Utilidad del ultrasonido intraoperatorio en el instituto nacional de cancerología de México en patología quirúrgica oncológica abdominal
El ultrasonido intraoperatorio fue utilizado por primera vez en 1979, adquiriéndose imágenes de la cavidad abdominal para la evaluación de cálculos biliares. Se han establecido el papel del ultrasonido intraoperatorio en una serie de procedimientos quirúrgicos como resecciones hepáticas lobular y segmentaria, metastasectomía hepática, cirugía simple o múltiples operaciones en tumores renales y pancreatectomía parcial o enucleación de páncreas.
En general, podemos enumerar diferentes ventajas del ultrasonido en las que incluyen: tamaño y localización renales del tumor, relación con estructuras vecinas, permite realizar otras técnicas diagnósticas, puede realizarse las veces que el cirujano lo requiera, no usa radiaciones ionizantes, bajo costo, disminuye el tiempo quirúrgico, no tiene contraindicaciones específicas, no tiene riesgos para el paciente yo personal médico. El ultrasonido intraoperatorio presenta limitantes propias del equipo (manejo de las ganancias, Doppler poder y 3D), y requiere adiestramiento del cirujano en la obtención e interpretación de imágenes.
Utilización de ultrasonido intraoperatorio en la glándula hepática.
El hígado es el órgano intrabdominal comúnmente implicado en la enfermedad metastásica. El cáncer colo-rectal es la neoplasia maligna que más frecuente da metástasis al hígado, seguido de páncreas, cáncer de esófago, estómago y vesícula biliar.
Las aplicaciones de la ecografía intraoperatorio del hígado son muy amplias e incluyen la estratificación del tumor, la permeabilidad o la participación de la vía biliar, y la vigilancia y seguimiento de la enfermedad metastásica. El ultrasonido intraoperatorio ha demostrado la precisión para la detección de metástasis en el hígado, con sensibilidad de 93.8%, especificidad de 94.4%, valor predictivo positivo de 92.0% y valor predictivo negativo de 95.7%. Se evaluaron 561 lesiones malignas, incluyendo primarias y metastásicas, cuya sensibilidad otorgada por el ultrasonido intraoperatorio fue de 95.1%, lo cual permitió discernir qué tipo de cirugía o planeación se tendrá en determinados pacientes. La realización del ultrasonido intraoperatorio requiere un buen conocimiento de la anatomía segmentaria, manejo adecuado de transductores, la técnica y el rango de resultados normales y anormales en este órgano.
Se prefieren transductores multifrecuencia de 5 a 10 MHz en promedio, convexos con aplicaciones de Doppler color, Doppler pulsado para la visualización adecuada de estructuras vasculares. En cuanto a las técnicas de esterilización de los transductores podemos mencionar: el gas de óxido de etileno, temperatura elevada de aireación tanto para el transductor y su cable. El tiempo promedio para dicho procedimiento es de aprox. 24 horas, por lo cual se limita su uso a un procedimiento por día.
Una de las indicaciones más comunes para el ultrasonido intraoperatorio del hígado es la búsqueda de enfermedad metastásica en segmentos que permanecerán después de una resección hepática lobular o segmentaria. El ultrasonido intraoperatorio tiene como ventaja poder realizar la biopsia por aspiración de aguja fina o visualizar mejor que segmento o que lesión se puede resecar, así como valorar el lecho quirúrgico de resección para evitar imágenes que sugieren remanente tumoral.
El ultrasonido intraoperatorio hoy en día es un arma indispensable para la planificación de una resección quirúrgica hepática con éxito y se utiliza con frecuencia en hepatectomía parcial, segmentectomía hepática y otras diferentes técnicas. El ultrasonido puede ser una herramienta valiosa para la estratificación local de los tumores hepáticos primarios.
Durante un estudio observacional retrospectivo con expedientes electrónicos de pacientes del servicio d Cirugía oncológica del instituto Nacional de cancerología, comprendidos en el periodo de 2011 a 2012, con una población de 20 pacientes, con patología de abdomen, en edad comprendida entre 21 a 85 años. El órgano abdominal en el que se solicitó apoyo para ultrasonido intraoperatorio fue la glándula hepática (20 pacientes). La patología quirúrgica donde se utilizó ultrasonido fue para resección de metástasis hepáticas. Los hallazgos radiológicos del ultrasonido intraoperatorio en el 80% (16 pacientes), las lesiones observadas de metástasis hepáticas coincidieron con hallazgos de imagen preoperatorias.
Comentario
Hoy en día la tecnología ha avanzado a pasos agigantados que en la actualidad se ve reflejada en todos los ámbitos imaginables, tal es el caso del ultrasonido doppler aplicado en el área de medicina, donde se ha mostrado en el artículo anterior, que una forma de evitar complicaciones y realizar una resección total intraoperatorio es con el ultrasonido doppler, el cual con un simple rastreo se puede verificar si se resecó el su totalidad alguna tumoración o metástasis en este caso en el hígado, más sin embargo tanto es una herramienta útil como puede ser un distractor, debido a que un buen rastreo depende del usuario que lo realiza, puesto que debe tener un adecuado adiestramiento para discernir en casos importantes tal es en el momento intraoperatorio. Por tal motivo es indispensable que se adquiera esta oportunidad en la mayoría de los centros hospitalarios, debido a que se aprovecharía bastante tanto en materia de tiempo, complicaciones como monetariamente.