Ecografía de mama
En la ecografía mamaria, los barridos ecográficos de la mama han sido realizados de manera transversa, longitudinal y oblicua, explorando los cuadrantes, las zonas, los triángulos conjuntivos glandulares, los conos de grasa.
Desde este punto de vista, es un objetivo primordial el pasar del estudio ortogonal de la mama a la práctica de la ecografía de la mama según la técnica radial, en la cual se estudia la mama mediante cortes radiales que tienen su centro en el pezón.
Esta técnica ecográfica tiene su fundamento en el hecho de que cada mama está compuesta por 15 a 20 lóbulos perfectamente distribuidos alrededor del pezón siguiendo una distribución horaria, distribución que debe guiar al ecografista para realizar un estudio anatómico preciso, haciendo un análisis morfológico detallado de los lóbulos mamarios, individualizándolos y estudiando su estructura, e identificando sus eventuales anomalías.
Como ventajas sobre la mamografía podemos incluir su capacidad para valorar la estructura interna de las lesiones en múltiples planos, su orientación, morfología y márgenes, tanto en las mamas de predominio graso como, sobre todo, en las mamas con estructura glandular densa, donde la mamografía se ve más limitada.
Clásicamente la ecografía mamaria convencional se ha descrito como una técnica que precisa:
a).- Barridos ortogonales del seno.
b).- Paciente en decúbito dorsal para aplanar la mama y disminuir su espesor
c). –Presión de la sonda sobre la piel para acercarse al tejido conjuntivo glandular profundo.
d).-Sonda a 90º respecto de la piel. Todo ello con el objetivo de disminuir el espesor del seno, para estudiar una lesión a una profundidad lo más fiable posible, con una sonda de frecuencia lo más elevada posible.
ELEMENTOS SISTÉMICOS
En un corte con la técnica convencional vamos a visualizar diferentes elementos constituyentes, que de superficie a planos profundos son los siguientes:
- La piel= como 2 líneas hiperecogénicas delimitando una zona hipoecogénica.
- La areola es una extensión del plano cutáneo, con la misma estructura aunque más espesa.
- El pezón es una zona ovalada más o menos prominente hipo-hetero-ecogénica, que no hay que confundir con una lesión.
- El tejido graso subcutáneo, hipoecogénico, dividido por las crestas de Duret hiperecogénicas.
- El cuerpo de la mama presenta una forma triangular heterogénea de dominio hiperecogénico, correspondiendo el vértice a la areola y pezón, y la base periférica. Las estructuras ligamentosas hiperecogénicas delimitan los compartimentos del tejido glandular hipoecogénico. Los canales galactóforos normales no son visibles espontáneamente.
- La grasa retromamaria= es más hipoecogénica que la grasa subcutánea debido a la atenuación. Su límite posterior es muy reflexógeno y corresponde a la aponeurosis del músculo pectoral.
Los planos profundos muestran la imagen costal= es una línea hiperecogénica con sombra acústica posterior pura, y la línea de reflexión pleural.
El cartílago condrocostal se visualiza en forma de una masa ovalada sólida hipoecogénica en un corte transversal, aspecto que no debe de ser confundido con una lesión. En un corte longitudinal el cartílago aparece en forma de una banda hipoecogénica, con bordes paralelamente limitados hacia arriba por el músculo pectoral, y hacia abajo por la línea de reflexión pleural.
Técnica de la ecografía convencional es una técnica de azar, en la que el ecografista podrá realizar una biometría, pero no una descripción y una topografía de los elementos específicos ni hacer su exploración inteligible para otro colega.
Ello queda resuelto reemplazando la ecografía convencional por la ecografía lobar siguiendo la técnica radial, que nos llevará al concepto de ecografía ductal.
La exploración ecográfica debe estar precedida de un cuidadoso interrogatorio, teniendo en cuenta el conjunto de antecedentes personales (partos previos, lactancias, antecedentes gíneco-obstétricos, quirúrgicos y médicos) y familiares, de un examen clínico completo y del estudio de radiografías y/o ecografías previas.
Artículo escrito por la Dra. María Elena Díaz Perez