Aspectos ultrasonográficos del riñón
Aspectos ultrasonográficos del riñón
Los riñones, órganos pares, se encuentran a ambos lados de la columna vertebral dorso-lumbar. Se sitúan retroperitoneales entre la 3ra y 6ta vértebra lumbares, superponiéndose parcialmente en la parrilla costal baja.
Para su estudio se dividen en corteza, médula y seno. La densidad de su parénquima (médula y corteza) es isoecoica homogénea y ligeramente hipoecoica en comparación con el hígado, mientras que el seno es hiperecoico.
La visualización puede dificultarse por el colon y las costillas (9 y 10), siendo el riñón izquierdo más difícil de visualizar. Se recomienda realizar varios cortes en diferentes posiciones, como decúbito supino, lateral y ventral, especialmente para el riñón izquierdo. El corte longitudinal es el más apropiado para observar sus dimensiones mayores.
Las referencias anatómicas para su localización son diferentes para cada riñón. El derecho se encuentra entre el hígado (por debajo de su borde hepático), la musculatura del colon, el duodeno, el Psoas y el cuadrado lumbar, pudiendo visualizarse también la vesícula biliar. Por otro lado, el izquierdo se sitúa entre el bazo, el estómago, el colon, el páncreas, el músculo psoas y el músculo cuadrado lumbar, con el bazo como ventana acústica aunque la presencia de gas en el colon puede dificultar la visualización.
Además, se pueden utilizar como referencia las arterias y venas que irrigan ambos riñones, como la vena cava, la vena porta, la aorta, las arterias y venas renales, e incluso las esplénicas para el izquierdo.
Las medidas de los riñones pueden variar según el estado de salud, pero en promedio se considera un largo de 9 a 11 cm, ancho de 4 a 7 cm y espesor de 3 a 5 cm. La relación corteza-medula es de 1:1, y el parénquima renal es ligeramente más hipoecoico que el del hígado y bazo. La corteza tiene un espesor entre 5 y 7 mm, formando la capa externa del parénquima renal, donde se extiende la columna entre las pirámides. El seno renal, más hiperecoico, está formado por las pelvis renales, cálices, colectores, tejido adiposo y vasos arteriales y venosos.
Las posibles alteraciones del parénquima renal pueden afectar la anatomía, densidad y funcionalidad. Algunas de ellas incluyen:
- Imágenes hiperecoicas: Angiomiolipoma, cicatrices, calcificaciones.
- Imágenes isoecoicas: Hipernefroma (carcinoma convencional), hemorragia reciente.
- Imágenes anecoicas: Quistes.
- Imágenes difusas: Glomerulonefritis, neuropatía diabética, nefritis por fenacetina y amiloidosis.
Las alteraciones del seno renal suelen caracterizarse por dilataciones secundarias a procesos obstructivos, como puentes de parénquima (imagen de doble riñón), acumulación de líquido, causas de congestión y dilatación de la pelvis renal (por alteraciones ureterales, desplazamientos del uréter, concreciones, coágulos, tumores, compresiones del uréter, fibrosis retroperitoneal, tumor pélvico), y cálculos renales.
Para diferenciar las imágenes anecoicas del seno renal, se consideran los quistes parapelvianos, el sistema colector ampular, obstrucciones del flujo con congestión ureteral, embarazo y diuresis.
Artículo escrito por Dr. Emilio Miranda Rosas
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