Abordaje quirúrgico de nódulos mamarios durante el embarazo
Abordaje quirúrgico de nódulos mamarios durante el embarazo
Los nódulos mamarios descubiertos durante el embarazo representan un problema clínico para el obstetra. El primer embarazo a la edad de 30 años o más es un factor de riesgo para el cáncer de mama. Este tipo de cáncer diagnosticado durante el embarazo o en el primer año posterior al parto se considera asociado a la gestación.
En México, se diagnostican aproximadamente 11 mil casos nuevos de cáncer de mama cada año, con un incremento del 18% en los últimos tres años. La mortalidad relacionada con esta enfermedad ha aumentado en un 50% en los últimos diez años, con alrededor de 4000 muertes anuales. La probabilidad de padecer cáncer de mama para una mujer es de aproximadamente el 13%. En general, las mujeres más jóvenes suelen tener peor pronóstico, tumores más grandes, subtipos negativos de receptores hormonales, mutaciones genéticas BRCA1 y BRCA2, y una mayor actividad mitótica; esto puede estar relacionado con el embarazo, ya que afecta principalmente a mujeres en edad reproductiva.
Durante el embarazo, la mama experimenta cambios importantes a nivel celular y vascular debido a las variaciones hormonales propias de esta etapa. Estos cambios hormonales, que incluyen un aumento de estrógenos, progesterona y prolactina, pueden estimular el crecimiento de células malignas en la mama.
El síntoma más común de cáncer de mama durante el embarazo es la presencia de un nódulo mamario no doloroso, seguido de la secreción sanguinolenta por el pezón. Existe un raro síndrome que involucra enrojecimiento de la mama, aumento de la temperatura local e endurecimiento debido a la obstrucción de los vasos linfáticos mamarios por células tumorales, el cual afecta solo al 3% de las mujeres embarazadas.
La primera medida diagnóstica usualmente es la aspiración con aguja fina de las lesiones intramamarias, seguida, en caso necesario, de una biopsia por Trucut.
La evaluación de masas palpables mamarias mediante estudios de imagen, preferiblemente ultrasonido, es crucial en el manejo. Este puede diferenciar entre masas sólidas y quísticas en hasta un 97% de los casos. Para nódulos quísticos benignos, a menudo es suficiente la aspiración y reevaluación postparto. En el caso de nódulos mamarios con diagnóstico de cáncer localizado, la mastectomía radical modificada es el tratamiento de elección, ya que la radioterapia conlleva riesgos para el feto. Para estadios más avanzados, la quimioterapia, preferiblemente con la combinación de ciclofosfamida, adriamicina y 5-fluorouracilo, es la opción principal, debiendo iniciarse en el tercer trimestre de gestación si es necesario.
Un estudio retrospectivo analizó el manejo de nódulos mamarios en mujeres embarazadas durante un período de seis años, encontrando que la mayoría de los casos involucraban fibroadenomas o hiperplasia fibroadenomatosa, y en casos de cáncer, se optó por la mastectomía en situaciones más avanzadas. Es crucial abordar estas situaciones de manera oportuna para garantizar el mejor pronóstico tanto para la madre como para el feto.
El cáncer de mama representa un desafío creciente en la salud pública en México, especialmente en mujeres que postergan la maternidad. La detección temprana y el manejo adecuado de los nódulos mamarios son fundamentales para mejorar los resultados de estas pacientes.
En cuanto a la valoración de las lesiones mamarias, el ultrasonido es clave para diferenciar entre características benignas y malignas, lo que determina en gran medida el curso del tratamiento. Las lesiones sospechosas deben manejarse de manera individualizada, considerando siempre el equilibrio entre el bienestar de la madre y la seguridad del feto.
Artículo escrito por la Dra. Ana Cortéz
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