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Lo primero que cabe resaltar son las limitaciones de los estudios radiológicos y ultrasonograficos para poder comprender los posibles errores y sus causas y así lograr aprovecharlos para un diagnóstico lo más certero posible.

Con respecto al ultrasonido su principal limitante es que es un método operador-dependiente y la capacitación adecuada requiere de mucha práctica. La información se obtiene de la integración del movimiento del transductor y la comprensión de la ubicación espacial de los tejidos por el operador.

En los rayos X hay 5 diferentes grados de atenuación:

  1. Aire y los gases
  2. Grasa
  3. Líquidos y tejidos blandos
  4. Calcificaciones y el hueso
  5. Medios de contraste y metales.

En ultrasonido, la diferenciación de los tejidos se logra por la diferente impedancia acústica de los tejidos, es decir, la resistencia o impedimento que ofrecen al paso de las ondas mecánicas longitudinales y esto depende prácticamente en forma directa de la densidad física de los tejidos biológicos.

La velocidad del sonido es aproximadamente de 1,540 m/seg.

La ubicación de las diferentes estructuras anatómicas en el ultrasonido depende del retardo de los ecos. Una onda de ultrasonido tardará 13 millonésimos de segundo (13 microsegundos) en regresar si se refleja a 1 cm de profundidad.

En uno de los casos clínicos me resalto como tanto el ultrasonido como las radiografías se complementan, siendo que en la radiografía se pueden apreciar las calcificaciones y en el ultrasonido no, sin embargo en este se visualizaron los tejidos sólidos que en la radiografía pasaban desapercibidos.

Veremos las diferentes densidades radiológicas y su análisis comparativo con el ultrasonido.

En medios donde se presenta una menor atenuación se da un fenómeno que se conoce como reforzamiento posterior.

El método diagnóstico de la ultrasonografía está basado en la producción de ondas que se transmiten en el cuerpo humano para poder formar imágenes. Dichas imágenes son formadas por ecos que se producen al reflejarse una onda mecánica longitudinal en una interfase.

Una onda puede considerarse una perturbación que se propaga en un medio desde un punto a otro sin que en dicho medio exista algún desplazamiento.

Hay dos clasificaciones de las ondas mecánicas en ultrasonido:

  • Transversales
  • Longitudinales

La longitud de onda es la distancia entre el inicio y el final de la misma.

La frecuencia en que funcionan los transductores en ultrasonido es usualmente de 2 a 5 MHz.

Existen 3 tipos de ondas mecánicas longitudinales:

  • Ondas audibles: oscilan entre 20 y 20 mil Hertz.
  • Ondas infrasónicas: terremotos
  • Ondas ultrasónicas: utilizadas en los equipos de ultrasonido.

La ultrasonografía produce ondas mecánicas longitudinales formadas por un movimiento vibratorio de los cristales que componen al transductor.

El efecto piezoeléctrico consiste en que se produce una carga eléctrica en respuesta a la aplicación de la presión mecánica en materiales como el cuarzo y algunas cerámicas.

Las ondas mecánicas longitudinales se propagan en el medio transmisor en forma de movimientos de vaivén.

Existen dos características en el medio transmisor:

La atenuación es el debilitamiento de las ondas mecánicas longitudinales del ultrasonido al paso por diferentes tejidos.

La atenuación se ocasiona por diferentes condiciones tales como:

  • Absorción: es la conversión de energía sónica en calor.
  • Reflexión: es el cambio de la dirección del haz de luz del ultrasonido hacia la fuente que lo produce. Gracias a esto se pueden formar imágenes ultrasonografías. Los ecos se reflejan en la interfaces (punto de contracto que existe entre los tejidos con impedancias acústicas diferentes.
  • Dispersión: ocurre cuando el ultrasonido incide en una interfase de forma irregular lo cual ocasiona que el sonido cambie de dirección en varios sentidos.
  • Refracción: consiste en el desvió del haz del sonido que pasa de un medio con cierta impedancia acústica a otro de impedancia acústica diferente.

Modos A, B Y M

El modo A fue el primer método utilizado. Este modo consiste en la representación a una línea basal, en un osciloscopio, que indican diferentes voltajes producidos por lo voltajes producidos por los ecos que retornan de las diferentes interfaces.

Al querer mejorar el modo A se logró obtener la sustitución de las deflexiones producidas por el voltaje generado por los ecos, por puntos brillantes. Esto llamado el modo B. La brillantez del punto obtenido tenía relación directa con la amplitud de los ecos recibido de determinada interfase. Se puede obtener así una imagen del área de estudio.

El modo M es la combinación del modo B, permite obtener trazos que representan la estructura anatómica en estudio. Su utilidad principal es en ecocardiografía.

El modo B, imagen en tiempo real, se obtuvo con el diseño de imágenes en tiempo real, bidimensional (2D) mediante múltiples pulsos de ultrasonido emitidos en forma de líneas sucesivas dando lugar a l representación bidimensional de los ecos que se obtienen de una estructura anatómica. Se generan múltiples imágenes individuales (15 a 60 cortes por segundo).

Se utilizan diferentes tipos de transductores y pueden ser mecánicos o electrónicos.

Ultrasonografía en tiempo real

Esto es posible mediante la emisión alterna del haz del ultrasonido por los diferentes cristales piezoeléctricos del transductor, así obtener el efecto de movimiento.

El artificio de reverberancia consiste en que el sonido, al profundizar los tejidos, en vez de una y sólo una reflexión para regresar al transductor (eco), se refleja en una interfase profunda y en su trayecto de regreso, sufre otra reflexión hacia la profundidad donde nuevamente se refleja hacia la superficie, llegando con retraso al transductor.

Esto es interpretado por el aparato de ultrasonido como un eco procedente de mayor distancia, porque la ubicación de los tejidos se realiza en función del retardo de los ecos.

Es decir, que al realizar un estudio de ultrasonido en un embarazo, se podría confundir en un embarazo gemelar. Al igual que al  hacerlo el estudio en vesícula se pudiesen observar múltiples cálculos.

El reforzamiento posterior que se pre­senta en las estructuras líquidas, como la sombra sónica poste­rior secundaria al hueso o calcificaciones, representan imágenes artificiales generadas por una forma peculiar de transmisión del sonido.

Como ejemplo el tejido distal a un quiste hepático tiene mayor eco­genicidad intrínseca que el tejido proximal y el tejido distal a una costilla es ecolúcido. Esto es producido por la falta de atenuación del quiste en comparación al tejido hepático normal mostrado en la imagen y en el caso de la sombra sónica, la intensa reflexión del ultrasonido, impide que éste pase más allá de la costilla que sirve de barrera al paso de los haces de ultrasonido.

Artículo escrito por la Dra Riojas Rodríguez Melissa Abril

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