Adenoma de la lactancia: diagnóstico diferencial de las lesiones palpables durante el embarazo y la lactancia
Los cambios fisiológicos que se producen durante el embarazo y la lactancia hacen que sea difícil la valoración de las lesiones mamarias. Entre las lesiones específicas que aparecen durante estos periodos se encuentra el adenoma de la lactancia, que es una lesión benigna de la mama que se presenta en forma de masa sólida palpable.
El adenoma de la lactancia es una lesión benigna de la mama poco frecuente, que se presenta durante el embarazo y la lactancia en forma de masa palpable, bien delimitada, no móvil y frecuentemente dolorosa. Los cambios fisiológicos que se producen en estas pacientes hacen que sea difícil la valoración de las lesiones mamarias. La ecografía de mama es la exploración radiológica inicial para valorar las lesiones palpables durante la gestación y la lactancia y puede ser útil como método de guía para la biopsia en caso necesario.
PRESENTACIÓN DE LOS CASOS
Caso 1
Mujer de 29 años de edad, gestante de 21 semanas, acude a consulta por un nódulo mamario palpable de nueva aparición. En la exploración física se detecta un nódulo en el cuadrante inferoexterno (CIE) de la mama derecha de aproximadamente 2 cm, no adherido a planos profundos.
Se realiza ecografía del nódulo, y se visualiza una lesión nodular discretamente hipoecogénica respecto al parénquima mamario, parcialmente bien delimitada, con refuerzo posterior, de 18 mm de diámetro máximo, localizada en el CIE de la mama derecha. Se biopsia con aguja de 14G, y el resultado anatomopatológico fue de adenoma de la lactancia. Con el diagnóstico histológico obtenido se aconseja seguimiento clínico y nuevo control ecográfico a los seis meses. A los seis meses, en fase de puerperio y estando la paciente lactando, se sigue palpando el nódulo que es móvil y no doloroso y en la ecografía se sigue visualizando la lesión en CIE de mama derecha, que en este momento mide 28 mm. La mamografía realizada presenta un patrón muy denso y no se identifican lesiones focales. Se decide nuevo control clínico en seis meses y repetir la ecografía según evolución clínica.
A los tres-cuatro meses de finalizar la lactancia, la exploración física es negativa, y el nódulo había desaparecido. El control ecográfico evolutivo no demuestra la presencia de lesiones.
Caso 2
Mujer de 27 años de edad, gestante de 29 semanas, que consulta por un nódulo palpable en la mama izquierda que ha aumentado de tamaño. En la exploración física se palpa nódulo de aproximadamente 3 cm en CIE de mama izquierda. Se realiza una ecografía de la zona, y se visualiza un nódulo hipoecogénico de contornos regulares y discretamente heterogéneo, de 29,9 mm de diámetro máximo, que ecográficamente es sugestivo de fibroadenoma. No obstante, debido al crecimiento del nódulo, se realiza biopsia con aguja gruesa de 14G, y el resultado histológico fue de adenoma de la lactancia. Se aconseja seguimiento clínico y nuevo control ecográfico al finalizar el período de lactancia. Tras finalizar la lactancia, se observa una disminución del tamaño de la lesión, midiendo aproximadamente 10 mm. Se decide seguimiento clínico y nuevo control ecográfico si hay cambios en la semiología clínica de la paciente.
DISCUSIÓN
No es infrecuente la aparición de una masa palpable en la mama durante el embarazo (sobre todo en el tercer trimestre) y la lactancia. Esto se debe al estado hormonal durante estos períodos que estimula la proliferación ductal y alveolar de la mama.
El diagnóstico diferencial es amplio, ya que puede tratarse tanto de una lesión benigna como maligna. La frecuencia de cáncer de mama durante el embarazo se dice que está aproximadamente entre un 1-7 por cada 10.000 embarazos. Generalmente se encuentran en estadios relativamente avanzados, no por ser neoplasias más agresivas, sino por la dificultad en el diagnóstico precoz tanto clínico como radiológico, secundario a los cambios hormonales en la mama. La patología benigna de la mama también puede crecer durante el embarazo, debido al estímulo hormonal; es por ello, que lesiones como los fibroadenomas o lesiones más raras como los adenomas tubulares preexistentes, pueden crecer, y también pueden aparecer lesiones de novo como hiperplasias nodulares o galactoceles.
Existen diferentes teorías sobre el origen del adenoma de la lactancia. Algunos autores piensan que es una lesión que se origina de novo en un ambiente hormonal favorecedor, y otros autores piensan que se trata de una variante de fibroadenoma (FAD), adenoma tubular, hiperplasia lobular, que sufre cambios debido al estatus hormonal.
La ecografía de mama es la primera prueba que debe hacerse para la valoración inicial de las lesiones palpables de la mama en estas mujeres. Si se comprueba que se trata de una lesión quística o bien de un galactocele, sólo será necesario el seguimiento de ésta, con o sin aspiración con aguja fina. Si se trata de una lesión sólida, será necesario realizar la biopsia. Las lesiones palpables que no se vieran por ecografía también se deben puncionar y/o biopsiar, siguiendo el mismo manejo que en las pacientes no embarazadas.
La mayoría de los adenomas de la lactancia presentan criterios ecográficos de benignidad: bordes bien definidos, diámetro longitudinal mayor que el transversal, ecogenicidad homogénea y, a veces, pueden estar envueltos por una seudocápsula. Sin embargo, pueden presentar también alguna característica más típica de las lesiones malignas como bordes irregulares, márgenes mal definidos, ecoestructura interna heterogénea, con sombra acústica posterior.
Cuando en una mujer embarazada se encuentra un nódulo de nueva aparición o que ha presentado un crecimiento, va a ser indispensable su tipificación histológica, ya que es necesario descartar que se trate de una lesión maligna.
La evolución natural de estas lesiones es su involución cuando se completa el embarazo y la lactancia. Si después de este período, la lesión aumenta o persiste, la exéresis quirúrgica podría estar indicada.
En conclusión, la presencia de nódulos mamarios durante el embarazo y la lactancia no es un hallazgo infrecuente ya que el estado hormonal en ese período estimula la proliferación ductal y alveolar de la mama. El adenoma de la lactancia es una lesión benigna poco frecuente que se detecta en estos períodos, ya sea porque aparece de novo o bien porque crece sobre una lesión preexistente. El manejo de este tipo de lesiones se realiza inicialmente mediante ecografía seguida, o no, de biopsia en función de los hallazgos. La evolución de esta lesión es su regresión parcial o completa una vez finalizado el embarazo y/o la lactancia, y por tanto, será suficiente con el seguimiento clínico y en caso necesario ecografía hasta comprobar su correcta involución.