Sistema venoso profundo del miembro inferior
Se considerará el sistema venoso profundo del hueco poplíteo en sentido proximal. La vena poplítea es única y acompaña a la arteria poplítea. Raras veces se encontrará una vena poplítea doble. La vena poplítea transcurre por detrás y por fuera de la arteria del mismo nombre. Se origina en el anillo del sóleo por la confluencia de los troncos tibioperoneos y tibiales anteriores. La vena asciende hasta el anillo del tercer aductor para continuarse con la vena femoral. En el hueco poplíteo recibe a las venas gemelas, las venas articulares y a la vena safena externa. La vena femoral, prolongación de la poplítea, se extiende del anillo del tercer aductor al anillo crural para continuarse finalmente con la vena ilíaca externa. Al principio se ubica por fuera de la arteria pero al llegar a la parte media del muslo se coloca por detrás y por dentro de la arteria femoral. A nivel del anillo crural se sitúa por dentro de la arteria.
Sistema Venoso Safeno
Aunque las venas safenas son superficiales se anastomosan con la circulación venosa profunda a diferentes niveles. La vena safena interna se anastomosa en la garganta del pie, en la pierna y el muslo con el sistema venoso profundo al igual que la vena safena externa de manera que las dos circulaciones venosas del miembro inferior están anastomosadas entre sí. Esto sucede de manera semejante en el miembro superior.
Vena Safena Interna
Nace de la vena dorsal interna, transcurre por delante del maléolo interno por la cara interna de la pierna, de la rodilla y del muslo hasta la parte media del triángulo de Scarpa. Su trayecto es supraponeurótico hasta que a 3cm por debajo del arco de Falopio perfora la aponeurosis formando un cayado. La vena safena externa nace de la vena dorsal externa, pasa por detrás del maléolo externo, asciende por el borde externo del tendón de Aquiles colocándose en el surco que separa a los dos músculos gemelos hasta alcanzar al hueco poplíteo. Perfora la aponeurosis y desemboca en la vena poplítea.
Método de Exploración de las Arterias Carótidas
El paciente se recostará en decúbito supino en la mesa de exploración. El operador se colocará sentado a un lado del paciente, de la manera habitual. Puede adoptarse la ubicación del explorador en la parte cefálica de la mesa para una revisión invertida. Después de aplicar el gel correspondiente en la piel del enfermo, se procede a localizar la arteria en cuestión realizando desplazamientos multidireccionales del transductor. Se procurará caer en pleno en el centro del vaso, obteniendo el registro más intenso en el color o el sonido más pleno. La señal debe ser fuerte y clara, ejerciendo, como siempre, la menor presión con el transductor. La arteria carótida primitiva se localiza con relativa facilidad, en el borde anterior del músculo esternocleidomastoideo. El transductor se remonta de la base del cuello, hacia la región cefálica del cuello. Pronto se arriba al bulbo carotídeo apreciándose franca modificación de la señal y enseguida se demostrarán las arterias carótida interna y externa. Hacia adentro se encuentra la carótida externa y hacia afuera la carótida interna en forma paradójica a nivel de su nacimiento. Después se invierte su ubicación. El operador deberá distinguir entre estas dos arterias. La arteria carótida interna se demuestra con flujo permanente en tanto que la externa sufre pulsos sistólicos muy definidos al sonido Doppler, sin flujo diastólico. Con insistencia y exploraciones repetidas se logrará la diferenciación de estas arterias con relativa facilidad. Cabe la posibilidad que la anatomía particular del paciente o procesos patológicos no permita el acceso de las ramas terminales de la carótida primitiva.
Cabe señalar, en términos generales, que los grados de estenosis se clasifican como muy cerradas con más del 90% de estenosis. Las estenosis cerradas se consideran entre el 70 y el 90% y en las estenosis moderadas, la disminución porcentual de la luz es del 50 al 75 %. Esto se puede tomar como una guía general para evaluar la gravedad de las estenosis carotídeas.
El examen de los vasos sanguíneos descritos, además de implicar su localización y su análisis metódico como se ha venido señalando, se complementa con la obtención de mediciones tales como la velocimetría, índices de pulsatilidad y resistencia, relación de velocidades sistólica y diastólica, velocidad media, etc.
Se señalará, la flujometría de arterias importantes como una referencia inicial que será de utilidad al estudiante.
Arterias carótidas primitivas:
Velocidad sistólica de 70 a 100 cm/seg.
Velocidad diastólica de 20 a 30 cm/seg.
Arterias carótidas internas:
Velocidad sistólica de 70 a 100 cm/seg
Y la diastólica de 30 a 40 cm/seg.
Arterias carótidas externas:
Velocidad sistólica de 40 a 70 cm/seg, con velocidad diastólica nula.
Arterias femorales:
Velocidades máximas de 70 a 90 cm/seg para las comunes y 40 a 60 cm/seg para las femorales superficiales.
Arterias poplíteas:
Velocidades máximas de 30 a 60 cm/seg.
Artículo escrito por el Dr Juan Antonio Sánchez García