Páncreas y bazo
El Dengue es el mayor problema de salud pública y la enfermedad viral transmitida por vectores más importante en términos de morbilidad y mortalidad en el mundo.
Las condiciones físicas para el desarrollo del Dengue son la latitud 35° N y 35° S, una temperatura ambiente de 15 a 40ºC y una humedad relativa alta o moderada. En nuestro país prevalece entre los meses de diciembre a mayo, cuando es el periodo de reproducción del mosquito vector: la hembra de Aedes aegypti.
El calentamiento global del planeta favorece estas condiciones climáticas, provocando alteración de los Ecosistemas. Esto altera la distribución geográfica de patógenos y vectores, provocando un incremento de las enfermedades de transmisión vectorial, entre otras, la Fiebre Amarilla, el Chagas y el Dengue.
Clínicamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) divide el Dengue clásico en: Grupos A y B, sin/con síntomas de alarma, que incluyen síndrome febril agudo asociado a cefalea, dolor retro-ocular, mialgias y artralgias, náuseas y vómitos, anorexia, erupción cutánea, fenómenos hemorrágicos leves; en el Grupo C, la enfermedad puede iniciarse con características de leve, evolucionando luego con manifestaciones hemorrágicas graves, poliserositis, inestabilidad hemodinámica, shock y muerte. El laboratorio característicamente muestra leucopenia (<4.000cels/mm3), trombocitopenia (<150.000plaq/mm3) y hemoconcentración, que asociados a fiebre y a la prueba del torniquete positiva, tienen un valor predictivo de 95.3% para Dengue.
La radiología del tórax puede mostrar derrame pleural y congestión vascular, desarrollando un síndrome de distrés respiratorio del adulto en casos graves. La ecografía es una técnica de imágenes ampliamente disponible para estudiar el dolor abdominal y los procesos febriles agudos. Permite valorar con alto grado de certeza los hallazgos relacionados con el Dengue: ascitis, derrame pleural y pericárdico, engrosamiento de la pared de la vesícula biliar, hepatoesplenomegalia y, además, excluir posibles diagnósticos diferenciales.
MATERIAL Y MÉTODOS
Durante el periodo enero-junio de 2009, 29 de los110 pacientes con diagnóstico de Dengue serológicamente confirmado fueron internados en nuestro Hospital, siendo 18 de sexo femenino (62.07%) y 11 de sexo masculino (37.93%), con edades comprendidas entre 16 y 72 años (media 35.6). A todos ellos se les realizó ecografía abdómino-pélvica y de tórax entre los días 4 y 8 de iniciada la enfermedad, denominada fase crítica, marcada por la extravasación plasmática, produciéndose una defervescencia de la fiebre, aunque
con elevado riesgo de shock, sangrado y daño de órganos. El tórax se exploró en posición supina por vía intercostal a nivel de fondos de sacos pleuro-diafragmáticos posteriores y el espacio pericárdico por vía subcostal anterior.
Los equipos de ecografía utilizados fueron: Toshiba SSH140-A y Tosbee, con transductor cónvex de 3.5MHz. Como preparación, se exigió a los pacientes un ayuno de 8 horas. Se documentó principalmente la presencia de ascitis, derrame pleural y/o pericárdico,
engrosamiento de la pared vesicular > 3mm, hepatomegalia (>155 mm de longitud sobre la línea hepática media) y esplenomegalia (longitud >120 mm).
RESULTADOS
Del total de pacientes (n=29), el estudio ecográfico fue normal en 18 (62%). Los restantes 11 sujetos presentaron alteraciones que incluyeron: engrosamiento difuso de la pared de la vesícula biliar (n=7) (24%), con lámina líquida pericolecística en 2 casos (6.89%); líquido libre leve anecoico en cavidad abdominal (n=9) (31%); esplenomegalia homogénea (130-150mm longitud) (n=4) (13.79%); hepatomegalia (n=5) (17.24%); derrame pleural leve anecoico (n=2) (6.89%). Otros hallazgos fueron: colelitiasis (n=5), distensión vesicular (n=1), esteatosis hepática (n=2), y una paciente que cursaba un embarazo de 9 semanas, por medición de longitud craneocaudal embrionaria, que presentaba líquido en Douglas, el que remitió espontáneamente en controles posteriores. En una paciente se constató colecistitis litiásica + Dengue.
Las manifestaciones clínicas más frecuentes fueron: fiebre y cefalea (100%), mialgia (96%), dolor retroocular (92%), artralgias (72%), náuseas (62%), vómitos (38%), sangrado (55%), diarrea (28%), dolor abdominal (45%), ictericia (14%).
El laboratorio mostró: hematocrito promedio: 43.53% (VN = 36.6-56); recuento de plaquetas promedio:104.179plaq/mm3 (VN 63.000-307.000), el 86% con recuento <150.000; leucocitos: 2872 / ml (VN1.700-6400), el 93% > 4000 y transaminasas hepáticas elevadas en el 93% de los pacientes.
DISCUSIÓN
El principal factor fisiopatológico del Dengue es un importante aumento de la permeabilidad vascular, lo que lleva a una pérdida de plasma y albúmina a partir del espacio intravascular, determinando un cuadro de poliserositis. Un precoz diagnóstico y tratamiento con hidratación con coloides puede prevenir complicaciones como la hemorragia, la hipovolemia y el shock. La ecografía es una herramienta diagnóstica muy útil porque permite diferenciar los casos leves de aquellos con riesgo de mala evolución al reconocer hallazgos que tienen una correlación significativa con la gravedad de esta enfermedad, como derrames en cavidades, engrosamiento de la pared vesicular, hepato-
Esplenomegalia
CONCLUSIÓN
La ecografía abdómino-pélvica y de tórax resulta de gran utilidad para la detección de las complicaciones, que pueden no tener manifestación clínica, en todos los pacientes con sospecha o diagnóstico confirmado serológicamente de síndrome febril por Dengue.
OPINIÓN:
En lo personal no sabia que el Dengue se podía diagnosticar o valorar por medio de ecografía, pero este estudio muestra dice que es muy útil para valorar y diferenciar los síntomas leves a graves.
Aunque menciona que es muy útil en estados mas graves de Dengue por que ya hay cambios muy significativos y en casos leves de Dengue no es muy útil aun.
Artículo escrito por la Dra. Vania Gasca