Coledocolitiasis incidencia, factores de riesgo, aspectos diagnósticos y terapéuticos
El síntoma clínico más frecuente es el dolor abdominal, hallazgo compatible con otros estudios, dolor que se debe a la obstrucción parcial o total del colédoco. Cuando se comparan los grupos de coledocolitiasis confirmada por CPRE y sin coledocolitiasis por CPRE, se encuentran que en el primero es más frecuente la ictericia, astenia, coluria y fiebre sin llegar a determinar diferencia estadística entre ambos.
En este estudio se logra corroborar que un valor de bilirrubina total mayor de 4 mg/dl es un predictor de coledocolitiasis de alto riesgo por consiguiente indicación de CPRE, hallazgo en semejanza a la recomendación dada por la guía americana de la ASGE.
En cuanto a la TGP a diferencia de un estudio previo donde un valor mayor de 150 U/L sugiere coledocolitiasis (3), no se encuentran diferencias estadísticas entre los grupos sin coledocolitiasis y coledocolitiasis confirmadas por CPRE, estando en ambos casos por encima de 150 U/L.
Además se evidencia que tanto la FA como la GGTP se encuentran más elevados en el grupo de coledocolitiasis confirmada por CPRE, sin embargo estos valores no son estadísticamente significativos.
La pancreatitis como complicación de coledocolitiasis en este estudio fue de 11.1%, cifra levemente superior a la literatura que la mencionan entre 4% y 8%, todos los casos fueron leves, evolución similar a otras publicaciones.
La colangitis como complicación de coledocolitiasis en este estudio fue de 30.6%, cifra superior a la reportada en la literatura que la mencionan hasta en el 20% de la coledocolitiasis.
De los 16 pacientes que ingresaron por colangitis en el 68.7% de ellos se confirmó coledocolitiasis por CPRE, cifra inferior a la reportada en la literatura y en la guía americana de la ASGE del 2010, que reportan que la colangitis puede dar una especificidad cercana a 100% para coledocolitiasis.
Este porcentaje menor podría explicarse por el pasaje de pequeños cálculos entre el episodio de colangitis y la realización de la CPRE.
En cuanto a las imágenes de diagnóstico todos los pacientes tuvieron al menos una ecografía de vías biliares dada su fácil disponibilidad, no invasividad y bajo costo. El diámetro de colédoco por sí solo no constituye una diferencia en los pacientes con y sin coledocolitiasis final por CPRE (promedio de 10 mm en ambos grupos) y esta dilatación estaría dada por un estado post colecistectomía, por un cuadro de odditis e incluso por la edad.
La especificidad de la ecografía esta en 80%, cifra inferior a la reportada en la literatura, donde se reporta una especificidad hasta del 100% para coledocolitiasis, esto podría explicarse por la migración del cálculo y que la ecografía es una examen operador y equipo dependiente.
La sensibilidad de la CRM fue de 93 % valor similar reportado en la literatura.
La especificidad fue de 25% cifra que está por debajo de otros estudios, lo que podría explicarse por mayor frecuencia de falsos positivos probablemente debido al pasaje del cálculo entre la CRM y la CPRE y falsos positivos que se evidencian en cuadros de colangitis dado el espesamiento de la bilis.
En nuestro estudio solo 19 pacientes fueron sometidos a CRM. En la literatura la especificidad diagnostica de la CRM la reportan hasta 100% y comparable a la CPRE.
En cuanto a las complicaciones de la CPRE: la pancreatitis, la colangitis y el sangrado se encuentran en mayor frecuencia que la reportada en la literatura.
Todos los casos de pancreatitis fueron leves (menor a tres días de hospitalización).
En el paciente con colangitis post CPRE, esta se debió a extracción frustra de cálculos múltiples, se dejó un stent biliar y posteriormente fue derivado a cirugía. Y en cuanto a los dos sangrados, uno resolvió con adrenalina 1/10 000 y el otro con la colocación de un hemoclip en el vértice del sangrado. No se observó en esta serie ni perforaciones, ni mortalidad asociada al procedimiento.
Artículo escrito por el Dr. Daniel Cruz