ruptura en el 9.2% encontrándose en el rango descrito en la literatura.
Esta clasificación constituye una herramienta útil en la correlación de hallazgos ecográficos y laparoscópicos en colecistitis crónica y aguda, que sirve de ayuda al cirujano en la predicción de problemas quirúrgicos.
COMENTARIO
Este estudio resulta interesante por la relación que tiene el diagnostico ecográfico con el manejo a seguir de os pacientes en todos los casos se les realizo un USG para diagnosticar el tipo de colecistitis lo cual nos indica la utilidad del mismo así como la importancia de que lo realice un buen ultrasonografista.
Este articulo me gusto en particular pues es un estudio retrospectivo que valora como evolucionaron los pacientes a partir del diagnostico y el manejo que se eligió en la mayoría de los casos sólo fue necesario el diagnóstico por USG.
Indudablemente la colecistitis o colelitiasis son patologías sumamente frecuentes y un buen diagnostico se basara en nuestra capacidad para diferenciar las distintas cosas con las cuales nos podríamos enfrentar. Únicamente con la práctica podremos adquirir la capacidad y habilidad necesaria para esto.