Seguimiento ecográfico del embarazo normal
Este artículo trata del seguimiento que se realizan durante la gestación, el cual si es normal se debe de realizar un estudio por trimestre, que normalmente, suelen estar pautados entre las semanas 10-12, 18-20 y 33-35. El primer estudio en la 6-8, que, donde se podrá efectuar un diagnóstico de certeza de gestación intraútero.
El estudio de este periodo constatara la concordancia entre los hallazgos embrionarios y el periodo de amenorrea. En este momento han de estar correctamente desarrolladas y no ofrecer ninguna dificultad de visualización. En los barridos iniciales se comprobar en primer lugar la presencia de un latido fetal activo y de movimientos, evidentemente signos de feto vivo. Dado que el feto ha crecido, uno de los objetivos del estudio a partir de las 12 semanas es la biometría fetal, que nos informa del adecuado crecimiento fetal y permite por tanto descartar la presencia de patología. Los parámetros más utilizados son:
Eje cráneo-caudal.
Circunferencia y diámetro abdominal.
Diámetro biparietal.
Longitud del fémur.
Una vez valorada la biometría fetal, se estudiaran:
La actividad cardiaca.
Los movimientos activos fetales.
El número de embriones y de sacos gestacionales.
La observación estructural de ventrículos cerebrales,
Cuatro cámaras cardiacas, grandes troncos, columna, estómago, riñones, intestino, vejiga urinaria, entrada de cordón umbilical, extremidades, medición de pliegue nucal, cara…
La localización e inserción de la placenta, medida, grado de maduración y relación con el orificio cervical interno.
La valoración de cordón umbilical con tres vasos e inserciones.
La cantidad de líquido amniótico.
El reconocimiento de sexo.
Se han establecido para ella cuatro grados de maduración, que van desde el aspecto homogéneo en todo el espesor (patrón ecográfico característico de órgano parenquimatoso muy vascularizado, parecido, por ejemplo, al bazo) hasta la presencia progresiva de calcificaciones, lagunas anecogénicas, holes placentarios e interdigitaciones que discurren desde la placa corial hasta la basal, y. Según la regla de Callen, la placenta no debe presentar un grosor mayor de 40 mm a partir de la semana 35; en la práctica, y realizando un correcto corte perpendicular, el grosor de la placenta ha de corres, También se ha de prestar atención a la localización de la placenta, dado que en esta fechas ya se puede descartar la presencia de placentas previas completas, tanto simétricas como asimétricas; se debe esperar algo más de tiempo cuando la placenta aparece con inserción baja, para ver la evolución del segmento inferior uterino.
La valoración de anormalidad de la placenta, cordón y líquido amniótico supone una posible asociación con anomalías o malformaciones fetales, por lo que el correcto conocimiento ecográfico de la normalidad orgánica, como en los demás campos de aplicación, supone un considerable avance en los cuidados posteriores a prestar a las pacientes.
Comentario: este artículo es de mi interés por que se trata de las características que debemos tomar en cuenta en un reporte ecográfico así como que reportar puntos importantes que se tienen que describir.