Hernia diafragmática congénita: marcadores sonográficos prenatales y pronostico perinatal
La hernia diafragmática es una entidad congénita que llega a afectar hasta a 1 de cada 1.200 nacidos vivo. Tiene una elevada mortalidad por que hay hipoplasia pulmonar y por consecuencia una hipertensión, esto a pesar de que hay grandes avances tecnológicos en cuento a la asistencia respiratoria neonatal.
El parámetro biométrico más importante para estimar el tamaño pulmonar es usar la ‘relación pulmón cabeza ‘, LHR por sus siglas en ingles, este predictor se ha vuelto muy fuerte y más aun cuando hay hígado herniado a hemitorax . cuando el valor es por arriaba de 1.4 hay una supervivencia hasta de un 100% y en aquellos con menos, tienen una supervivencia del 38% , esto además indica una hernia con gran volumen de compresión mediastinal. El motivo de poder detectarlo antes del nacimiento es para poder planificar el parto y que se cuente con el personal adecuado, además de las instalaciones para poder reparar el daño.
El propósito de este artículo es precisamente revisar la mortalidad perinatal asociada a un LHR bajo y la presencia de hígado en tórax.
Se revisaron siete años, desde 2005 a 2011, se evaluaron a todos los pacientes, tenían que ser fetos únicos, que solo tuvieran hernia diagramática, sin ninguna patología relacionada. se reviso el LHR en todas, además de la localización del hígado..
Se dividió a las pacientes en dos grupos, el primero con un índice LHR menor a 1.2 y el otro con más de 1.2. De las 23 pacientes encontradas se descartaron 8 y quedaron 15 para el estudio.
La edad media materna fue de 30.2 años, y más del 60% presentaban polihidramnios en el ultimo ultrasonido. Al nacer todos tuvieron más 32 semanas, todos por cesárea y 9 fueron de urgencia.
Hubo 5 casos con el hígado localizado en mediastino, el resto se encontraba abajo.
De los 8 casos que presentaron un índice menor a 1.2 sobrevivieron 7 y del otro grupo de los 7 casos con mayor de 1.2 solo vivieron 2. Siendo una tasa de supervivencia del 60%.
Revisando otros estudios se encontró que hay una tasa de supervivencia de hasta un 70% pero en estos casos si bien si se encontró una relación significativa del LHR la tasa de mortalidad supero el 40%.
La búsqueda por parte del ultrasonido de este tipo de malformaciones, más que de un predictor de supervivencia, es poder informar a los padres de la anomalía para que estén preparados y relacionados con las complicaciones.
S han querido establecer otros parámetros, pero como la hipoplasia pulmonar es el principal factor de muerte en los neonatos, por eso se tomo esta medida. Lo ideal es medirlo antes de la semana 26 para que sea más exacto.
Otro dato de mal pronóstico además del índice es también la localización del hígado, la mayoría de los neonatos muere cuando el hígado también se encuentra herniado a mediastino, en este estudio resulto que este dato fue más revelador que el mismo índice LHR, ya que de los 7 pacientes solo dos sobrevivieron.
Se requieren más investigaciones para poder definir o proporcionar una solución a este problema, ya que es muy difícil revisar los pulmones nada mas por ecografía cuando todavía no entran en funcionamiento.
Lamentablemente sigue siendo una patología con alta mortalidad y sin poder ofrecer tratamiento intrauterino.
Comentario:
La ventaja que nos ofrece una ecografía en este tipo de patologías es impresionante, ya que gracias a ella podernos realizar diagnósticos tempranos en estos casos para poder ofrecer el tratamiento más inocuo para el paciente. Si bien hay varios predictores, respecto a la mortalidad, siempre debemos estar conscientes de que hay que revisar exhaustivamente al paciente para poder dar el diagnóstico certero y que pueda ser canalizado. Leyendo artículos relacionados y en la conclusión de este mismo, pienso que es mejor predictor la localización del hígado, ya que este fue mucho más confiable que el índice LHR. En la actualidad hay avances intrauterinos para estas patologías, lamentablemente este tipo de tecnología aun no ha llegado a nuestro país aun.
Artículo escrito por la Dra. Brisa Villareal