Papel actual del diagnóstico por imagen en la evaluación del paciente con cólico nefrítico.
El cólico nefrítico se define como un dolor agudo en el flanco (en ocasiones se irradia a la ingle) escrito por los pacientes como el peor de su vida y que generalmente se acompaña de náuseas, vómitos y hematuria. La litiasis es un agregado policristalino compuesto de cristaloides (95%) y materia orgánica (5%). La mayoría (80%) está compuesta de oxalato de calcio y fosfato de calcio; 10% de estruvita, 9% de ácido úrico y 1% de cistina, xantina o se relaciona con el indinavir.
Tradicionalmente el protocolo de estudio radiológico comienza con una placa simple de abdomen, el ultrasonido y la urografía excretora. Desde hace algunos años la tomografía computada. La resonancia magnética nos ayuda a diferenciar la obstrucción aguda de la crónica debido a su buena capacidad demostrar extravasados urinosos. Además, nuevos estudios con RM muestran resultados prometedores en cuanto a la función renal, similares a los del reno grama diurético. Esto, aunado a no tener que emplear radiación ionizante, hace de la RM un método ideal para el estudio de pacientes pediátricos y embarazados.
- La placa desde el apéndice xifoides hasta la articulación sacro coccígea. Valoramos las sombras renales, la presencia de opacidades proyectadas sobre el área renal, el trayecto ureteral y la pelvis.
- Ultrasonido abdominal: valoramos el hígado, la vesícula biliar, las vías biliares, el páncreas, el bazo, la aorta y el retroperitoneo, prestando particular atención a la morfología, el volumen, los contornos, el espesor
Cortical y la ecoarquitectura renal; la ecogenicidad, las vías excretoras, el área perinéfrica, así como la visualización y tamaño de la litiasis.
- urografía excretora. Posterior a la administración del contraste IV se realizaron proyecciones a los 5, 15 y 30 minutos. En caso de obstrucción de la vía excretora y si no se observó el sistema uretropielo-calicial se realizaron proyecciones de 1, 2, 4, 8 y 12 horas pos administración del contraste. Valoramos el tamaño renal, los contornos, la densidad, el nefrograma, las vías excretoras, litiasis cálcica o radiolúcida, compresiones extrínsecas del uréter, el calibre uretral, la localización de la obstrucción y la vejiga urinaria.
- TC: la exploración sin contraste IV se extendió desde las cúpulas diafragmáticas hasta la sínfisis del pubis. Se realizó una adquisición helicoidal, con tiempo de rotación de 0.5 segundos, con una cobertura del detector de 40 mm y un espesor helicoidal de 5 mm, un régimen de 120 kV y automodulación del miliamperaje. El algoritmo de reconstrucción utilizado fue “standard”. En caso de requerir contraste yodado intravenoso se realizó el estudio dinámico tras su administración (concentración de 320 mg/ml), con un ritmo de perfusión de 2 ml/segundo, adquiriendo las imágenes en fase portal (60-90 segundos). En la exploración sin medio de contraste valoramos: posición, tamaño y contornos renales, densidad renal basal, área perinéfrica, vías excretoras. Litiasis: localización, tamaño, densidad de la litiasis. Calibre de vías excretoras, visualización de la pared ureteral, área periureteral grasa, vejiga urinaria, espacio retroperitoneal. Con contraste: densidad renal, nefrograma, retraso excretor, vías excretoras.
- RM: comenzó sin contraste intravenoso y visualizando desde la cúpula diafragmática hasta la sínfisis del pubis, después de la administración IV de medio de contraste paramagnético y de un diurético en dosis baja (0.1 mg /kg de peso de furosemida con una dosis total de 5-10 mg en pacientes sin uropatía obstructiva y de 5 mg con obstrucción) se realizó una secuencia RARE- Half Fourier potenciada en T2 con 2 900 ms en single-shot y un tiempo de eco de 700 ms con una longitud de tren de ecos de 174 y un espesor de la sección de 60-80 mm en el plano coronal. Valoramos la hidrografía renal, el área perinéfrica, la intensidad de señal basal renal, la diferenciación corticomedular, las vías excretoras, las áreas retroperitoneal y pélvica.
Por otro lado, el US jugó un papel importante en la evaluación de la morfología y volumen renales; sin embargo, su sensibilidad para la detección de la litiasis es bastante modesta y varía de 19-64% y de 74-85% para el diagnóstico de obstrucción.13-18 La mayor desventaja del US es que no puede dar una imagen completa del trayecto ureteral. El gas intestinal y el hecho de que el paciente sea obeso también contribuyen a que una imagen sea pobre.
Por lo cual la placa y el ultrasonido son los dos estudios de primera línea que se deberían emplear en el cólico nefrítico.
Comentario:
Con este estudio nos damos cuenta de la importancia y del orden de los estudios como deben de realizarse, y pues se dio a la conclusión que el USG y Rx de abdomen son los dos primeros estudios que se deberían de realizar para el adecuado diagnóstico en el cólico renal y en consecuencia la urografía, tac y rm pero estos ya son dentro del ámbito hospitalario.