HÍGADO GRASO Y ESTEATOSIS HEPÁTICA NO ALCOHÓLICA, CONCEPTO ACTUALES
El hígado graso no alcohólico es una de la hepatopatías más frecuentes a nivel mundial, encontrándose con mayor prevalencia entre la 4.- y 6.- década de la vida, en el sexo masculino y en personas con raza hispana. Particularmente en México 14% de la población cursa con HGNA, en México los escoleras con sobrepeso u obesidad presentan elevación de transaminasas hasta en un 42%, indicio de padecer hígado graso no alcohólico.
Diversos estudios han mostrado gran relación entre padecer síndrome metabólico y presentación de hígado graso, se ha observado que los pacientes que presentan obesidad, alteración de glucosa en ayuno, presentan cambios hepáticos por ultrasonido hasta en un 35.2%.Autores han comprobado que existe asociación directa entre la hipertrigliceridemia severa y la hiperlipidemia mixta en la aparición de datos compatible con hígado graso por ultrasonido.
El hígado graso no alcohólico se ha observado en patologías que incrementan el aporte hepático de ácidos grasos como la resección del intestino delgado, cortocircuito gástrico y anemia grave.
Dentro del proceso fisiopatológico, se ha considerado que la desregulación del metabolismo de los acido grasos juega un papel de gran importancia, ya que al ser el hígado el órgano encargado de la descomposición de los acido grasos a través de la mitocondrias secretándolos como lipoproteínas de baja densidad, al existir una cumulo de triglicéridos en el hígado, se presenta un proceso de esteatosis hepática, característica histológica de HGNA. Así mismo se ha considerado que la formación de ácidos grasos libres, aumenta la secreción de factores transformadores de crecimiento beta y factor de necrosis tumoral, provocando inflamación y fibrosis en dichos tejidos.
Del 25 al 35% de los pacientes que padece HGNA progresan a fibrosis y un 65% de los pacientes permanecen estables, sin embargo la población que padece hígado graso no alcohólico tiene una sobrevida menor a la población sana.
Para el diagnóstico de Hígado Graso, existen distintos métodos diagnostico útiles así como la presencia de un cuadro clínico:
Entre le 48 a 100%% de los pacientes con HGNA permanecen asintomáticos, pero algunos pacientes pueden referir dolor localizado en el cuadrante superior derecho, astenia ya dinamia.
Los pacientes que padecen HGNA presentan elevación de las transaminasas, observándose un aumento de 2 a 4 veces en niveles de AST y ALT, así como elevación de la fosfatasa alcalina en un 30%.
EL Ultrasonido tiene una sensibilidad del 89% y una especificidad del 93%, para la detección de esteatosis moderada a severa. La esteatosis se observa hiperecocica en relación al riñón derecho o al bazo. El grao de esteatosis se basa en la evaluación de la ecogenicidad:
Grado 0: Ecogenicidad Normal
Grado 1: Aumento ligero y difuso de la ecogenicidad del parénquima hepático, con visualización del diafragma y los bordes de la vasculatura hepática.
Grado 3: Aumento moderado de la ecogenicidad con pobre visualización de vasos hepáticos.
La resonancia magnética es el mejor método para diagnosticar el grado de esteatosis, ya que cuenta con un 100% de sensibilidad y un 92.3% de especificidad. La biopsia hepática es el único estudio que permite el diagnóstico de certeza y estadificacion de HGNA.
El tratamiento del hígado graso no alcohólico debe ser integral, enfocándose al estadio que presente el paciente, esteatosis, estehepatitis o la cirrosis. Las medidas de mayor importancia dentro del tratamiento será la corrección de sobrepeso u obesidad, resistencia a la insulina y dislipidemia. Se ha considerado que al reducir un 5% del peso corporal total, existe disminución de las transaminasas y al reducir un 10% del peso corporal total existe aminoración de datos de USG. Existen dentro del tratamiento farmacológico, diversas opciones que han demostrado disminuir la presencia de esteatosis y fibrosis dentro de los cuales se encuentra la metofmrina, el orllistat y la sibutramina.
COMENTARIO:
Al ser el anterior un artículo de revisión, resulta ser más rico en información, ya que detalla las características necesarias para el entendimiento de la patología de hígado graso, desde su prevalencia, etiología así como fisiopatología y tratamiento. Al leer el artículo nos percatamos de la importancia del diagnóstico oportuno de trastorno metabólicos que puedan generar el origen de un hígado graso, en cuanto al enfoque que se coloca en el artículo en base al diagnóstico por imagen considero es de gran importancia en especial, en la descripción ultrasonografía, mencionando la tonalidad de grises para observar la fibrosis y esteatosis hepática. La conclusión que otorga el artículo respecto a la importancia del tratamiento integral en una buena dieta, ejercicio y hábitos alimenticios adecuados, indica que la prevención continua siendo un pilar muy importante ante las enfermedades crónicas.