Sonografía de bazo y timo como elemento evaluador de la respuesta inmune con infecciones recurrentes.
Las mediciones del bazo en infecciones recurrentes en relación a reacción con las mediciones del timo por rastreo mediastinal y abdominal siendo mejores en pacientes que padecen de ello de manera muy significativa dentro del rango de 12 a 23 meses de vida siendo de ellas el peor y el índice esplénico siendo menores con respecto a la depleción del timo.
La medición que más es estable y estandarizada del bazo es: longitud del bazo en vista coronal que incluya el hilio; la distancia mayor entre el dorso o la cara diafragmática es la que se toma como longitudinal. Por su parte, el índice tímico se calcula en sección longitudinal de ambos lóbulos del timo entre el borde de la 2da costilla y el menor en la 4ta costilla a nivel del esternón.
Con lo anterior, se confirmó la utilidad del ultrasonido en forma indirecta pero significativa de la presentación de infecciones recurrentes en etapa temprana de la edad pediátrica.
TUMORES QUISTICOS DEL PANCREAS.
Presenta: Dr. Mario Duarte Tortoriello.
El tumor maligno más común es el adenocarcinoma de los conductos.
El más frecuente es el tumor intraductal mucinoso con un 20 a 30% de la presentación clínica, siendo lo más habitual de la cabeza o el proceso uncinado. La utilidad del ultrasonido es limitada, siendo la presentación una dilatación del conducto pancreático, siendo para este tipo de imagenología más útil la de tipo endoscópico.
De los tumores quísticos, se encuentran dos variedad, la serosa y la mucinosa, que es una lesión quística con o sin tabiques, ó cicatrices, pared engrosada ó nódulos intramurales. En los serosos, es indicada la TAC. En los mucinos, que tienen 10 a 40% de la frecuencia de este tipo de tumores, es útil la TAC y el USG endoscópico, siendo este usado para la punción y aspiración del mismo.
De los tumores sólidos pseudopapilares, se consideran que tienen muy poco frecuencia, del 0,1 al 2%. Son sólidos y quísticos, siendo útil tanto la USG como la TAC, observándose como una lesión encapsulada con componentes sólidos y quísticos asociados a calcificación periférica y hemorragia intralesional.