Frecuencia y curso clínico de la litiasis biliar en pacientes con preeclampsia severa.
En este artículo se hace hincapié de la importancia de realizarlo por ser un tema poco estudiado en pacientes con esta condición. Nos explican que el dolor en epigastrio o hipocondrio derecho, náuseas y vómito es la sintomatología clásica de inminente eclampsia, sin embargo, puede deberse también a una litiasis biliar, la cual es una de las causas principales no obstétricas de hospitalización de pacientes que cursan su primer trimestre de embarazo o el puerperio inmediato. Aunque el diagnóstico debe ser clínico, el ultrasonido es fundamental para corroborar y en este caso, descartar eclampsia ya que se reporte una frecuencia de 4.3 % de paciente con preeclampsia y litiasis biliar.
Realizaron un estudio transversal en 141 pacientes a quienes se les realizó ultrasonido antes del parto o en el puerperio inmediato con preeclampsia severa: T/A mayor o igual a 160/110, proteinuria mayor o igual a 5 g / 24hrs, o bien, con evidencia clara de daño en órganos blanco. Se excluyeron a pacientes con antecedentes de hipertensión crónica esencial o secundaria.
A partir del Ultrasonido, se dividieron en Grupo A (sin litiasis) y Grupo B (con litiasis). En el grupo B se incluyeron con lodo biliar, con lito único, litos múltiples o vesícula calcificada ). Se tomaron en cuenta en la madre, datos como: edad, paridad, peso, semanas de gestación, dolor en epigastrio o en hipocondrio derecho, resultados en perfil bioquímico y días de estancia en cuidados intensivos. En el feto, se tomaron en cuenta el peso, la edad de gestación, calificación Apgar al minuto y a los 5 minutos, supervivencia y mortalidad neonatal.
Dentro de los resultados, se encontraron 120 pacientes dentro del Grupo A y 21 pacientes en el Grupo B. El ultrasonido se realizó en el preparto para el Grupo B y en el puerperio inmediato en el Grupo A, buscando investigar la hipertransaminasemia en el 88.6% del total de pacientes, el dolor abdominal de semiología hepática en 9.2%, datos clínicos de colecistitis aguda en 1.4% y determinar el estudio de la litiasis vesicular ya diagnosticada previamente.
Se encontraron litos en 19 casos de los pacientes del Grupo B y en 2 casos se encontró pared vesicular calcificada. De estos 19 casos, 12 eran litos únicos, 7 litos múltiples. En 9 casos del total se encontraron datos de lodo biliar, sin embargo, 8 casos fueron en el Grupo A, así como la presencia de 3 casos con pólipos vesiculares, por lo que no hay coexistencia de litiasis vesicular con pólipos vesiculares. No se encontraron variaciones importantes en el diámetro del colédoco.
De 13 pacientes que reportaron dolor abdominal, 10 fueron del Grupo A y sólo 3 del Grupo B, el cual se redujo dentro de las primeras 2 horas de ayuno, antihipertensivos y administración de Ketorolaco 30 mg. Los resultados del perfil bioquímico fueron similares en todas las pacientes.
En conclusión, se hace una comparación del estudio con el realizado en 1997 por Alba y colaboradores en donde se encuentra una incidencia de 15% de litiasis vesicular en pacientes con embarazo sin complicaciones, y se concluye que la incidencia de esta enfermedad es la misma para pacientes con preeclampsia severa.
COMENTARIO.
Considero que es un artículo interesante debido a la comparación que realizan dentro de las conclusiones, además, clínicamente, es importante tener en cuenta la litiasis vesicular como diagnóstico diferencial en pacientes con preeclampsia, ya que la sintomatología en algunos casos es similar a la de eclampsia, y debido a la urgencia que esta enfermedad representa, es fundamental el pronto diagnóstico. De igual modo, el ultrasonido es fundamental para poder hacer un diagnóstico, agregado a la valoración del producto para valorar la estabilidad y la vitalidad del mismo.