Caracterización del traumatismo renal en pacientes del hospital militar central Dr. Carlos j. Finlay
Se realiza un estudio de tipo retrospectivo descriptivo en 76 pacientes ingresados al Hospital Militar Central “Dr. Carlos J. Finlay” en Cuba en el periodo de Ene 2004- Dic 2008. Las variables consideradas fueron: sexo, edad, agente causal, síntomas, estudios de gabinete, clasificación de la lesión (Tipo 1: traumatismo renal que no requiere tratamiento directo, Tipo 2: traumatismo que requiere reparación quirúrgica, Tipo 3: traumatismo que precisa nefrectomía), lesiones asociadas, complicaciones y mortalidad.
Se tuvieron los siguientes resultados: Predominó el sexo masculino (75%), el 46.1% correspondía a pacientes entre 18-29 años de edad; los principales agentes causales fueron los accidentes de tránsito y las caídas de altura (39.5%). Los síntomas presentados con mayor frecuencia eran el dolor en la región lumbar (59.2%) seguido de dolor abdominal (28.9%). El ultrasonido abdominal dio positivo únicamente en el 13.2% de los pacientes. Hablando del tipo de lesión, el 77.6% de los pacientes fue ubicado en lesión renal que no requería tratamiento directo (Tipo1). Un 39.5% de los pacientes presentaron lesiones en extremidades asociadas al traumatismo renal. La principal complicación fue la infección en herida (5.3%). Únicamente fallecieron 4 pacientes (5.3%).
De acuerdo con lo reportado en el estudio y lo manifestado en la literatura, podemos observar que el traumatismo renal está íntimamente ligado a la edad; pues es en edades de mayor actividad física, laboral y social cuando se presenta el mayor número de casos. El sexo es otro factor importante, pues se considera que las actividades que desempeña el sexo masculino lo hacen más susceptible a los accidentes.
La sintomatología reportada en el estudio coincidió con la literatura; cabe mencionar, que la intensidad de la hematuria no siempre corresponde con a gravedad de la lesión renal pues en lesiones graves del pedículo suele estar ausente. Los estudios de laboratorio que no deben faltar en pacientes politraumatizados son el hematocrito y el examen de orina pues así podemos correlacionar o sospechar lesiones en vísceras y vías urinarias. El uso del ultrasonido abdominal permite una evaluación inmediata del paciente dando una mejor orientación diagnóstica y un tratamiento oportuno a los pacientes, con todo y las limitantes del estudio (no logra delinear con claridad lesiones parenquimatosas, vasculares o del sistema colector por ejemplo). La TAC se considera el estudio imagenológico con mayor sensibilidad para el diagnóstico certero de las lesiones.
De acuerdo con la literatura, el 90% de las lesiones renales son traumáticas cerradas y en la mayoría de los casos, el tratamiento es no quirúrgico (analgesia y reposo), exceptuando las lesiones penetrantes donde el abordaje quirúrgico es reglamentario.
Con esto podemos concluir que, las lesiones renales son en un gran número de casos, de poca gravedad y es necesario para su diagnóstico conocer el agente causal y asociar la sintomatología con los hallazgos en los exámenes complementarios y con lo encontrado en la ecografía abdominal para poder tomar la mejor opción terapéutica.