Estudio imagenológico de poliquistosis renal autosómica dominante.
Estudio imagenológico de poliquistosis renal autosómica dominante
Se reporta el caso de una paciente femenina de 56 años con antecedentes familiares de Poliquistosis Renal Autosómica Dominante (PRAD). La paciente presenta síntomas de 8 años de evolución, incluyendo dolor abdominal constante en epigastrio e hipocondrio derecho, masa palpable en flanco derecho, infecciones del tracto urinario recurrentes y hematuria. En la exploración física abdominal, se encuentra hepatomegalia hasta el flanco derecho con dolor leve a la palpación. Los estudios de gabinete muestran múltiples quistes en el parénquima hepático y renal, con crecimiento progresivo a lo largo del tiempo confirmado por tomografía con contraste. En la actualidad, la paciente presenta alteración en la función renal y se busca un abordaje preventivo para controlar la progresión de la enfermedad y sus complicaciones.
La Poliquistosis Renal Autosómica Dominante es una enfermedad hereditaria caracterizada por la presencia de quistes renales bilaterales, siendo la principal enfermedad quística renal hereditaria con una incidencia de 1:1000. Los síntomas suelen aparecer en la tercera o cuarta década de la vida e incluyen dolor crónico en la región lumbar, nefromegalia, infecciones urinarias, hematuria, hipertensión arterial y en casos graves insuficiencia renal crónica. Adicionalmente, se pueden presentar quistes hepáticos, principalmente en mujeres, pero sin sintomatología en la mayoría de los casos. El deterioro clínico está determinado principalmente por la afectación renal.
El método diagnóstico de elección y seguimiento de la enfermedad es la ecografía abdominal, que permite visualizar los quistes renales de forma no invasiva. La ecografía muestra nefromegalia, quistes de diferente tamaño y estructura, pudiendo identificarse complicaciones como hemorragia, infección o calcificaciones. El tratamiento busca retrasar la progresión de la enfermedad renal y controlar los síntomas, priorizando el manejo de la hipertensión arterial y las infecciones urinarias, donde los IECA pueden ser de utilidad terapéutica.
En conclusión, la ecografía abdominal es una herramienta fundamental en el diagnóstico y seguimiento de la poliquistosis renal autosómica dominante, permitiendo un manejo adecuado de la enfermedad y una intervención oportuna.
Artículo escrito por el Dr. Vasti Macbani Pasarán Castañon
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