Protocolo de exploración de bazo
Protocolo de exploración de bazo
Para la exploración del bazo se recomienda utilizar un transductor curvilíneo de 2-5 MHz, pudiendo ser necesario emplear transductores lineales para obtener mayor detalle.
Es importante realizar una visión coronal del bazo y del polo superior del riñón izquierdo.
La posición adecuada del paciente es en decúbito supino, con el transductor colocado en el plano coronal de sección en uno de los espacios intercostales inferiores izquierdos. Se debe explorar al paciente en diferentes grados de inspiración para optimizar la visualización del bazo, evitando una inspiración excesiva que pueda dificultar la visualización debido a la entrada de aire en el pulmón en el ángulo costofrénico lateral.
Se debe barrer el plano de sección a nivel posterior y anterior para obtener una visualización completa del volumen del bazo. El plano coronal es fundamental para descartar lesiones dentro o alrededor del bazo y para realizar una estimación aproximada de su tamaño.
Al realizar un plano oblicuo a lo largo del espacio intercostal se puede identificar una ventana costal, siendo especialmente útil debido a la disposición oblicua del bazo, con el polo superior ubicado detrás del polo inferior.
Desde un abordaje lateral intercostal, el plano transversal permite localizar lesiones tanto en la parte anterior como posterior del bazo.
Es relevante recordar que el vértice de la imagen en sector siempre debe estar en la parte superior de la pantalla para una correcta orientación. En el plano transversal intercostal izquierdo, la parte alta de la pantalla corresponde a la izquierda del paciente, el lado derecho de la imagen a la parte posterior, y el lado izquierdo a la parte anterior.
Para visualizar la imagen de manera adecuada, es necesario realizar una rotación de 90° en sentido horario y girar la cabeza en sentido contrario a las agujas del reloj 90°.
En casos donde el hígado sea de gran tamaño, es posible observar el bazo a través del lóbulo izquierdo del hígado y del estómago colapsado.
Si el bazo se encuentra aumentado de tamaño o si hay una masa en el cuadrante superior izquierdo, se puede visualizar mejor desde un abordaje anterior. En presencia de líquido intraperitoneal libre alrededor del bazo o un derrame pleural izquierdo, se recomienda un abordaje anterolateral para una visualización óptima.
En ciertos casos, puede ser beneficioso hacer que el paciente se coloque en decúbito lateral derecho hasta 45° o 90° para facilitar un abordaje más posterior y mejorar la visualización del bazo.
Artículo escrito por la Dra. Isela Libertad
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