Pseudoquiste esplénico: una entidad poco frecuente
Las lesiones quísticas del bazo son poco frecuentes y, según su origen y aspecto histológico, pueden clasificarse en quistes verdaderos y quistes secundarios o seudoquistes. En general, se considera que los seudoquistes son resultado de traumatismos, infección o infartos esplénicos. Su presentación clínica es variable: pueden ser asintomáticos o causar síntomas por compresión de órganos vecinos. El interior de los quistes verdaderos o primarios está revestido por tejido epitelial, mientras que la pared de los denominados seudoquistes no muestra revestimiento epitelial. En general se considera que los seudoquistes son secundarios a traumatismos, infección o infartos esplénicos. Su presentación clínica es polifacética; pueden dar sintomatología por compresión de órganos vecinos o ser silentes y encontrarse de manera incidental por exploración física o estudios de rutina como la ultrasonografía durante la evaluación de episodios de dolor abdominal, casi siempre después de traumatismos abdominales. Cuando se asume que la etiología es un traumatismo, se forman a causa de la reabsorción de una lesión hemorrágica o necrótica del parénquima esplénico, la cual se encapsula, aunque no se descarta que su origen sea un quiste verdadero con erosión del epitelio. Si bien se trata de una lesión benigna, a menudo el hecho de que sea una lesión tumoral que comprime órganos vecinos en el hipocondrio izquierdo puede llevar a sospechar lesiones neoplásicas malignas como linfomas esplénicos, tumoraciones abdominales provenientes del colon y/o mesenterio, e incluso lesiones renales. Los quistes esplénicos no parasitarios se clasifican con base en su origen y la presencia de epitelio de revestimiento o no. Los denominados quistes “verdaderos” tienen origen congénito y muestran epitelio de revestimiento, el cual suele ser plano estratificado; los llamados quistes “falsos” o seudoquistes tienen origen postraumático y carecen de epitelio de revestimiento.Según algunos autores, las lesiones quísticas esplénicas son más frecuentes en pacientes femeninas (hasta 65%7 y 76%6); a edades pediátricas, las lesiones quísticas en bazo son poco comunes y pueden representar hasta 13% de los casos. Los síntomas de presentación de los seudoquistes son poco específicos; pueden consistir en dolor abdominal, bazo palpable posiblemente sensible, dolor gastrointestinal inespecífico y en hombro izquierdo. También pueden ser asintomáticos y contar sólo con el antecedente de una caída, como. En los quistes esplénicos no parasitarios, el ultrasonido abdominal suele demostrar una masa anecoica bien delimitada y es importante descartar la presencia de una lesión quística en el riñón izquierdo. El aspecto tomográfico de estas lesiones
es unilocular, con baja atenuación y paredes delgadas casi imperceptibles; no hay reforzamiento con la aplicación del medio de contraste. Si bien los estudios de imagen no permiten distinguir si se trata de un quiste verdadero o un seudoquiste, este último puede tener algunas características, como tamaño pequeño y pequeñas calcificaciones en la pared. El diagnóstico diferencial por imagen de los quistes esplénicos debe realizarse con otras lesiones quísticas que se localizan en el abdomen, entre ellas quiste mesentérico, quiste simple de riñón izquierdo y lesiones de glándula suprarrenal, ovario e hígado. Los quistes esplénicos verdaderos y los seudoquistes son de aspecto macroscópico similar: la pared es blanca o blanca grisácea y muestra trabeculaciones fibrosas; el líquido contenido varía desde seroso y claro hasta viscoso y turbio de color café rojizo, como en el caso presente. El tratamiento quirúrgico de las lesiones quísticas del bazo resulta controversial; si bien la esplenectomía suele considerarse el tratamiento estándar, hasta 1% de estos pacientes puede presentar sepsis posesplenectomía. Se cree que la preservación de por lo menos 25% del parénquima esplénico disminuye de modo significativo la probabilidad de procesos infecciosos sistémicos como bacteriemia. En estas lesiones también puede practicarse una esplenectomía parcial a fin de conservar tejido esplénico, aunque la presencia de un quiste localizado en el centro del bazo es una contraindicación debido al riesgo de sangrado. En México la incidencia de lesiones quísticas no parasitarias en bazo se desconoce; existen sólo dos reportes de seudoquistes esplénicos.
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En general se considera a las lesiones quísticas del bazo como una entidad poco frecuentes y según su origen y aspecto histológico, pueden clasificarse en quistes verdaderos y quistes secundarios o seudoquistes. En general, se considera que los seudoquistes son resultado de traumatismos, infección o infartos esplénicos. Su presentación clínica es variable: pueden ser asintomáticos o causar síntomas por compresión de órganos vecinos. Si bien se trata de una lesión benigna, a menudo el hecho de que sea una lesión tumoral que comprime órganos vecinos en el hipocondrio izquierdo puede llevar a sospechar lesiones neoplásicas malignas como linfomas esplénicos, tumoraciones abdominales provenientes del colon y/o mesenterio, e incluso lesiones renales. En México la incidencia de lesiones quísticas no parasitarias en bazo se desconoce; existen sólo dos reportes de seudoquistes esplénicos. En estos casos los hallazgos el antecedente de traumatismo y los hallazgos histopatológicos son fundamentales en el diagnóstico.