Vesícula biliar
La vesícula biliar tiene forma de pera, localizada en el borde inferior del hígado, entre el lóbulo derecho e izquierdo, la fisura interlobar puede usarse como referencia para encontrar la fosa de la vesícula biliar. Se divide en fondo, cuerpo y cuello, pero puede haber un infundíbulo que se denomina bolsa de Hartmann que es una zona frecuente de inpactación de cálculos. También existe una variante anatómica que se denomina gorro frigio. La vesícula biliar debe explorarse al menos con cuatro horas de ayuno.
La visualización de la vesícula biliar se puede alterar por ausencia de esta secundaria a cirugía, por falta de ayuno, por presencia de barro, por ausencia congénita o localización ectópica.
Los padecimientos más frecuentes son:
LITIASIS VESICULAR. Se observa con más frecuencia en la vida adulta, en el sexo femenino, en pacientes obesos, en pacientes con enfermedades metabólicas y durante el embarazo.
No todas las pacientes presentan cólico vesicular. En el ultrasonido se puede observar un tamaño variable, con presencia de cálculos que pueden medir menos de 5 milímetros, son acógenos, cuando hay presencia de múltiples cálculos, da la apariencia que solo se tratara de uno ya que da sombra acústica uniforme.
Otra alteración que podemos observar es la presencia de leche biliar, que es la presencia de una sustancia pastosa por lo general formada de carbonato de calcio, dando una imagen con formación de nivel y con sombra acústica posterior. También puede existir barro, tierra, lodo o microlitiasis, el embarazo es un factor de riesgo, la perdida súbita de peso, el ayuno y la nutrición parenteral, antibióticos como la ceftriaxona también pueden ocasionar este padecimiento. En el 50 % de los pacientes se resuelve espontáneamente, el 20 % cursan asintomáticos, el 15% pueden evolucionar hacia cálculos vesiculares y un 10 a 15 % cursan con sintomatología. Este padecimiento se puede complicar con pancreatitis o colecistitis.
En el ultrasonido se observan ecos amorfos de bajo nivel dentro de la vesícula biliar, sin sombra acústica, puede haber hepatinización o se puede observar una imagen de tipo polipoide.
COLECISTITIS AGUDA: Es otro de los padecimientos frecuentes de la vesícula biliar, el 5% de los pacientes cursan con dolor abdominal, en el 90% de ellos se encuentra cálculos, cuando un cálculo se encuentra impactado en el cístico o en el cuello de la vesícula, puede ocasionarse isquemia, infección y necrosis; acompañándose además de dolor y fiebre, leucocitosis aumento de la bilirrubina y de la fosfatasa alcalina.
En el ultrasonido se encuentra engrosamiento de la pared más de 3 milímetros, distensión de la vesícula biliar, se observa el cálculo impactado y acumulación de líquido a nivel de la vesícula biliar, con signo de Murphy positivo. Este padecimiento se puede complicar con una colecistitis gangrenosa, hemorrágica, enfisematosa o con perforación.
La colecistitis acalculosa se puede encontrar en pacientes con enfermedad crítica. Algunos factores de riesgo son la cirugía amplia, traumatismos graves, septicemia, nutrición parenteral, diabetes, aterosclerosis, VIH.
En el ultrasonido se observa distensión de la vesícula biliar, engrosamiento de su pared, barro interno, líquido perivesicular.
La torsión de la vesícula biliar es rara, con síntomas de colecistitis crónica y es más frecuente en el sexo femenino. En el ultrasonido, la vesícula biliar se observa distendida, con engrosamiento de su pared, presencia de barro interno, líquido perivesicular y signo de Murphy negativo. La torsión vólvulo de vesícula biliar es un padecimiento agudo y raro los pacientes presentan síntomas de colecistitis crónica, y es más frecuente en el sexo femenino.
En el ultrasonido, la vesícula biliar se encuentra distendida, inflamada, en posición horizontal, con torsión mayor a 180 grados, puede aparecer gangrena, obstrucción del cístico y colecistitis aguda y su tratamiento es quirúrgico.
La vesícula de porcelana. Es una calcificación de la pared de la vesícula biliar asociada a litiasis, es un padecimiento raro y predomina en el sexo femenino, en la sexta década de la vida. Tiene incidencia elevada de carcinoma de vesícula biliar. En el ultrasonido se observa una imagen de calcificación de semiluna hiperecoica con sombra acústica posterior.
La adenomiosis es un padecimiento benigno y asintomático. Hay una exageración de las invaginaciones normales del epitelio luminal. (Senos de Rokitansky Aschof) con proliferación de musculo liso, engrosamiento de la pared con espacios quísticos internos. En el ultrasonido se observan pequeños focos acógenos en la pared de la vesícula biliar, con imágenes de artefactos como cola de cometa, se observa a la vesícula biliar con imagen de reloj de arena. El diagnóstico diferencial es con neoplasia.
POLIPOS: son masas benignas, múltiples, sin cambios en dimensión, los que presentan medidas mayores de 10 milímetros pueden evolucionar a neoplasia maligna. El riesgo de malignidad es en mayores de 60 años, cuando hay litiasis vesicular y cuando cambian rápido de tamaño.
En el ultrasonido se observan lesiones de forma oval múltiples, sin sombra y adheridos a la pared.
Los adenomas, son neoplasias benignas, solitarias, pediculadas, en el ultrasonido se observan hiperecogenicas.
El melanoma ocupa 50 a 60% de metástasis de la vesícula biliar, se observa como una lesión hiperecogénica y polipoide con base ancha, son imágenes multiples con más de 10 milímetros de diámetro.
El carcinoma de vesícula biliar es una neoplasia maligna infrecuente, es más frecuente en ancianos 3-1, está asociado a litiasis biliar crónica. 98 % lo ocupa el adenocarcinoma y el 2% el carcinoma epidermoide, se observan con un engrosamiento irregular de la pared, focal o difuso y una masa polipoide intraluminal.
La invasión es hepática a lo largo del conducto cístico hacia el hilio hepático con extensión por los conductos biliares hacia intestinos y peritoneo y diseminación linfática.
Artículo escrito por la Dra Maribel Santos Montero