Protocolo de exploración de útero y ovarios
La ecografía transabdominal se realiza con la vejiga urinaria distendida, lo que proporciona una ventana acústica para visualizar los órganos pélvicos y sirve para evaluar las estructuras quísticas.
Debe utilizarse un transductor con la frecuencia mas alta posible de 3.5 a 5.0 MHz. La vejiga urinaria se considera llena cuando cubre todo el fondo del útero, no debe distenderse excesivamente por que puede distorsionar la anatomía por compresión y empujar los órganos pélvicos más allá de la zona focal del transductor, limitando el detalle.
Las pruebas de imagen en el utero y los anexos se realizan en los planos sagitales y transverso. El eje longitudinal del útero se identifica en el plano sagital y a menudo es necesaria la angulación algo oblicua para visualizar todo el útero y el cuello.
Los anexos pueden visualizarse explorando de forma oblicua desde el lado contralateral, aunque la visualización puede conseguirse estudiando directamente sobre los anexos especialmente cuando la vejiga esta muy distendida los empuja más allá de la zona focal del transductor. Puede ser necesaria una presión sobre el transductor para llevar el área de interés al interior de la zona focal.
Para la ecografía transvaginal la vejiga debe estar vacía con el fin de llevar los órganos pélvicos a la zona focal del transductor transvaginal y resulta cómodo para la paciente durante la exploración.
Debe obtenerse consentimiento verbal antes de comenzar la exploración transvaginal. Si el explorador es varón es necesaria la presencia de personal femenino en la sala durante toda la exploración. En las pacientes que refieren molestias al intentar insertar el transductor, la exploración debe suspenderse.
La paciente debe estar en supino con las rodillas ligeramente flexionadas y las caderas ligeramente elevadas sobre una almohada en la exploración transvaginal, esto permite al operador que mueva el transductor libremente.
Puede ser útil una posición de Trendelenburg ligeramente inversa para disminuir los órganos pélvicos con el fin de aumentar la visualización. No se debe usar la posición de Trendelenburg ya que puede ocasionar pasar por alto pequeñas cantidades de líquido pélvico.
Las imágenes sagitales y coronales se obtienen con rotación y angulación suaves del transductor, la angulación anterior ligera del transductor hará posible la visualización del fondo de un útero en anteversión. Para visualizar el cuello uterino se debe tirar ligeramente del transductor hacia fuera del orificio externo. Puede ser necesario una angulación extrema para visualizar todos los anexos y el fondo de saco.
La punta del transductor puede utilizarse para evaluar las áreas que presentan dolor o la presión.
La palpación abdominal puede ser útil para acercar las estructuras de los anexos del transductor.
Al terminar la exploración se debe retirar la cubierta y desinfectar el transductor transvaginal.
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