Técnica de exploración del hígado por ultrasonografía
Técnica de exploración del hígado por ultrasonografía
El hígado se evalúa idealmente tras 6 horas de ayuno para reducir la presencia de gas intestinal y la contracción de la vejiga.
Es importante evaluar las proyecciones en decúbito supino y oblicuo anterior derecha, realizando incluso movimientos del paciente para obtener una visualización óptima.
Para explorar la cúpula del hígado y evitar la interferencia de la parrilla costal, se puede realizar una interrupción de la respiración en inspiración (apnea inspiratoria).
En casos donde la apnea inspiratoria no sea factible, especialmente en pacientes con condiciones limitantes o con obesidad, se puede recurrir al estudio a través de los espacios intercostales, utilizando un transductor con una superficie de exploración más reducida.
Se recomienda realizar cortes longitudinales, transversales y oblicuos, ajustando el ángulo del transductor según sea necesario para una evaluación completa del hígado.
Para obtener un estudio integral, se deben obtener proyecciones sagitales, transversales, coronales y oblicuas subcostales.
Es fundamental seleccionar el transductor más adecuado para cada paciente, siendo comúnmente utilizado el transductor convexo de 3.5 MHz.
Anatomía ecográfica
Al iniciar la exploración con el transductor en posición transversal a nivel del epigastrio, se visualiza el lóbulo izquierdo del hígado en la parte más cercana al transductor, conocida como «el vértice del triángulo de la pantalla».
Al desplazar el transductor hacia la derecha, por debajo del reborde costal, se observa una imagen donde el hígado ocupa la mayoría de la pantalla, incluyendo el lóbulo derecho y parte del izquierdo, delimitado en su parte posterior por el diafragma.
Continuando con el desplazamiento hacia la derecha en posición transversal, se pueden identificar la vesícula biliar y el riñón derecho en corte transversal.
La evaluación del hígado en cortes longitudinales permite visualizar el área pancreática entre la aorta y el hígado, así como la vena cava inferior posterior al lóbulo izquierdo.
Al situar el transductor en el hipocondrio derecho a nivel de la línea media clavicular, se puede identificar el lóbulo derecho del hígado y la vesícula biliar en su eje longitudinal.
Finalizando la exploración en el hipocondrio derecho, al colocar el transductor paralelo al reborde costal de forma oblicua, se visualiza el hígado, el diafragma y las tres venas suprahepáticas que confluyen en la vena cava inferior. Al rotar el transductor 90°, se puede observar el hilio hepático con la vena porta.
Artículo escrito por el Dr. Eduardo O. López Roque
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