Hígado graso y esteatohepatitis no alcohólica
Hígado graso y esteatohepatitis no alcohólica
El hígado está situado en la parte superior del abdomen, debajo del diafragma y es mantenido en su posición por:
- a) Vena cava inferior, a la cual está unido a través de las venas suprahepáticas.
- b) Ligamento redondo del hígado, que reemplaza en el adulto la vena umbilical del feto.
- c) Repliegues peritoneales; compuestos por lóbulos delimitados por el Ligamento Falciforme: el lóbulo derecho (cinco sextos de la masa hepática), el lóbulo izquierdo (un sexto de la masa hepática) y un tercer lóbulo más pequeño llamado cuadrado.
El hígado recibe la mayor parte de la sangre (85%) por la VENA PORTA, que drena casi toda la sangre del intestino. El hígado recibe el otro 15% de la sangre de las ARTERIAS HEPÁTICAS.
Segmentos del hígado
Los segmentos del hígado se definen como las regiones servidas por una subdivisión de la vena porta, de la arteria hepática y del conducto hepático común. Por lo tanto, el lóbulo derecho se puede dividir en:
- Sector Anterior: Segmento Inferior (V) y Segmento Superior (VIII).
- Sector Posterior: Segmento Inferior (VI) y Segmento Superior (VII).
El Lóbulo Izquierdo está dividido en dos sectores por la Cisura portal izquierda en uno anterior y otro posterior. El sector anterior se encuentra dividido en Segmento Medial (IV) y Segmento Lateral Izquierdo (III), mientras que el sector posterior constituye el Segmento Posterior Izquierdo (II). El lóbulo de Spiegel (lóbulo caudado) corresponde al Segmento (I).
El hígado graso no alcohólico incluye, dentro de su presentación evolutiva, la esteatosis hepática, esteatohepatitis no alcohólica, cirrosis y hepatocarcinoma. Se relaciona con obesidad, diabetes mellitus tipo II y síndrome metabólico, entre otros. Los factores predisponentes incluyen la sobrenutrición, vida sedentaria, factores genéticos y resistencia a la insulina. Su prevalencia es del 17 al 33%, y la esteatosis hepática no alcohólica se presenta en el 30% de estos casos, con un riesgo de evolucionar a hepatocarcinoma del 20 al 25%. Los pacientes pueden presentar malestar abdominal, fatiga, elevación de enzimas hepáticas como alanina aminotransferasa (AAT) y gamaglutamil transpeptidasa (GGT). En algunos casos, se observa hepatomegalia y la hiperecogenicidad hepática en el ultrasonido.
Diagnóstico por ultrasonido
El ultrasonido es una herramienta importante para detectar la esteatosis hepática. Este método tiene una sensibilidad y especificidad para la detección de esteatosis moderada a severa del 89 y 93%, respectivamente. La ecogenicidad hepática varía según el grado de esteatosis:
- Grado 0: ecogenicidad normal.
- Grado 1: aumento ligero y difuso de la ecogenicidad del parénquima hepático.
- Grado 3: aumento marcado de la ecogenicidad con pobre visualización de los bordes de los vasos intrahepáticos.
El ultrasonido no es útil para identificar la esteatohepatitis o el grado de fibrosis. El hígado graso y la esteatohepatitis no alcohólica pueden progresar a fibrosis, cirrosis y, en casos graves, a muerte. El tratamiento se centra en modificar el estilo de vida, la dieta y, en algunos casos, el uso de medicamentos.
Conclusiones
El estudio ultrasonográfico es esencial para el diagnóstico del hígado graso y la esteatosis hepática, mostrando una sensibilidad y especificidad del 89 y 93%, respectivamente. Es un método diagnóstico importante por encima de la Tomografía Axial Computada.
Artículo escrito por el Dr. Jesús Armando Lara Galván
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