La física del ultrasonido
La física del ultrasonido
Una onda es una perturbación que se propaga en un medio desde un punto a otro sin que haya algún desplazamiento en dicho medio.
La velocidad del sonido en un medio (C) se calcula como el producto de la frecuencia (f) por la longitud de onda (λ).
La frecuencia (f) se refiere al número de veces que se repite un movimiento ondulatorio por segundo.
La velocidad del sonido en ultrasonido es de aproximadamente 1540 m/seg.
El ultrasonido se compone de ondas mecánicas longitudinales con una frecuencia mayor a 20,000 ciclos por segundo, usualmente entre 2 y 5 MHz en ultrasonido diagnóstico.
En ultrasonido diagnóstico, la frecuencia se mide en megahertz (MHz) y las longitudes de onda suelen ser de aproximadamente 1 mm.
Un haz de ultrasonido es similar a un haz de rayos X en la transmisión de energía, pero mientras los rayos X pueden viajar en el vacío, los ultrasonidos requieren un medio conductor.
La velocidad del sonido varía según la impedancia acústica del medio, que se calcula con Z=ρ.v.
La absorción convierte la energía sónica en calor, siendo útil en terapias como la diatermia.
La reflexión del ultrasonido permite la formación de imágenes ultrasonográficas al rebotar en interfaces de distintas impedancias acústicas en los tejidos.
La dispersión ocurre cuando el ultrasonido incide en una interfaz irregular, provocando cambios en la dirección del sonido.
La refracción consiste en el cambio de dirección del sonido al pasar de un medio a otro con distinta impedancia acústica.
Los modos A, B y M son técnicas utilizadas para formar imágenes en ultrasonido, permitiendo visualizar estructuras anatómicas en tiempo real y en movimiento.
La reverberación en ultrasonido se refiere a múltiples reflexiones del sonido en tejidos profundos, lo que puede interpretarse como ecos de mayor distancia.
Artículo escrito por la Dra. Claudia Aponte Martínez
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