Skip links

Patología nodular tiroidea

Patología nodular tiroidea

La glándula tiroides (del griego Thyreos: escudo y Leidos: forma) está ubicada en la región anterior del cuello, por delante del cartílago cricoides y de la parte superior de la tráquea.

Está formada por dos lóbulos simétricos adosados a los lados de la tráquea y la laringe, unidos por una parte de la estructura glandular sobre la tráquea, denominada istmo. Con un peso aproximado de 20 gramos en el adulto sano, la glándula tiroides es una de las mayores estructuras endócrinas.

Su función principal es producir, almacenar y liberar en la sangre hormonas tiroideas, las cuales regulan el metabolismo basal y son esenciales para el crecimiento, desarrollo del encéfalo, mantenimiento del metabolismo y actividad funcional de órganos.

La enfermedad nodular tiroidea se caracteriza por la presencia de nódulos tiroideos sólidos, líquidos o mixtos, sean palpables o no.

Puede manifestarse como Nódulo Tiroideo Solitario o Bocios difusos y multinodulares.

Los nódulos tiroideos son comunes, con una prevalencia del 4% en adultos, aunque puede variar según el método de diagnóstico utilizado. En estudios ecográficos, se detecta en un 17%-25% de varones y en un 20%-45% de mujeres, alcanzando hasta un 40% en estudios de autopsia.

La mayoría de los bocios difusos y multinodulares son benignos, pero pueden estar asociados con diversas patologías como Bocio Multinodular Benigno, deficiencia de yodo, embarazo, Enfermedad de Graves, Tiroiditis de Hashimoto, Tiroiditis subaguda e infecciones.

Es fundamental evaluar la posibilidad de malignidad en los nódulos tiroideos, ya que, aunque el carcinoma de tiroides es poco frecuente (5% de los nódulos), su detección temprana es crucial dada su alta tasa de supervivencia.

El objetivo de este trabajo es revisar la utilidad de los distintos métodos disponibles para el diagnóstico de patología nodular tiroidea y determinar cuál es el más específico para diferenciar entre benignidad y malignidad.

Comentario

La ecografía permite distinguir nódulos sólidos, quísticos y mixtos de tamaño reducido, siendo una herramienta sensible para definir la anatomía y morfología de la glándula tiroides, así como el número y tamaño de los nódulos. Aunque no diferencia entre benignidad y malignidad, es útil como complemento al diagnóstico clínico de los nódulos tiroideos.

En un estudio realizado en la ciudad de Rosario, República Argentina, se demostró que la ecografía bidimensional tenía limitaciones en la predicción prequirúrgica de malignidad en nódulos tiroideos de cierto tamaño, especialmente en bocios uninodulares y el 50% de los multinodulares.

Por tanto, la decisión de tratamiento quirúrgico de los nódulos con características ecográficas sospechosas de malignidad debe confirmarse mediante diagnóstico citológico. La presencia de bocio o nódulos tiroideos genera consultas frecuentes en la práctica clínica.

Actualmente, la citología aspirativa con aguja fina es el pilar fundamental para el diagnóstico de nódulos tiroideos, siendo una técnica sencilla, económica y decisiva en la toma de decisiones médicas. Es el método más preciso para diferenciar entre nódulos benignos y malignos, facilitando la selección adecuada de pacientes para intervención quirúrgica.

Artículo escrito por el Dr. José Eusebio López Pardo

Inscripciones para curso

Inscripciones para Diplomado

medicacapacitacion.com

#Patología #NóduloTiroideo #Tiroides #CitologíaAspirativa #Ecografía

Abrir chat
¡Conoce nuestros diplomados!
Diplomados en Ultrasonografía
Hola, conoce nuestros diplomados.