Malformaciones uterinas
Malformaciones uterinas
Las malformaciones uterinas pueden ser estudiadas con relativa facilidad mediante ultrasonido abdominal, intracavitario, US tridimensional, histerosalpingografía y resonancia magnética, especialmente cuando se considera un tratamiento quirúrgico relevante.
El útero bicorne, identificado en ultrasonido, muestra ambas cavidades uterinas con sus respectivos endometrios, y en el fondo del útero se observa una pequeña muesca que separa ambos cuernos uterinos.
En el caso de útero doble (didelfo), puede haber una gestación normal con el producto de la concepción ubicado en cualquiera de los dos lados.
La pielocalectasia gestacional se refiere a la retención urinaria en el sistema colector de los riñones de una mujer embarazada, siendo más común en el riñón derecho debido a la compresión ejercida por el hígado. Esto puede causar dificultades en el vaciamiento urinario y aumentar el riesgo de infecciones del tracto urinario, a veces confundidas con colecistitis aguda.
El parto pre-término se presenta antes de las 37 semanas de gestación, con contracciones uterinas regulares asociadas a cambios cervicales o ruptura prematura de membranas. En la ecografía, se pueden observar cambios en la anatomía del cérvix, y en casos de incompetencia del cuello uterino, se puede detectar la dilatación cervical con hernia del saco amniótico a través del endocérvix hasta el canal vaginal.
Entre las anomalías de la placenta se incluyen alteraciones del trofoblasto gestacional, que pueden tener implicaciones malignas progresivas, como el embarazo molar, la mola progresiva, el coriocarcinoma y el tumor trofoblástico placentario, siendo estos últimos considerados neoplasias trofoblásticas persistentes.
El embarazo molar es la forma más común y benigna de las neoplasias trofoblásticas gestacionales. Su imagen ecográfica muestra un aumento de tamaño del útero con una masa densa central ecogénica con múltiples lesiones vesiculares en su interior, similar a un racimo de uvas. No se observan estructuras embrionarias a menos que sea un embarazo múltiple.
El embarazo anembrionico se refiere a la ausencia de embrión en el saco gestacional, lo cual requiere seguimiento. La falta de embrión visible en el saco gestacional y un tamaño anormal del mismo indican un mal pronóstico.
En embarazos asociados a miomatosis uterina, especialmente en el primer trimestre, puede haber un mayor riesgo de aborto y dificultades en la medición del embrión debido a la deformación del útero. Sin embargo, se ha observado que si el embarazo llega a las 13 semanas, el riesgo de complicaciones secundarias disminuye.
Los quistes de Naboth son hallazgos comunes en las exploraciones ultrasonográficas de rutina. Pueden ser únicos o múltiples, con tamaños variables y generalmente no tienen relevancia clínica significativa. Asociados a cervicitis crónica, su ecogenicidad es líquido claro, pero si están infectados o son hemorrágicos, pueden mostrar turbidez. En caso de múltiples quistes, pueden aumentar el volumen del cuello uterino.
Artículo escrito por el Dr. Jose Luis Gordillo
#malformaciones #uterinas #embarazo #ultrasonido #miomatosis