Anatomía del bazo
El bazo es un órgano linfoide que parece funcionar como glándula de secreción interna, está situado en la celda subfrenica izquierda, en el hipocondrio izquierda, por detrás del estómago y por arriba del riñón izquierdo y del ángulo cólico izquierdo. La dirección del eje longitudinal del bazo es arriba abajo y de atrás adelante, casi paralelo a la dirección de las costillas.
Proyectando el bazo sobre la pared tórax, se observa que su extremidad anterior corresponde a la línea axilar media, al cruzar la décima costilla; su extremidad posterior corresponde al décimo espacio intercostal y se encuentra a 5 cm de las apófisis espinosas. El borde superior corresponde en su parte más baja, a la undécima costilla, ocupando en total el octavo, noveno y décimo espacio intercostal.
Tiene una longitud de 12 cm una anchura de 8 y 4 de espesor; su peso medio es de 200 gramos y su color varia de gris rojizo es de forma ovoidea, aunque bastante irregular la envoltura al bazo en todas sus caras y sus bordes. Al llegar al hilio, la hoja que cubre gástrica se junta con la cara anterior de la transcavidad de los epiplones y juntas se dirigen a la gran curvatura del estómago formado el epiplón gastroesplenico que contienen en su interior los vasos cortos.
La envoltura fibrosa, delgada y transparente, envuelve totalmente al bazo y al llegar al hilio del órgano, envía vainas fibrosas a los vasos. Se subdivide con estos para constituir la capsula de Malpigio, de donde parten tabiques o laminas que se anastomosan en todos sentidos para limitar areolas regulares, las cuales comunican entre sí y alojan el tejido propio del bazo.
El bazo recibe sangre arterial de la esplénica, rama del tronco celiaco, la cual penetra en ese órgano acompañada de una vena y de canales linfáticos envueltos por las vainas de la capsula de Malpigio.
Los linfáticos del bazo nacen por redes superficiales y se reúnen en conductos colectores que se dirigen al hilio del órgano, o bien, se originan por redes profundas que constituyen también conductos colectores. Los nervios del bazo proceden del plexo solar y penetran en el bazo acompañando a las arterias esplénicas, donde van a formar plexos que emiten fibrillas motoras para las paredes vasculares y fibrillas sensitivas que terminan en los corpúsculos de Malpigio y en la pulpa esplénica.
PROTOCOLO DE EXPLORACIÓN DE BAZO
El abordaje más frecuente para visualizar el bazo es mantener al paciente en posición en decúbito supino y colocar el transductor en el plano coronal de sección a nivel posterior en uno de los espacios intercostales izquierdos inferiores. Después se puede explorar al paciente en diferentes grados de inspiración para maximizar la ventana del bazo. Una inspiración excesiva introduce aire en el pulmón en el ángulo costofrenico lateral y puede oscurecer la visualización. Una inspiración modesta deprime la porción central del hemidiafragma izquierdo y del bazo a nivel inferior de forma que puede visualizarse. El plano de sección debe entonces barrerse a nivel posterior y anterior para visualizar todo el volumen del bazo. Nosotros generalmente encontramos que una exploración completa en el plano coronal es muy precisa para excluir cualquier lesión dentro o alrededor del bazo. Un plano oblicuo a lo largo de sección también es provechoso con el polo superior localizado por detrás del polo inferior. Un plano transversal desde un abordaje lateral, habitualmente intercostal, puede llegar a localizar una lesión dentro del bazo a nivel anterior y posterior.
A menudo resulta útil hacer que el paciente ruede sobre su lado derecho hasta 45° o incluso 90° de forma que pueda utilizarse un abordaje más posterior para visualizar el bazo.
Artículo escrito por la Dra Liliana Cervantes Godinez