La glándula tiroides
La glándula tiroides puede ser estudiada con diversas técnicas imageneológicas como cintigrafía, tomografía computada (TC) y resonancia magnética (RM). Sin embargo, el método más utilizado es el ultrasonido (US); técnica de primera línea, que permite la evaluación morfológica y vascular. Además permite la ubicación intra operatoria de lesiones y sirve como guía en procedimientos invasivos.
El resultado del US determina conductas de diagnóstico, terapéuticas o ambas en un 63% de los pacientes con nódulos palpables.
La cintigrafía tiroidea con Tc-99 es un método muy sensible para determinar la funcionalidad de un nódulo. Sin embargo, mención merece el hecho de que un nódulo no captante o “frío” puede corresponder indistintamente a un adenoma, quiste, carcinoma o tiroiditis focal, entre otros. De todos los nódulos fríos sólo 1%-4% son malignos. La evaluación cintigráfica de los cambios anatómicos en enfermedad nodular tiene poco rendimiento, ya que el 20-25% de los nódulos informados como únicos, resultan ser múltiples al US.
La TC está indicada como estudio de segunda línea, orientado a la estadificación de cánceres conocidos, extensión de la patología benigna o la evaluación de un tiroides intratoráccico. La RM sólo tiene ventajas en el diagnóstico del cáncer tiroideo recurrente, con valor predictivo positivo (VPP) de 82% y negativo (VPN) de 83%.
Anatomía normal de la tiroides la glándula tiroides se ubica en relación con la cara anterior de la tráquea, rodeando a ésta. Sus dimensiones en el adulto son de 4-6 cm x 2 cm x 2 cm en sentido cráneo caudal, sagital y transversal respectivamente.
A nivel del istmo, mide menos de 0.3cm en sentido antero posterior. Su volumen aproximado es de 18 ml en la mujer y de 25 ml en el hombre. Normalmente sus extremos deben ser aguzados y es esperable encontrar un lóbulo piramidal en el 20% de los casos, lo que constituye una variante anatómica.
En la búsqueda de la glándula hay que tener en cuenta la posibilidad de hemiagenesia, la cual afecta más al lóbulo izquierdo y es predominante en mujeres.
También puede presentarse agenesia o bien ectopia glandular.
Nódulos tiroideos
Es una entidad extremadamente frecuente; en USA 4%-7% de la población general tiene nódulos palpables. La mitad de la población mayor de 50 años tiene nódulos en la ecografía cervical y un 50%son diagnosticados en autopsias. Son 8 veces más frecuentes en mujeres, y cuando están presentes en hombres tienen el doble de riesgo de ser malignos.
Al encontrar un nódulo, se debe tener en cuenta que el cáncer tiroideo es una entidad muy poco frecuente, correspondiendo al 1% de todos los cánceres, lo que se traduce en que la gran mayoría delos nódulos son benignos y corresponden en primera instancia a hiperplasia nodular. Sin embargo, este contraste nos enfrenta al desafío de distinguir el poco frecuente nódulo maligno.
El cáncer de tiroides es más frecuente en mujeres (80%) y se asocia a glándulas expuestas a radiaciones ionizantes. Se presenta alrededor de la 5ªdécada de vida (41.6 años promedio).
En ultrasonido, la gran mayoría de los nódulos tiroideos benignos son fundamentalmente quísticos, pudiendo presentar tabiques, sedimento y ser negativos a la señal Doppler color. Estas características representan la degeneración coloidea de un nódulo adenomatoso. Son benignos también aquellos sólidos, ecogénicos y con calcificaciones en cáscara.
La ecografía pélvica en mujeres representa un papel integral en la evaluación de las enfermedades ginecológicas. Tanto la ecografía pélvica abdominal y la ecografía pélvica endovaginal se constituyen hoy por hoy, en técnicas bien establecidas para la valoración de los órganos pélvicos femeninos.
Artículo escrito por el Dr. José Eusebio López Pardo