Diagnóstico clínico y epidemiológico de la litiasis vesicular
Se realizó una revisión bibliográfica con el objetivo de profundizar sobre la litiasis vesicular, que es una de las enfermedades más frecuentes diagnosticadas por ultrasonido, incluso, al investigar otras enfermedades. Es una enfermedad crónica y multifactorial, con serias implicaciones médicas, sociales y económicas por su elevada frecuencia y complicaciones. Se encuentra entre las más frecuentes del aparato digestivo, y su tratamiento (colecistectomía), uno de los actos quirúrgicos abdominales más habituales llevadas a cabo, por lo que es necesario realizar el ultrasonido abdominal, específicamente de la vesícula y las vías biliares a todo paciente con factores de riesgo o síntomas que acuda a la consulta porque la sola presencia de la enfermedad litiásica biliar constituye un peligro para la salud por las complicaciones que puede producir.
La ecografía es la prueba más útil para determinar la presencia de litiasis biliar. En la ecografía los cálculos se muestran como áreas hiperecogénicas rodeadas de bilis que se acompañan de una sombra sónica posterior y se desplazan con los cambios de movimientos del paciente, por lo que el diagnóstico de la litiasis vesicular es seguro. Sólo un 15-20 % de los cálculos biliares son radiopacos y pueden detectarse con radiología simple. Sin embargo, la sensibilidad de la ecografía para el diagnóstico de colelitiasis es de un 95-97 %, siendo capaz de detectar cálculos mayores de 3 mm, con independencia de que sean o no radiopacos.
El sonido se refleja casi en su totalidad impidiendo la transmisión del mismo, como ocurre en el hueso. Los cálculos pueden ser únicos o múltiples, grandes y pequeños. El procedimiento es sencillo, económico y exacto, y puede repetirse sin inconvenientes, pero su interpretación exige la presencia de un médico especialista.
El ultrasonido (US) es el método de imagen inicial recomendado para la evaluación de pacientes que se presentan con síndrome ictérico o con dolor en el cuadrante superior derecho debido a la capacidad del US para evaluar órganos adyacentes y a su capacidad de localizar sitios específicos de dolor abdominal.
Según las circunstancias clínicas, el diagnóstico diferencial incluye colecistitis, coledocolitiasis, o tumor. El US es muy sensible para la detección de obstrucción mecánica del árbol biliar y para la identificación de litiasis biliar y en menor porcentaje lo es para la detección de lesiones tumorales obstructivas, incluyendo al cáncer pancreático y al colangiocarcinoma. En aquellos pacientes en los que el US documenta la presencia de colelitiasis y coledocolitiasis, la colecistectomía laparoscópica es el procedimiento quirúrgico de elección. En pacientes con sospecha clínica de litiasis biliar, sin identificación previa por US de coledocolitiasis, el US endoscópico o la colangiopancreatorresonancia es el siguiente paso diagnóstico por imagen. El diagnóstico de colecistitis aguda se confirma ante la presencia de cálculos biliares en una vesícula biliar dolorosa al rastreo por US. El diagnóstico se confirma aún más si la vesícula biliar tiene bilis espesa –«lodo biliar»– en su interior y una pared ecogénica engrosada. Si la vesícula biliar tiene cálculos pero el paciente no tiene dolor vesicular, entonces es factible que el paciente tenga colecistitis crónica.
A pesar que es un articulo de revisión encaminado a la patología de litiasis vesicular, me pareció apropiado incluir el articulo debido a que en el apartado del diagnostico por imagen se menciona a la ultrasonografía como el estudio ideal para realizar sus diagnostico, desplazando incluso a la cole cistografía oral, ya que se refiere una eficacia diagnóstica superior al 90% y prácticamente sin falsos positivos, mismos que se evitan con cambios de la angulación del transductor y/o de la postura del enfermo. Los falsos negativos aparecen en cálculos muy pequeños, o cuando coexiste una colecistitis crónica escleroatrófica, o están situados en el cístico; además se hace hincapié que el ultrasonido debe solicitarse a todos los pacientes con clínica de cólico biliar por su elevada sensibilidad (84%) y especificidad (99%).
Artículo escrito por el Dr. Arturo Ruíz Rodríguez