Ultrasonido en el primer trimestre del embarazo
Ultrasonido en el primer trimestre del embarazo
Para iniciar un control prenatal temprano se debe hacer el diagnóstico del embarazo lo antes posible. La estructura visible por ultrasonido es el saco gestacional, que debe ser medido en sus tres diámetros para obtener el diámetro sacular medio, con el cual se juzga la edad gestacional. En la exploración trasabdominal, la detección del embarazo ocurre en la semana 5 de gestación; en la exploración transvaginal puede detectarse a partir de la semana 4 ½. Solo hasta la aparición del saco vitelino se puede hablar de embarazo.
Se debe identificar si el saco gestacional está implantado en una localización intrauterina o extrauterina, lo cual es de suma importancia para descartar embarazos ectópicos lo más pronto posible y evitar complicaciones. Los hallazgos en un embarazo ectópico son: engrosamiento endometrial, masa anexial y líquido libre en el espacio hepatorrenal.
Las características para el diagnóstico de un embarazo viable son:
- Presencia de saco gestacional de 5mm de diámetro en promedio.
- Deber observarse un saco vitelino en cada saco gestacional mayor a 10mm.
- En todo saco gestacional mayor de 18mm debe observarse un embrión.
- Un embrión con longitud cefalocaudal mayor de 5mm siempre debe presentar actividad cardiaca.
El latido cardíaco es visible al inicio de la semana 6 por vía transvaginal y a la 7 por vía trasabdominal. La bradicardia tiene asociación con mal pronóstico embrionario y alteraciones cromosómicas como la trisomía 21. Cuando la frecuencia cardíaca es menor a 120 latidos por minuto, su especificidad para muerte fetal aumenta al 100%.
Además de determinar el número de embriones, el ultrasonido permite la diferenciación de embarazos monocigotos en cuanto a su corionicidad y la relación con los amnios, posibilitando la identificación de embarazos múltiples.
Los criterios ecográficos de riesgo de aborto son: saco gestacional con implantación baja, reacción decidual menor de 2mm, saco gestacional con morfología distorsionada, saco vitelino calcificado, presencia de hemorragia subcoriónica. Cuando el hematoma abarca un área mayor al 40% del saco gestacional, se considera un signo desfavorable.
Los miomas son un hallazgo común y su importancia radica durante su crecimiento en el embarazo, ya que pueden ocasionar complicaciones como aborto, desprendimiento prematuro de la placenta, y retardo en el crecimiento intrauterino. La mayoría de las complicaciones depende de la localización de la porción fibrinoide de la placenta, así como de la localización en el segmento inferior uterino y del volumen del mioma.
Para el diagnóstico de aneuploidías, se han incorporado recientemente a la translucencia nucal marcadores ecográficos como la presencia del hueso nasal, el flujo tricúspide, la onda alfa del ductus venoso y el ángulo facial.
Integrar el ultrasonido al control prenatal en el primer nivel de atención permitirá identificar oportunamente a las gestantes con riesgo por marcadores epidemiológicos para malformaciones, facilitando su remisión al segundo o tercer nivel de atención según sea necesario.
COMENTARIO:
En el artículo anterior se menciona de forma global la importancia de la realización de una ecografía durante el primer trimestre del embarazo para el diagnóstico de alteraciones a nivel fetal. Se detallan las especificaciones a realizar durante el ultrasonido con imágenes, lo cual mejora la claridad y comprensión al leerlo. Se destaca que con la realización de un estudio no invasivo en unidades de primer nivel es posible diagnosticar tempranamente posibles malformaciones o patologías que pongan en riesgo la vida materno-infantil. Aunque el artículo se enfoca en el primer nivel, deja claro las características que deben incluirse en un reporte ultrasonográfico del primer trimestre del embarazo.
Artículo escrito por la Dra. Sonia Bonilla Flores
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