Tumor hepático en un neonato
Dentro de la categorización de las lesiones tumorales existe tumores fetales y neonatales siendo 3 los más frecuentes son: hemangiomas, hematoma mesenquimatoso y hepatoblastoma.
En este caso se trata de producto del 2º embarazo el cual nace por parto vaginal apgar 7/9, peso 2.740 kg y talla de 47 cm. Durante su extracción presenta volumen abdominal con red visible y matidez generalizada, se envía a hospital pediátrico y se practica USG abdominal presentando hepatomegalia con patrón heterogéneo y nódulos hiperecoicos y estudios de laboratorio (trombocitopenia y tiempos prolongados).
A la exploración física presenta abdomen globoso, lustroso, tenso con red venosa , matidez generalizada, masa plapable en flanco derecho hasta la fosa iliaca que rebasa la línea media hacia la izquierda, no móvil con bordes bien delimitados, dolorosa a la palpación resto normal. Es evaluado por cirujano pediatra y oncólogo diagnosticando hemangioendotelioma, el paciente presenta deterioro respiratorio y fallece. El tamaño del tumor y el efecto en masa en el abdomen provoco las complicaciones. La autopsia revela neuroblastoma congénito (aparición frecuente).
El ultrasonido prenatal pudo haber identificado al tumor hepático, aunque no hubiera ayudado como elección del tratamiento sin embargo, es capaz de diagnosticar malformaciones congénitas y cardiacas con lo que se puede dar un manejo diagnostico diferente y oportuno al nacimiento. Puede detectar neurobloastomas localizados (in situ) que si pueden ser resecados y tienen un buen pronóstico.
Su presentación clínica depende de la localización y forma diferenciada hasta su maduración ( malignidad),por lo que es desconcertante su forma madura y es por ello que se establecen clasificaciones basadas en los datos histopatológicos (diferenciación y actividad mitótica)y clínicos en la edad del paciente , así como los marcadores tumorales lo que permite ubicar al paciente en la escala terapéutica
COMENTARIO
El abordaje de una neoplasia de hígado de gran tamaño en un neonato muchas veces no es fácil, su diagnóstico depende en gran medida del ultrasonido, marcadores tumorales, exámenes de laboratorio resonancia magnética etc. etc.
El ultrasonido es el mejor auxiliar diagnostico ya que puede establecer localización, tamaño y posible contenido del mismo hasta tu probable vascularidad, sin este método su manejo terapéutico se ve mal conducido o mal empleado.
Si hablamos de la incidencia del neuroblastoma es de 1-70 casos de 1 millón de nacidos vivos lo que lo hace difícilmente predecible y junto a las complicaciones no siempre se cuenta con el conocimiento del mismo lo que hace más difícil su manejo. Las 3 neoplasias más frecuentes de hígado en etapa neonatal son hemangiomas, hematoma mesenquimatoso y hepatoblastoma; muchas tumoraciones tienen regresión espontanea y otros sufren degeneración maligna por lo que se resecan inmediatamente. Como vemos según la localización de la lesión dependerá su manifestación clínica así como las complicaciones de las mismas como es en este caso hubo alteración metabólica y efecto compresivo por masa en las estructuras vecinas que ocasiono el fallecimiento del paciente. Al hacer la diferenciación muchas veces se puede realizar abordaje quirúrgico y salvar al paciente.
No cabe duda que sin el ultrasonido no se realizaría sospecha diagnostica y por lo tanto haría más difícil pensar en la solución del mismo.
Artículo escrito por la Dra. Judith Uribe Castañeda