Tumor hepático vs absceso hepático piógeno en período neonatal en diagnóstico radiológico
Se dice que un tumor hepático es poco frecuentes en la edad pediátrica y representan aproximadamente un 5% de todos los tumores en fetos y recién nacidos. El uso de técnicas de imagen juega un papel importante en la evaluación de los tumores de hígado ya que permiten la caracterización, localización, determinación de la resecabilidad y seguimiento.
Se realizó una revisión de los tumores hepáticos que han tenido una mayor prevalencia en dicha población, siendo específicamente el hemangioendotelioma infantil, hemangioma, hamartoma mesenquimatoso y el hepatoblastoma las patologías de mayor incidencia. Por otro lado, el absceso hepático piógeno también es una lesión infrecuente, especialmente en la edad pediátrica. Este tipo de lesión puede simular neoplasias primarias o metastásicas y su diagnóstico diferencial es muy importante ya que el manejo y pronóstico del paciente cambia de forma significativa, además este tipo de estudios permiten el drenaje guiado por imágenes y seguimiento de la evolución de estas lesiones.
TUMOR HEPÁTICO
Hemangioendotelioma infantil
Tumor vascular benigno pero agresivo, generalmente se detecta antes de los 6 meses de edad. La presentación más común es una masa abdominal palpable, hepatomegalia, distensión abdominal difusa, trombocitopenia e insuficiencia cardiaca congestiva. Puede ser solitario, múltiple o difuso y puede medir hasta 15 cm de diámetro.
Hemangioma
Por lo general hallazgos incidentales. Los pequeños suelen ser asintomáticos, las lesiones grandes pueden presentar hepatomegalia, molestias abdominales y dolor. Los hemangiomas pueden ser únicos o múltiples y pueden tener estigmas cutáneos o asociación sindrómica. Múltiples hemangiomas cutáneos (más de cinco) se relacionan con hemangiomatosis interna, siendo el hígado el sitio extracutáneo más común.
Hamartoma mesenquimatoso
Es la segunda lesión hepática benigna más común y se observa en pacientes menores de 2 años de edad (2,4). La lesión es una anomalía del desarrollo y habitualmente se presenta con distensión abdominal progresiva, con o sin una discreta masa palpable (2). Puede ser predominantemente quística o de aspecto sólido, encapsulada o pedunculada y llegar a medir de 12-15 cm de diámetro.
Hepatoblastoma
El hepatoblastoma es el tumor primario hepático maligno más común y representa el 79% de los tumores de hígado en la edad pediátrica. Se presenta como una masa abdominal asintomática. La mayoría de los casos se presentan en niños menores de 3 años. El 70-90% de los pacientes presentan niveles séricos de alfa-fetoproteína elevados, sin embargo, en el periodo neonatal esta elevación es menor a la que se presenta en niños de mayor edad. Por lo general, se presentan como una lesión única, bien circunscrita y con una superficie nodular, pero puede ser multifocal también. Su localización más frecuente es en el lóbulo derecho del hígado, con un diámetro promedio de 10-12 cm.
ABSCESO HEPÁTICO PIÓGENO
El absceso hepático piógeno se define como una colección localizada de células inflamatorias la cual produce destrucción del parénquima hepático adyacente. Este tipo de lesión es infrecuente, especialmente en la edad pediátrica y su cuadro clínico muestra síntomas y signos inespecíficos, entre ellos fiebre, dolor abdominal y hepatomegalia, por lo que su diagnóstico en muchas ocasiones es tardío.
En el siguiente cuadro se muestran los hallazgos de imagen tanto de ultrasonido como de tomografía computarizada de cada entidad y su comparativo.
Comentario
Los tumores hepáticos y el absceso hepático piógeno son entidades raras en el periodo neonatal, sin embargo gracias a los estudios diagnósticos por imagen estas se han identificado con mayor regularidad.
El uso de la ecografía es de gran importancia no solo para el diagnóstico de dichas patologías, sino para muchas otras enfermedades, así como el uso de otras técnicas de imagen como la tomografía, que en conjunto se complementan para un mejor diagnóstico, pronóstico y tratamiento oportuno.
Resumen escrito por la Dra. Diana Román