Útero y ovarios
Útero y ovarios
Útero: El útero, también conocido como matriz, es un órgano muscular piriforme con pared gruesa. Se encuentra ubicado entre la vejiga urinaria y el recto, con una porción superior llamada cuerpo y una porción inferior conocida como cuello o cérvix.
El diámetro longitudinal del útero, incluyendo el cérvix, es de aproximadamente 75 mm. El cérvix, por su parte, tiene una longitud de unos 25 mm, lo que hace que el cuerpo uterino tenga un diámetro longitudinal de 50 mm.
El tamaño del útero varía en una mujer adulta, especialmente entre una mujer sin hijos y una con embarazos previos. En la infancia, el útero es considerablemente más pequeño, como se detalla en la sección pediátrica.
Al realizar un ultrasonido del útero, es importante medirlo desde el orificio cervical interno (unión del cuerpo con el cérvix) hasta el fondo uterino, ya que la inclusión del cérvix en la medición puede llevar a un diagnóstico erróneo de aumento de tamaño del útero.
Miomatosis uterina: Esta es la alteración más común que se encuentra en la práctica diaria de la ultrasonografía relacionada con el útero. Se caracteriza por un aumento en las dimensiones del útero, pérdida de homogeneidad en la ecogenicidad uterina y, en ocasiones, deformación del contorno uterino.
Los leiomiomas, o miomas, son los tumores benignos más frecuentes en el útero y afectan aproximadamente al tercio de las mujeres en la cuarta década de vida. Son la causa principal de aumento del tamaño uterino en ausencia de embarazo.
Estos tumores pueden causar dolor y sangrado uterino, pero también es posible que no presenten síntomas. Los miomas intramurales son los más comunes y suelen ser responsables del crecimiento uterino, dando al útero una forma esferoidal al aumentar su diámetro anteroposterior.
Los miomas subserosos pueden provocar un contorno ondulado del útero. A veces, estos miomas se presentan de forma pediculada, lo que puede simular tumores no relacionados con el útero.
Ovarios: Los ovarios son órganos ovalados ubicados a los lados del útero, generalmente a la altura de los cuernos uterinos. Tienen un diámetro mayor (vertical) de aproximadamente 30 mm y un espesor de 20 mm. Los ovarios son los responsables de la producción de óvulos.
Los folículos ováricos se desarrollan durante el ciclo menstrual, aumentan de tamaño y se rompen a mitad del ciclo para liberar el óvulo.
Para estudiar los ovarios mediante ultrasonografía, es necesario identificar primero al útero en un plano sagital y luego ubicar el haz de ultrasonido en el fondo uterino.
Ovarios poliquísticos: Esta es una de las alteraciones más comunes en los anexos ováricos, caracterizada por la presencia de múltiples quistes de pequeño tamaño en el parénquima ovárico. Se asocia, además, a una disminución en la ecogenicidad del ovario debido a la presencia de microquistes que no son visibles en el ultrasonido convencional.
La poliquistosis ovárica suele estar relacionada con problemas de fertilidad debido a la anovulación crónica, y puede causar trastornos menstruales de diversa gravedad.
Dispositivo intrauterino: Si bien la posición de un dispositivo intrauterino es motivo de consulta en ultrasonografía, a veces no es posible determinar con total precisión si se encuentra completamente dentro de la cavidad uterina, incluso con el uso de transductores intracavitarios.
En algunos casos, puede ser necesario utilizar medios de contraste y realizar exploraciones radiológicas para confirmar la posición intracavitaria del dispositivo y descartar posibles complicaciones, como la implantación parcial o total del dispositivo en la pared uterina.
Puede ocurrir que un dispositivo esté parcialmente implantado, con una capa delgada de tejido endometrial cubriéndolo, lo que podría pasarse por alto en un ultrasonido y requerir estudios complementarios de radiología.
Artículo escrito por el Dr. Franco Padilla Diego Armando
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