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Ecografía pancreática

Pancreatitis crónica: Es una destrucción progresiva e irreversible del páncreas por episodios repetidos de pancreatitis leve o subclínica. La causa principal es el alcoholismo crónico, que constituye un 70-90% de todas las pancreatitis crónicas. La ecografía abdominal tiene un papel relevante en el diagnóstico, siendo su sensibilidad de entre el 60 y el 70%, y su especificidad, de un 80-90%. Los contornos del páncreas suelen ser irregulares, la ecogenicidad suele estar aumentada, y la ecoestructura es heterogénea. Los hallazgos más específicos y de elevado valor diagnóstico son las calcificaciones intrapancreáticas y la dilatación del conducto de Wirsung, con un diámetro mayor de 2-3 mm y una morfología frecuentemente tortuosa. La presencia de calcificaciones es patognomónica de pancreatitis crónica y pueden ser parenquimatosas o localizarse dentro del conducto de Wirsung (intraductales), siendo estas últimas las más frecuentes. Se detectan en el 57% de las pancreatitis crónicas. Una masa o aumento de tamaño focal se encuentra en aproximadamente un 40% de los pacientes. La presencia de calcificaciones ayuda a distinguir estos aumentos de tamaño focales de neoplasias.

Neoplasias

Carcinoma pancreático: Es un adenocarcinoma originado en el epitelio ductal, y constituye más del 90% de todos los tumores pancreáticos. En un 20% el tumor está distribuido de forma difusa por la glándula. Es más probable que los adenocarcinomas del cuerpo y de la cola se presenten con metástasis, posiblemente como resultado de su diagnóstico más tardío. Son características las grandes metástasis hepáticas. El hallazgo ecográficomás frecuente es una masa hipoecogénica, homogénea o heterogénea, mal definida. En el momento del diagnóstico ecográfico los carcinomas pancreáticos suelen medir más de 2 cm21,22. Son signos indirectos la dilatación del conducto pancreático proximal a la masa y la dilatación de la vía biliar. El principal diagnóstico diferencial del carcinoma pancreático es con la pancreatitis focal o con una masa focal asociada a la pancreatitis crónica. Los adenocarcinomas ampulares deben diferenciarse de los adenocarcinomas pancreáticos porque los primeros tienen un mejor pronóstico. La mayoría de los pacientes se presentan con dilatación tanto del colédoco como del conducto pancreático.

Neoplasias quísticas: Representan el 10-15% de todos los quistes pancreáticos y un 1% de los carcinomas de páncreas. Hay 2 categorías principales de neoplasias quísticas: el tipo microquístico o seroso y el macroquístico o mucinoso. El cistoadenoma microquístico o seroso es una neoplasia siempre benigna y no requiere cirugía. Suele ocurrir en pacientes de edad avanzada. Ecográficamente son tumores relativamente bien definidos, con lobulaciones externas. Dependiendo del tamaño de los quistes individuales, el aspecto ecográfico varía desde una masa sólida bien definida y ligeramente ecogénica, pasando por una masa de aspecto parcialmente sólido con áreas quísticas, más frecuente periféricamente, hasta una masa multiquística. El cistoadenoma y cistoadenocarcinoma macroquístico son masas quísticas malignas o potencialmente malignas, si bien tienen un pronóstico mejor que los adenocarcinomas. Suelen manifestarse ecográficamente como lesiones quísticas uniloculares o multiloculares bien circunscritas, de superficie lisa y tamaño variable, normalmente mayores no de 2 cm e inferiores a 6 en número. Los quistes con múltiples tabiques gruesos, así como las masas multiquísticas con quistes dominantes mayores de 2 cm también son muy indicativos de tumor macroquístico.

Tumores de células de los islotes:

Los tumores de células B (insulinomas): son los tumores de células de los islotes más frecuentes. Se localizan con más asiduidad en el cuerpo y la cola del páncreas. Suelen estar bien encapsulados. El 90% son menores de 2 cm de diámetro en el momento del diagnóstico.

Los tumores de células G (gastrinomas) son los segundos tumores de células de los islotes más frecuentes, tras el insulinoma. La mayoría se localizan en el páncreas, y un 1015% en el duodeno. De los que se localizan en el páncreas, solo un 25% son únicos. La exploración ecográfica para detectar tumores de los islotes suele ser difícil y su identificación varía de un 25 a un 60%. Los tumores pequeños suelen ser hipoecogénicos y bien definidos, sin calcificaciones ni necrosis. Los tumores más grandes pueden ser ecogénicos e irregulares, y pueden tener calcificaciones o zonas de necrosis. Su diferenciación del adenocarcinoma con ecografía convencional es prácticamente imposible.

 CONCLUSIÓN:

 Se concluye que el método más viable para el diagnóstico por imagen de la mayoría de las patologías pancreáticas es la ecografía, ya que no es invasiva, no es costosa, y se puede realizar repetitivamente, además de que tiene una especificidad alta. También es importante e influye en un 100% la pericia de ecografista para poder interpretar de manera correcta las características ecografías que se presentan para poder arrojar resultados exactos ara definir cualquier patología, ya que se encuentran ciertos datos patognomónicos de ciertas patologías y se debe saber diferenciar entre ellos para un diagnóstico acertado, y por lo tanto un adecuado tratamiento.

Artículo escrito por la Dra. Lizbeth Alvarado Soto

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