Cáncer cervicouterino
El cáncer cervicouterino (CaCu) es la primera causa de muerte por neoplasias malignas en el grupo de 25 a 64 años. La mortalidad por esta enfermedad ha disminuido en los últimos años como resultado del aumento en la disponibilidad de programas de detección oportuna. Existen numerosos avances en el estudio de la etiopatogenia de esta enfermedad, lo que ha permitido conocer el rol del virus del papiloma humano en el desarrollo de lesiones premalignas y malignas del cérvix.
Ultrasonido
El ultrasonido es un método de imagen que tiene un papel limitado en la etapificación del cáncer cervical. En principio utilizando el ultrasonido transabdominal para la evaluación de condiciones patológicas secundarias dadas por la invasión del tumor a estructuras vecinas, como, por ejemplo, la presencia de hidronefrosis. Quedando en muchos sentidos limitado como estudio de evaluación en las pacientes que padecen cáncer cervicouterino, es por eso que esta modalidad de imagen no es recomendada para el estadiaje del cáncer cervical. El ultrasonido endorrectal y endovaginal puede ser usado en la evaluación de la extensión local de la enfermedad pero es inadecuado para la detención de la afección de la pared pélvica y las metástasis a los nódulos linfáticos. La ecografía puede demostrar una masa sólida retrovesical, que puede ser indistinguible de un mioma cervical.
Conclusión: El diagnóstico definitivo del CaCu es histológico, los métodos de imagen son una importante herramienta para la estadificación y planeación quirúrgica, así como en la valoración de respuesta a tratamiento y la detección de recurrencia de esta enfermedad.