La ultrasonografía
La ultrasonografía es un método diagnóstico que permite evaluar las diferentes estructuras del paciente.
Es un método no invasivo.
Permite diferenciar estructuras sólidas de las líquidas en función de su escala de grises.
Los tejidos sólidos adquieren una tonalidad gris y los líquidos una tonalidad negra.
La ultrasonografía permite la diferenciación directa de los tejidos sin el uso de medios de contraste. Es relativamente económico. Es valiosa en la exploración abdominal.
Es un método operador dependiente por que la información se obtiene de la integración del movimiento del transductor y la compresión de la ubicación de los tejidos por el operador.
El estudio del cuerpo humano por Imagenología inició en 1895 cuando Wilhelm Roentgen, pudo visualizar el esqueleto de una mano utilizando rayos catódicos. A través de las radiografías se podía obtener información sobre las diferentes estructuras del cuerpo.
Los estudios radiológicos, tenían una seria limitante, ya que la atenuación de los rayos X era igual de sensible en los tejidos sólidos y en los líquidos. Así como también la superposición de las estructuras de todo el espesor de la región anatómica estudiada.
El principio tomográfico consiste en un movimiento simultáneo entre el tubo y la placa de rayos X que se mueven en forma sincronizada en sentido opuesto. Con lo que se logró resolver la superposición de imágenes y seleccionar las estructuras anatómicas en estudio. La diferente atenuación que ejercen los rayos X permite visualizar los tejidos blandos en un tono gris y el esqueleto en un tono gris blanquecino muy denso.
Hay cinco diferentes grados de atenuación de los rayos X:
- Aire y gases.
- Líquidos y tejidos blandos.
- Calcificaciones y hueso.
- Metales y medios de contraste.
El gran obstáculo diagnóstico de la radiología convencional estriba en la imposibilidad de diferenciar líquidos de sólidos.
Requisitos para obtener un método diagnóstico por imagen:
Diferenciar los tejidos.
Ubicar los tejidos.
La ubicación de los tejidos en la radiología convencional es directa. La ubicación es geométrica.
En ultrasonido, la diferenciación de los tejidos se logra por la diferente impedancia acústica, es decir, la resistencia que ofrecen al paso de las ondas mecánicas longitudinales.
La ubicación de las diferentes estructuras anatómicas en ultrasonografía depende del retardo de los ecos, es decir, el tiempo que tarda en regresar una onda mecánica longitudinal al incidir en una interfase tisular.
La velocidad del sonido es de 1540 m / seg.
Una onda de ultrasonido tardará 13 millonésimos de segundo en regresar si se refleja a un cm de profundidad.
Así podemos diferenciar en ultrasonido a los tejidos por su impedancia acústica y ubicar a los tejidos por el retardo de los ecos según las ondas se reflejen a menor o mayor profundidad.
Métodos para ubicar tejidos:
Método de retroproyección: usado en Astronomía, consiste en ubicar cuerpos por el análisis de la proyección de esas estructuras en un sistema comparativo a 90 grados.
Método iterativo:
Si tenemos tejidos ubicados en cuatro compartimientos, es posible calcular los coeficientes de atenuación de cada uno utilizando un emisor de rayos X y un receptor que cuantifique la atenuación.
Densidades radiológicas y su análisis comparativo con la ultrasonografía:
Aire y gas ; Rx – negro
US – ausencia de transmisión
Grasa; Rx – densidad intermedia
US – negro, tipo líquido, turbio.
Tejidos blandos y líquidos; Rx – blanco.
US – tejido blando : gris. Líquido: negro.
Hueso y calcificaciones: Rx – muy blanco.
US, ausencia de transmisión ( sombra sónica posterior ).
Metal y contraste: RX intensamente blanco.
US: ausencia de transmisión.
Reforzamiento posterior: el haz de ultrasonido sufre la atenuación habitual , sin embargo al pasar por una estructura con líquido ya no sufre más atenuación; esto produce el efecto de reforzamiento posterior ya que el sonido llega a la última capa de tejido a una intensidad de señal de sonido doble con respecto a la superficie.
Artículo escrito por la Dra. Roció Martínez Vera