Protocolo de exploración del primer trimestre obstétrico
Protocolo de exploración del primer trimestre obstétrico
La normativa para la ecografía obstétrica anteparto define cuatro clasificaciones o exploraciones: del primer trimestre, estándar del segundo o del tercer trimestre, limitadas (para responder a una pregunta específica) y especializada (exploración anatómica más detallada).
Los estudios ecográficos se deben realizar con rastreadores en tiempo real mediante abordaje transabdominal o transvaginal, o ambos. Se debe utilizar un transductor mayor de 3 MHz transabdominal y mayor de 5 MHz para la exploración transvaginal.
Es esencial el registro adecuado permanente de las imágenes ecográficas incluyendo las medidas y los hallazgos anatómicos. Las imágenes se deben etiquetar con la fecha de exploración, nombre del paciente y número de identificación. Se debe consignar la orientación de la imagen, si es importante. Se deberá preparar un informe escrito y se debe incluir en la historia del paciente.
La ecografía de primer trimestre se debe realizar preferiblemente por vía transabdominal o transvaginal.
Se debe evaluar el útero en busca del saco gestacional, reseñando su localización, buscando también el saco vitelino y el embrión; registrando la LCC siempre que sea posible.
Se debe tener precaución con el diagnóstico de presunción de saco gestacional en ausencia de embrión o saco vitelino definidos, ya que una colección intrauterina de líquido podría representar un saco pseudogestacional asociado a una gestación ectópica.
El embrión se identifica típicamente a las 6 semanas, siendo la LCC la medida principal para determinar la edad gestacional en el primer trimestre, medida en el plano sagital del embrión, excluyendo saco vitelino y extremidades.
El saco gestacional se puede identificar a las 5 semanas de gestación y, con ecografía transvaginal, a veces incluso antes.
Se puede utilizar el diámetro del saco gestacional para determinar la edad, midiendo de borde interno a borde interno del saco, excluyendo la pared del saco.
Debe registrarse la presencia de actividad cardiaca, siendo el movimiento fetal evidente en todos los embriones con una LCC de 5 mm usando ecografía transvaginal, pudiendo también evaluarse la frecuencia cardiaca fetal, que entre las 5 y 6 semanas debe ser de al menos 100 latidos por minuto. Se recomienda documentar la FCF en modo M.
Deberá reseñarse el número de fetos, realizando una evaluación del útero, anexos y fondo de saco. Se debe registrar la presencia de miomas, ya que podrían afectar la posición del saco gestacional y provocar un aborto espontáneo.
La masa anexial más común es el quiste de cuerpo lúteo, que mide menos de 3 cm de diámetro y desaparece a mediados del segundo trimestre.
En un embarazo normal, es posible encontrar una pequeña cantidad de líquido anecoico en el fondo de saco.
La ecografía transabdominal permite un mayor estudio de los anexos, mientras que la transvaginal ofrece mayor resolución y detalle.
Si al realizar una ecografía transabdominal se encuentra embrión, saco vitelino y FCF, no es necesario realizar una evaluación adicional con ecografía transvaginal. Sin embargo, si se detecta el embrión pero no la FCF, se debe realizar un estudio transvaginal.
Artículo escrito por el Dr. Roberto Elvir
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