La colecistitis aguda
La colecistitis aguda es la afección característica de las vías biliares y constituye la complicación más frecuente de la colecistitis crónica; dada la versatilidad de sus síntomas, precedidos por el dolor, es considerada el principal factor causal de abdomen agudo, especialmente en mujeres de edad avanzada, En 95 % de los casos ocurre como consecuencia de litiasis y en 5 % obedece a otras causas menos frecuentes, las colecistitis agudas alitiásicas.
El diagnóstico certero para este padecimiento es la ecografía. Este procedimiento se caracteriza por ser económico, rápido, eficaz e inocuo ya que no utiliza radiaciones ionizantes, ofrece imágenes de alta resolución y óptima calidad, puede repetirse las veces que se considere necesario y prácticamente sin complicaciones, razón por la cual se le debe prestar especial atención, por el aporte que brinda sobre el estado de la vesícula y las posibles complicaciones de esta afección.
Los criterios ecográficos de la colecistitis aguda están bien establecidos: grosor de la pared vesicular igual o mayor de 4 mm, presencia de edema de la pared vesicular, litiasis intravesicular proyectada en el cuello, tamaño superior a 100 x 60 mm, líquido perivesicular, colédoco dilatado y bilis de estasis.
Se realizó un estudio descriptivo y transversal de 201 pacientes con colecistitis aguda, diagnosticados en el Servicio de Imagenología del Hospital Provincial Clinicoquirúrgico Docente «Saturnino Lora» de Santiago de Cuba en el período comprendido desde enero de 2009 hasta junio de 2010 y tratados en el Servicio de Cirugía General de dicha institución.
Los datos se obtuvieron de las historias clínicas. Se confeccionó un cuestionario que recogía las principales variables sociodemográficas (grupos de edades, sexo y raza) y las características ecográficas de los órganos de interés para los investigadores.
Se estableció la correlación entre los diagnósticos ecográficos y operatorios.
La alta eficacia de esta técnica, permite medir los diámetros vesiculares con alto grado de confiabilidad; al respecto, consideran que el diámetro longitudinal debe medirse en corte sagital y el transverso y anteroposterior, en corte coronal.
Varios autores destacan la necesidad de explotar al máximo los datos que proporciona la ecografía en cuanto a espesor de la pared vesicular, constitución de esta, existencia de edema y grado de inflamación, aspectos de inestimable importancia para el cirujano en la intervención quirúrgica de urgencia.
En estudios afines se plantea que en la colecistitis aguda la pared vesicular alcanza valores mayores de 4 mm, que asociados al edema y a la dilatación de esta, existen riesgos de otras complicaciones.
Al respecto se afirma que los procesos inflamatorios de la pared vesicular se asocian frecuentemente a litiasis y que su engrosamiento difuso se puede demostrar mediante ecografía, tanto en la colelitiasis aguda como en la crónica.
Es altamente difundido el hecho de que en la fisiopatología de la colecistitis aguda la litiasis es la responsable de 95 % de los casos, en los cuales se destaca, además, la frecuente localización en el cuello vesicular, lo cual obstruye el libre drenaje de bilis y, por consiguiente, desencadena uno de los mecanismos fisiológicos de instalación del cuadro clínico.
La mayoría de los autores sostienen que la ecografía debe ser el primer examen a realizar cuando se sospecha la presencia de inflamación litiásica aguda en la vesícula biliar, pues permite hacer un diagnóstico certero.
La ecografía diagnóstica en la etapa preoperatoria brinda información sobre el estado de las vías biliares y la presencia de coledocolitiasis, parámetros capaces de convertir la intervención por vía laparoscópica en cirugía abierta.
En estos casos la cirugía proporciona evidencias diagnósticas más precisas, ya que permite confirmar con detalles las alteraciones producidas en la pieza anatómica del paciente. Al respecto, no se puede ignorar que la ecografía es un medio de diagnóstico que ofrece imágenes, y que independientemente de todas las ventajas y beneficios para el paciente, el éxito del proceder depende de factores, tales como: resolución y calidad técnica del equipo, que no es la óptima en este centro; capacidad de cooperación y preparación de los pacientes, la cual en muchas ocasiones está mermada debido a que el dolor que usualmente sienten por su padecimiento no les permite realizar una maniobra exitosa de atrapamiento de aire y retenerlo el tiempo mínimo indispensable, para visualizar el órgano objeto de estudio, ni adoptar las posiciones orientadas.
Por otra parte, debido a la urgencia en cuanto a los signos y síntomas, los pacientes frecuentemente no están en ayunas, que es la preparación que se necesita para lograr una buena repleción por bilis de la vesícula y definir así, con nitidez, sus características; de esta manera también se evita la superposición de gases.
Cuando se trata de un paciente obeso, la superposición de panículo adiposo, conocido como «enemigo del ultrasonido», resta precisión al examen. Este proceder es operador dependiente, es decir, la experiencia, la destreza y la habilidad del ecografista desempeñan una función primordial en el resultado final de este medio de diagnóstico.
COMENTARIO
En este artículo se analizaron los parámetros ecográficos específicos de la vesícula biliar en pacientes con colecistitis aguda, siendo la colecistitis aguda la afección característica de las vías biliares y constituye la complicación más frecuente de la colecistitis crónica, es considerada el principal factor causal de abdomen agudo, especialmente en mujeres de edad avanzada.
El diagnóstico certero para este padecimiento es la ecografía. Este procedimiento se caracteriza por ser económico, rápido, eficaz e inocuo ya que no utiliza radiaciones ionizantes, ofrece imágenes de alta resolución y óptima calidad, puede repetirse sin complicaciones.
Los criterios ecográficos de la colecistitis aguda están bien establecidos: grosor de la pared vesicular igual o mayor de 4 mm, presencia de edema de la pared vesicular, litiasis intravesicular proyectada en el cuello, tamaño superior a 100 x 60 mm, líquido peri vesicular, colédoco dilatado y bilis de estasis.
Se realizó un estudio descriptivo y transversal de 201 pacientes con colecistitis aguda, diagnosticados en el Servicio de Imagenología del Hospital Provincial Clinicoquirúrgico Docente «Saturnino Lora» de Santiago de Cuba en el período comprendido desde enero de 2009 hasta junio de 2010 y tratados en el Servicio de Cirugía General de dicha institución.
Los datos se obtuvieron de las historias clínicas. Se recogían las principales variables sociodemográficas (grupos de edades, sexo y raza) y las características ecográficas de los órganos de interés para los investigadores.
En estudios afines se plantea que en la colecistitis aguda la pared vesicular alcanza valores mayores de 4 mm, que asociados al edema y a la dilatación de esta, existen riesgos de otras complicaciones.
la alta eficacia de esta técnica, permite medir los diámetros vesiculares con alto grado de confiabilidad; al respecto, consideran que el diámetro longitudinal debe medirse en corte sagital y el transverso y anteroposterior, en corte coronal.
Al respecto se afirma que los procesos inflamatorios de la pared vesicular se asocian frecuentemente a litiasis y que su engrosamiento difuso se puede demostrar mediante ecografía, tanto en la colelitiasis aguda como en la crónica.
Finalmente se concuerda que la ecografía es insustituible para el diagnóstico y seguimiento de quienes padecen colecistitis aguda.
Se concluye que el sexo femenino, los mestizos y las personas de 60 y más años, constituyeron las características sociodemográficas de mayor relevancia en los pacientes con colecistitis aguda.
La vesícula dilatada, el edema y aumento del grosor de su pared, así como la presencia de litiasis proyectada hacia el cuello vesicular, revelaron ser los parámetros ecográficos predominantes en la casuística,
Artículo escrito por la Dra. Berenice Borraz